Ante la decisión de la UE de triplicar los aranceles al banano extracomunitario, América Latina apelaría ante la OMC. Del arbitraje amistoso se pasaría a las hostilidades abiertas. Uno a cero a favor de Latinoamérica.
La triplicación de los aranceles a la importación de banano a la Unión Europea, a partir de 2006, es considerada como el primer movimiento hostil hacia una nueva ‘guerra del banano’. La UE ha decidido notificar dicha medida a la Organización Mundial de Comercio (OMC). Ante esta ‘jugada’, América Latina no se quedará quieta. Por eso se espera que los países productores de banano soliciten, en conjunto, a la OMC que intervenga para evitar otra edición de la disputa de los años 90 en torno al comercio de la fruta y que Europa perdió.
En aquella ocasión, la pugna terminó tras la resolución firmada entre Estados Unidos y Ecuador -el principal exportador del mundo de banano- ciñéndose a las reglas de la OMC. Los productores probaron entonces que el complejo sistema de importaciones de banano de la UE, que combina cuotas y aranceles, discriminaba a los productores latinoamericanos.
¿230 euros por tonelada?
Consecuentemente, Bruselas prometió cambiarlo e implantar un sistema de arancel único, pero no existe un acuerdo respecto al nivel arancelario a aplicar a partir del 2006. La Unión Europea ha declarado que prefiere un arancel de 230 euros por tonelada. Con esta propuesta, la UE parece dispuesta a continuar defendiendo los intereses de un grupo de ex colonias en Africa, El Caribe y el Pacífico (ACP) que buscan un arancel que bordee los 300 euros para cerrar el paso del banano latinoamericano al lucrativo mercado europeo, donde la fruta de los ACP ingresa actualmente con cero aranceles. El banano latinoamericano es más barato que el de ACP y, según expertos, de mejor calidad.
Los latinoamericanos no quieren un arancel superior al que actualmente se aplica: 75 euros por tonelada, aunque Ecuador, Colombia, Costa Rica y Panamá, los principales productores de la región, no consiguieron llegar a un acuerdo sobre una propuesta alternativa frente a la de la UE en una reunión realizada en Quito. Allí, los latinoamericanos analizaron la posibilidad de que la UE posponga la aplicación del nuevo sistema de arancel único hasta que exista un acuerdo.
‘Arbitraje debe llevar a consenso’
Pase lo que pase, Bruselas expresó la intención de seguir negociando con los latinoamericanos. ‘Pienso que la siguiente decisión que se tomará será el arbitraje y esto debe ser visto como un movimiento de consenso, en lugar de verlo como un acto hostil’, dijo un diplomático. ‘Esto forzaría las posiciones hacia la mitad del campo, pero no necesariamente excluiría un desafío, el cual yo pienso podría venir para el otoño (europeo), al final del arbitraje en lugar de ahora’, aseguró.
Otros diplomáticos hablaron de un posible período de transición a un sistema de arancel único, que podría consistir en un aumento del nivel más bajo del arancel y una reducción del nivel más alto hasta encontrar un punto de equilibrio.