1. Las revelaciones del Coronel Acosta El ex ministro de Bienestar Social y ex secretario de la Administración, Coronel (r) Patricio Acosta ha revelado que hubo aportaciones financieras ocultas a la campaña presidencial de Lucio Gutiérrez y su Partido Sociedad Patriótica: entre ellas, cien mil dólares provenientes del European American Bank (EAB, Nueva York) que […]
1. Las revelaciones del Coronel Acosta
El ex ministro de Bienestar Social y ex secretario de la Administración, Coronel (r) Patricio Acosta ha revelado que hubo aportaciones financieras ocultas a la campaña presidencial de Lucio Gutiérrez y su Partido Sociedad Patriótica: entre ellas, cien mil dólares provenientes del European American Bank (EAB, Nueva York) que pertenece al infame Citigroup, y quince mil dólares del Partido Nacionalista de Taiwán. Asimismo, que él, Lucio Gutiérrez y su hermano Gilmar asistieron a encuentros con Rodrigo Granda, el «canciller» de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Algunas de las relevaciones del Coronel son ciento por ciento verdaderas, otras sólo cincuenta por ciento y otras más, que no ha revelado, son probablemente las más explosivas. Sería interesante, por ejemplo, que hablara sobre la presunta compra de Gutiérrez de un apartamento en Nueva York, puesto a nombre de un testaferro, con «sobrantes» de fondos de la campaña electoral, tal como sostiene uno de sus enlaces con el Departamento de Estado.
Los documentos que Acosta tiene sobre el financiamiento ilegal de la campaña de Gutiérrez son suficientes para destituirlo. De ahí que no había necesidad para revelar el encuentro con Rodrigo Granda de las FARC, destruyendo lo único positivo que Gutiérrez ha hecho como funcionario público: reconocer, en su momento, de facto, el status de fuerza beligerante de la guerrilla colombiana.
Peor aún su ofrecimiento de ir a Colombia para carearse con Granda. Es evidente que el encuentro Gutiérrez-Granda no es más que una punta del iceberg y que una eventual visita al régimen terrorista de Uribe puede tener un solo objetivo: ser funcional a la campaña «antiterrorista» de Bush y decirle a los gringos que está a su disposición para un Gutierrísmo sin Gutiérrez.
Todo esto, bajo el cuento de ser protagonista de un futuro verdadero gobierno bolivariano en el Ecuador; cuento que promueve, lastimosamente, con el apoyo del embajador venezolano en Ecuador, y animado por oportunidades comerciales que la solidaridad con la Revolución Bolivariana implica para un creciente número de «bolivarianos» de última hora en la escena internacional.
2. El error fatal de Gutiérrez
La política maquiavélica de divisionismo, corrupción y nepotismo de Gutiérrez lo ha llevado al aislamiento letal. Siendo la política el arte de las alianzas, el equilibrista falló su aprendizaje, al sustituir las alianzas políticas por las redes de venalidad monetaria. Selló su destino con dos errores garrafales en los últimos meses: a) desafió a la oligarquía socialcristiana, sin tener el poder para hacerlo; b) dio un golpe de Estado jurídico, al cerrar las Cortes Supremas —que estaban al servicio de la oligarquía— y reabrirlas con marionetas de sus propias fuerzas políticas.
3. La pinza se cierra
El ataque a los dueños del país los llevó a la conclusión que tenían que sacarse al advenedizo Coronel de encima. La movilización de 250.000 personas contra Gutiérrez en Guayaquil fue el inicio de la ofensiva en la calle. La defensa de la democracia contra el golpe de Estado jurídico y la «dictadura jurídica» de Gutiérrez, es el grito de guerra del jihad que se ha iniciado contra el Coronel-Presidente que no tiene quién le apoye.
El popular alcalde de Quito, General (r) Paco Moncayo que convoca a la marcha del 17 de febrero contra Gutiérrez, y en cuyas instalaciones se prepara la manifestación, demanda de Gutiérrez «que se reemplace de forma inmediata a los actuales magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y de los tribunales Constitucional y Supremo Electoral… Le vamos a dar al presidente Gutiérrez salidas para que pueda rectificar.» Este país está cansado de «tumbar gobiernos, de reemplazarlos», acotó Moncayo con sabrosa picardía andina y no carente de una buena dosis de cinismo.
La ofensiva callejera y jurídica endógena está siendo complementada con un tercer frente de guerra, ejecutado por el Departamento Colonial de Washington, la Organización de Estados Americanos (OEA).
El 11 de febrero, la OEA citó al Ecuador para responder sobre el estado de derecho imperante en el país luego de la reorganización de las Cortes. La cita será el próximo cuatro de marzo en Washington, D.C., ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y responde a una denuncia por violación del orden constitucional, presentada por la Cámara de Comercio de Quito, el pasado 17 de diciembre. Irán Hugo Quintana, Alfredo Contreras y Teodoro Coello en representación de la disuelta Corte Suprema de Justicia, para explicar la inconstitucionalidad de lo actuado por la mayoría gobiernista del Congreso; inconstitucionalidad que es absolutamente evidente a la luz de la Constitución de 1998.
4. Gutiérrez ya es un cadáver político
Ante el triple acoso, Gutiérrez sabe que está sentenciado – y reacciona de manera histérica-represiva. Amenaza a periodistas de manera abierta o a través de sus órganos de guerra sucia, como ha denunciado la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) del Ecuador; trata de organizar el acarreo de indígenas evangélicos de la FEINE de Chimborazo, a fin de que formen un cordón humano en torno al Palacio de Gobierno para protegerlo y acusa al Partido Social Cristiano de entregar 500 mil dólares para la logística de la marcha de Quito.
Esa marcha «Por la democracia, contra el autoritarismo y la corrupción», tiene por objetivo «rodear el Palacio de Carondelet y tumbar al Gobierno», se quejó Gutiérrez a Radio Nacional del Ecuador.
Gutiérrez tiene razón en cuanto que su permanencia en el gobierno es, esencialmente una cuestión de dinero. Si se trae cinco mil indígenas de las provincias, se agregan los movimientos populares, sindicales y estudiantiles de Quito, el apoyo del ayuntamiento y se bloquea la capital un par de días, junto con el corte de carreteras por el movimiento indígena y la organización de manifestaciones en Cuenca, Ambato y Guayaquil, así como una fuerte campaña mediática, la permanencia de Gutiérrez en el poder se hará insostenible. El problema se reduce, de hecho —y así ha sido discutido dentro de las fuerzas destituyentes— a la pregunta de quién pone un millón de dólares para sacar al Presidente.
5. El testamento pre mortem de Gutiérrez
Gutiérrez ha reconocido su desesperada situación en una carta a los diputados de su mayoría legislativa en el Congreso, con fecha del 25 de enero, en la cual les pone un ultimátum para aceptar una «consulta popular», último ardid para salvarse.
La carta reza: «La decisión patriótica tomada por el Honorable Congreso Nacional, de corregir los errores inconstitucionales en los nombramientos anteriores del Tribunal Supremo Electoral y Tribunal Constitucional (su golpe jurídico – H.D.) permitirá llevar adelante esta transformación histórica; si el Congreso no daba este primer paso trascendental yo no podía dar el segundo paso (el referéndum – H.D.).»
Si no se califica «de urgente a esta consulta, la Corte de Justicia no soportará la presión nacional e internacional y más temprano de lo que nos imaginemos, explotará y todos perderemos y para siempre… La esencia de mi lucha, la justificación de mi presencia como Presidente del Ecuador es esta consulta.»
5. ¿Como salvar a la Patria de Manuela Sáenz?
Si es conveniente tomar el Palacio de Carondelet y tumbar a Gutiérrez a partir del 17 de febrero, depende de una interrogante principal: ¿Quién controlará el Estado ecuatoriano después de la caída del coronel vendepatria? De nada servirá que el pueblo y los indígenas pongan de nuevo los muertos y que los oportunistas de centro-izquierda —ahora, en muchos sectores disfrazados de «bolivarianos»— junto con la oligarquía socialcristiana, se repartan el botín del levantamiento, tal como sucedió en la remoción de Abdalá Bucarám en 1997 y Yamil Mahuad, en el 2000.
La única garantía de que esta doble infamia no se repita, es un programa de salvación nacional bolivariano y un equipo de personas definido que conduzca el desarrollo de la crisis conforme a los intereses populares y de la integración bolivariana y que haga alianzas dentro de las fuerzas destituyentes, por ejemplo con los socialcristianos, y con el VicePresidente Palacios, sobre ambos aspectos. ¡Todo esto, antes de que Gutiérrez caiga!
Ante esta situación una propuesta programática fue desarrollada recientemente por un grupo de tarea del Movimiento por la República Bolivariana del Ecuador (M-RBE). Sus puntos esenciales son los siguientes:
1. Fortalecimiento de la Unidad, Dignidad y Soberanía Nacional;
2. Integración Inmediata al Proceso de la Unión Sudamericana;
3. Por un Estado multiétnico, pluricultural y de democracia participativa;
4. Economía soberana de desarrollo, democracia participativa y justicia social, dentro de la Integración latinoamericana;
5. Integración Inmediata a TeleSur;
6. Integración Inmediata a PetroAmérica;
7. Integración Militar Sudamericana;
8. No al Plan Colombia, al TLC y a la Base de Manta;
9. Renegociación/cancelación de deuda externa con el Bloque de Poder Latinoamericano
10. Fortalecimiento de la descentralización administrativa del País: Municipios y Consejos Provinciales;
11. Plena igualdad de derechos y participación de la mujer;
12. No a las privatizaciones. Fortalecimiento de las Organización Estatales. Derogatoria de la ley de Homologación y fin de la flexibilización salarial;
13. Defensa de la Amazonia como patrimonio de la Patria Grande.
Para que este programa tenga credibilidad, debe ser avalada por la publicación coincidente de nombres de personajes éticos que realizarán su implementación dentro del nuevo gabinete de un Gobierno de Salvación Nacional (GSN).
Ante tanta traición de promesas políticas hechas, sólo la vinculación entre un programa coherente de transformación nacional y sus protagonistas éticos, devolverá la fe a la población, para iniciar la refundación de la Patria de Manuela Sáenz, dentro de la naciente Patria Grande de Bolívar.
Ojalá que las fuerzas ecuatorianas estén a la altura moral y política de sus próceres.
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