Traducido para Rebelión por Marina Trillo
La mayoría de los trabajadores participan en luchas y muchos se afilian a sindicatos o movimientos sociales para mejorar su nivel de vida y condiciones laborales, sabiendo poco de MARXISMO. A veces aprenden de las experiencias, o de terceros, parte de las enseñanzas básicas y las prácticas del MARXISMO, sin haber leído un solo texto Marxista o escuchado un discurso de un MARXISTA formado.
Aunque la experiencia, el conocimiento intuitivo y las luchas elementales sobre las necesidades inmediatas son importantes para que los trabajadores resuelvan algunos problemas, por algún tiempo y en algunas circunstancias, la ausencia de una comprensión más profunda del mayor sistema político y económico y sus raíces históricas y materialistas – la naturaleza de clase del estado y el funcionamiento de la economía capitalista – puede llevar a derrotas estratégicas, manipulación política y reversión de reformas a corto plazo.
Lo que el MARXISMO Enseña a los Trabajadores
¿Cuales son las mayores contribuciones del MARXISMO a la lucha obrera? El Marxismo proporciona a los trabajadores:
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Método para entender y transformar las estructuras del poder, la explotación y la opresión. El Marxismo proporciona un análisis histórico-materialista de las condiciones bajo las cuales el capital explota a los obreros, y las contradicciones fundamentales que definen la relación capital-trabajo: La creciente producción social de bienes y servicios y la cada vez más estrecha propiedad privada del producto social. El Marxismo va desde las condiciones generales teóricas a las condiciones empíricas concretas de los trabajadores en escenarios nacionales diferentes.
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Perspectiva: El Marxismo proporciona una perspectiva histórica, que ve los cambios en las relaciones de clase como una constante. Los capitalistas y sus ideólogos declaran constantemente que su sistema es el «fin de la historia», la «única alternativa». El Marxismo demuestra que cada sistema de clases en la historia, incluidos el sistema capitalista e imperio actuales, lleva a conflictos de clase y a luchas nacionales de liberación que a mayor o menor grado pueden potencialmente derrocar y reemplazar a ese sistema. La perspectiva MARXISTA permite a los trabajadores entender el ‘caos’ y las ‘crisis’ de sobreproducción y actividad especulativa capitalista y proporciona las estrategias políticas para reemplazar a ese sistema por medio de un estado de trabajadores y campesinos.
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Alternativas: El capitalismo y su descendiente directo, el imperialismo, se basan en guerras (coloniales, inter-imperialistas) para poder establecer su dominación. Capitalismo imperialista es destruir el medioambiente, dividir a las familias, explotar a los trabajadores y pagar salarios de pobreza, y esclavizar a centenares de millones de trabajadores desplazados y parados. El Marxismo proporciona una alternativa basada en la toma del poder estatal, la expropiación de los propietarios capitalistas y la creación de una economía dirigida por los productores directos asociados a, y aconsejados por, ingenieros, contables, economistas, ecologistas y analistas de sistemas de información, entre otros especialistas. El Marxismo proporcionó una resolución lógica a la contradicción entre la producción social y la propiedad privada: La propiedad social, la redistribución de la riqueza y el gasto del gobierno a favor de la clase obrera y el campesinado.
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Identidad: El Marxismo proporciona a los trabajadores la comprensión de su papel central en el sistema capitalista de producción y distribución y en la transformación de ese sistema en una sociedad nueva, igualitaria y socialista democrática. El reconocimiento de los trabajadores y la comprensión de su papel central conduce a un mayor amor propio, orgullo y solidaridad, y generalmente lleva a que los trabajadores jueguen un papel activo en la lucha por los intereses inmediatos y estratégicos de la clase obrera. Igualmente importante, el Marxismo proporciona a los trabajadores una visión estratégica que liga las reformas inmediatas a un ‘programa de transición’ que acumule fuerzas para la toma del poder estatal y el establecimiento de un estado de trabajadores y campesinos. La identidad de los trabajadores – mejor entendida como conciencia de clase – es a la vez resultado del estudio marxista y del impacto de la acción de clase sobre principios MARXISTAS, un proceso dialéctico de aprendizaje y experiencia.
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La Batalla de Ideas: Las condiciones objetivas de los trabajadores (pobreza, desempleo y opresión) son necesarias pero insuficientes para desarrollar la lucha contra el capitalismo y el imperialismo. Los medios de comunicación de la élite, la propaganda consumista y el clero reaccionario actúan todos para desviar a los trabajadores de la solidaridad de clase y la movilización colectiva hacia ilusiones individuales y movilidad individual a costa de su clase. El MARXISMO es un instrumento imprescindible para desenmascarar las mentiras, ilusiones y manipulación de los medios de comunicación y ganar la batalla de las ideas: Proporcionando refutación lógica y clara de las ideas que justifican a la élite y al gobierno imperial e informando a los trabajadores de la comprensión alternativa de los beneficios de la propiedad colectiva y sus verdaderos intereses de clase.
Explicación adicional – Diez Razones para Difundir el Marxismo entre los Trabajadores
1) El Marxismo proporciona una perspectiva estratégica para ganar la lucha de clases, logrando la independencia nacional y estableciendo la solidaridad internacional de la clase obrera. El Marxismo incorpora tres elementos esenciales para profundizar en la comprensión revolucionaria para implicarse en la lucha de clases:
a) Experiencias comparativas históricas de luchas en países diferentes así como experiencias en momentos diferentes dentro del mismo país.
b) El marxismo se basa en una concepción materialista de la historia que da primacía a la relación dialéctica entre la organización económica, la estructura de clases, la lucha de clases, el estado y la ideología políticas y la organización para determinar la dirección de la historia. El Marxismo rechaza la visión mecánica de la historia como determinada por ‘ideas’ o ‘élites’.
c) El Marxismo proporciona un rico análisis de clases de las fuerzas y las luchas sociales, que determinan los cambios a gran escala y de larga duración. Rechaza la interpretación burguesa de la historia, que se fija en lo ‘individualista’ (Grandes Hombres) o en ‘teorías de élite’ de la historia. Los Marxistas no rechazan la importancia del liderazgo, sin embargo señalan que el ‘liderazgo’ es resultado de los movimientos sociales y del conocimiento que surge de las experiencias de clase.
2) El Marxismo proporciona la clave para la comprensión de la base de toda producción, distribución y valor – el trabajo. Por la centralidad del trabajo el Marxismo proporciona la base teórica y práctica para entender por qué la lucha obrera es la fuerza motriz del progreso histórico.
3) El Marxismo proporciona la crítica más extensa y completa al neoliberalismo y la alternativa económica y política más coherente y clara. Los Marxistas han proporcionado las críticas más claras sobre las privatizaciones y la defensa de la propiedad pública, el pago de deuda externa y la defensa de la inversión en el mercado local, la naturaleza de clase de los programas de ajuste estructural y las alternativas de socializar los sectores estratégicos de la economía (energía, electricidad, finanzas, comercio exterior etc.).
4) El Marxismo afirma las ventajas prácticas y morales de la solidaridad de clase contra las ‘soluciones’ individualistas a problemas estructurales tales como sueldo, sanidad y seguridad en el empleo. Aunque hay raras excepciones, la mayoría de los logros históricos de la clase obrera han ocurrido gracias a la organización colectiva.
5) El Marxismo proporciona una base materialista para construir la solidaridad internacional y exponer los fracasos históricos de la colaboración de clases entre los sindicatos estadounidenses y el estado imperialista y las multinacionales. Los Marxistas apuntan a la internacionalización del capital para formar la base material y la necesidad de que los trabajadores se organicen a través de las fronteras nacionales sobre la base de un programa de igualdad y anti imperialismo.
6) El Marxismo proporciona la comprensión más clara de la relación entre clase, género, ecología y nación. El Marxismo reconoce las desigualdades dentro de las clases (entre razas y género) y las diferencias y desigualdades de clase dentro del género, grupos étnicos y raciales. Los Marxistas combinan la lucha de la clase obrera contra el capital y el imperio con una lucha social dentro de la clase obrera en pro de la igualdad de género, de raza y de etnia.
7) El Marxismo ha proporcionado la única clara y completa comprensión del imperialismo: Cómo funciona, qué demanda y sus catastróficas consecuencias para los países explotados. Las teorías marxistas sobre el imperialismo son decisivas para rechazar la inversión extranjera, el libre mercado y el neocolonialismo en forma de NAFTA, ALCA y Plan Colombia al exponer el papel central de los estados imperialistas para concentrar las ganancias y el control del mercado.
8) Los Marxistas explican por qué los trabajadores juegan un papel fundamental en la lucha contra la explotación capitalista al señalar su papel central en la producción y la distribución. Si los trabajadores cierran las fábricas, bancos, transporte, energía y sistemas eléctricos, la economía no puede funcionar; las ganancias capitalistas se convertirían en pérdidas.
9) La perspectiva Marxista sobre la futura sociedad socialista alternativa está basada en la experiencia práctica de la producción social, la lucha colectiva y las victorias de transición, que amplían los poderes de toma de decisiones de los trabajadores. Los marxistas no ‘sueñan’ con una sociedad futura ni conciben del socialismo como una ‘utopía’. Para los Marxistas el socialismo se demuestra con la solidaridad diaria, compartiendo experiencias de victorias colectivas y el avance de servicios sociales socializados. El socialismo, la propiedad colectiva no es un ‘fin en sí mismo’ sinó un medio hacia una libertad individual más grande, seguridad social y más tiempo de ocio para estudiar, disfrutar y enriquecer la experiencia personal. La última meta del socialismo es el ‘Hombre Nuevo’ que a la vez goza de libertad personal y practica la responsabilidad social.
10) El MARXISMO tiene tanto una historia positiva como una negativa. El lado negativo del ‘Marxismo’ se encuentra en su sumaria expresión metafísica ‘Hegeliana’, que ‘nunca toca la tierra’ – que está desprovista del análisis concreto y divorciada de la lucha de clases. El Marxismo verdadero es histórico y empírico, relaciona la teoría con la comprensión de las experiencias concretas, históricas y contemporáneas.
El Marxismo negativo es dogmático, imitativo, y académico y depende de un ‘lenguaje exótico’. Está cerrado a nuevas ideas, experiencia y realidades. Todas las respuestas se encuentran en un libro cerrado mencionado por líderes o regímenes cuyas experiencias son copiadas sin consideración a las especificidades históricas, culturales, políticas y de clase. Los Marxistas académicos hablan entre sí en una jerga muy técnica divorciada de las luchas prácticas de los trabajadores y campesinos y son largos en críticas y cortos en soluciones y alternativas prácticas.
Los Marxistas positivos están abiertos a nuevos conceptos, examinando los fenómenos nuevos (problemas de burocracia, intelectuales, destrucción ecológica, Organizaciones no gubernamentales, etc.) e introduciendo conceptos nuevos que extienden el análisis Marxista a áreas nuevas. Los Marxistas aplican creativamente conceptos básicos a estructuras de clase específicas, particulares, históricas y culturales. Rechazan el ‘copiado’ mecánico de otros ‘modelos’ de revolución o estrategia política. Reconocen los cambios en el tiempo, lugar, estructura de clases y correlación de fuerzas. El Marxismo positivo no sólo ‘estudia’ los problemas sinó que está orientado hacia la acción. Para relacionar su análisis con la práctica emplea un lenguaje comprensible para los trabajadores. Por todas estas razones, el progreso del movimiento obrero, el desarrollo y la difusión de las ideas marxistas entre la clase obrera y la lucha de clases están ligados inextricablemente.
25 Marzo 2005