I. Modernización económica y entronización del «neoliberalismo económico». La economía mexicana ha sido sometida a un proceso intenso de cambios en distintos órdenes de la estructura conformada durante el largo periodo de actuación del modelo de industrialización vía la sustitución de importaciones, particularmente, debido a los saldos que arrojó el mismo hacia principios de los […]
I. Modernización económica y entronización del «neoliberalismo económico».
La economía mexicana ha sido sometida a un proceso intenso de cambios en distintos órdenes de la estructura conformada durante el largo periodo de actuación del modelo de industrialización vía la sustitución de importaciones, particularmente, debido a los saldos que arrojó el mismo hacia principios de los años 80 del siglo XX, contado con las variantes de estrategia observadas: crecimiento inflacionario, desarrollo estabilizador, desarrollo compartido y auge petrolero exportador, que más allá de sus enunciados programáticos y resultados específicos, en conjunto, al agotarse y entrar en una seria crisis, hizo inviable su continuidad y volvió indispensable el acometer modificaciones sustanciales que desembocaron en el modelo vigente de apertura regionalizada como fórmula maestra de inserción en la mundialización de los flujos y procesos económicos actuales.
El cambio del modelo de desarrollo económico en México de los años 80, abrió una etapa histórica de transformaciones en diversos órdenes, con distintos niveles e involucrando a diferentes actores sociales, pero en todos los casos, procesando cambios acelerados que irían trastocando gradualmente los diferentes espacios de la convivencia social.
El territorio de lo real sobre el cual emergió la sustitución de un paradigma económico por el otro, fue justamente el de os saldos del modelo agónico, sus activos y pasivos sistémicos, en la orientación estratégica de procesar el tránsito desde «una economía cerrada a otra abierta«, proyectándose esto como un ascenso hacia un status de modernidad económica, según uno de sus hacedores:
» ….quisiera reiterar los dos grandes lineamientos del proyecto de modernización económica: la estabilidad de precios y el cambio estructural . La primera significa un entorno predecible y propicio al crecimiento y la inversión…El cambio estructural representa, en el marco de la misma reforma, un reto todavía complejo y de más largo plazo. Las medidas para el cambio estructural se han reflejado en la apertura comercial, la innovación y adaptación de nuevas tecnologías, el fomento a la inversión, la promoción de las exportaciones no petroleras y de manera muy especial, el proceso de desregulación que nos permitirá mayor agilidad, menores costos para la economía en su conjunto y más eficiencia.» (1) .
Son estos los lineamientos de lo que podríamos llamar «el ideario de la reforma o modernización económica«, sobre la base del cual podemos desarrollar nuestro ejercicio de evaluación de su propio desempeño, ulteriormente.
En suma, si el modelo anterior «…llevaba al desarrollo endógeno de las fuerzas productivas; el nuevo intenta satisfacer simultáneamente dos objetivos. El primero, hacer de las exportaciones -no del mercado interno- la palanca del desarrollo. Y el segundo. Adecuar las políticas y condiciones externas a los dictados de convivencia dentro de una comunidad productiva transnacionalizada. De aquí que ahora importe más que nunca la estabilidad de precios, la ciudadanía universal de los derechos de propiedad, las garantías a las libertades económicas y la desregulación o privatización de las empresas públicas». En otras palabras, «..despolitización del manejo económico en los países en desarrollo….(y) asumir considerables acomodos internos…(como) prerrequisitos impuestos por la comunidad internacional» (2).
La relación entre los prerrequisitos externos de inserción a la economía globalizada y la necesidad de un conjunto de acomodos internos, sin duda, ha generado durante los últimos 20 años una amplia zona de conflicto y desequilibrio potencial del proceso transformador, que es a la vez, el espacio de las reformas y vinculaciones al proceso de mundialización, porque provocaron un conjunto de re-alineamientos, nuevas dinámicas y choques al traducirse en planes y programas con objetivos y metas definidos, que todavía no concluyen (sí, en lo fundamental, no en términos absolutos) y que tienen una multiplicidad de manifestaciones (por ejemplo, actualmente, las disputas por las «reformas estructurales» planteadas por el gobierno federal actual del Presidente Vicente Fox, que deben entenderse en esa doble perspectiva contradictoria o conflictiva), y que también, adicionalmente y en cierta medida, explican los resultados a la fecha, cuyos retos esenciales han sido tres:
- Mantener unificado y centralizado el control y la continuidad del proceso de mutación económica, más allá de los avatares del conflicto político propiciado por la propia dinámica transformadora.
- Efectuar el manejo del conflicto socio-político decantado, en términos de mantener la estabilidad mediante el ejercicio del marco constitucional para enviar constantemente señales de certidumbre socio-política a los agentes económicos.
- Desarrollar todo un proceso de innovación institucional en distintos órdenes, como condición indispensable para consolidar los cambios operados.
Al respecto, nuestra tesis es que este modelo de economía, en el trayecto del proceso histórico referido, articuló en una sola dinámica y en una nueva estructura económica, los resultados del modelo de sustitución de importaciones, particularmente los pasivos del mismo, con los que ha sido posible desarrollar mediante la implantación del nuevo modelo, lo cual le dio una severa vulnerabilidad sistémica que ha determinado el fracaso del modelo de inserción en la globalización, porque a partir de una cimiente interna inadecuada para enfrentar las problemáticas y retos que presenta el nuevo entorno mundial, no le ha permitido aprovechar las oportunidades existentes, por lo que los beneficios conseguidos a la fecha, son débiles y en declive. No resolvió la crisis estructural planteada por el modelo anterior, salvo en aspectos parciales, y sin embargo, agregó nuevos factores de debilidad estructural al funcionamiento del sistema económico. El resultado es un híbrido estructural incapaz de lograr una inserción eficiente en los procesos de mundialización del capital, sumiendo al modelo mismo en una tendencia de declinación o crisis histórica.
Es decir, a las secuelas de una sector industrial desarticulado, bloqueado para ascender a la segunda etapa de industrialización que implica la creación de un sub-sector productor de insumos, maquinaria y equipos industriales, un sector agrícola con una fuerte polarización productiva entre pocos espacios en vías de modernización y muchos otros con rezagos sustanciales, un conjunto de empresas del Estado subsidiadoras y con poca capacidad para operar con mínimos de eficiencia, un sistema de protección comercial altamente atrofiado y sin capacidad competitiva, mercados altamente concentrados y una mano de obra corporativizada con escasas aptitudes para la competencia, alto contenido de importaciones para la creación de producto, y un débil sector de investigación científica y tecnológica, más finanzas públicas totalmente erosionadas por el elevado endeudamiento (sobre todo eterno), la baja tributación y los mecanismos de subsidio y transferencias, se sumaron otros factores como los de una competitividad del sector exportador creado basada en el bajo costo de la mano de obra, un proceso creciente de maquila para la exportación, desintegración del sector de maquila respecto del resto de la planta industrial del país, una alta vulnerabilidad ante los factores determinantes de la inversión y el comercio externos, una poderosa concentración del sector exportador en términos de mercado, sector, empresa y producto que le impide desarrollar una importante irrigación de beneficios al resto del la economía, una política casi permanente de estabilización económica, baja inversión y bajo crecimiento del PIB real y per cápita.
Esta simbiosis compleja conforma hoy la dinámica estructural básica del modelo económico mexicano, en la que se concentran sus posibilidades y restricciones, sobre cuya base se mueve coyunturalmente dicho modelo en torno a las variables que gravitan en ella, a veces unas más que otras, y que acusa la influencia de los programas y acciones de gobierno y de las vinculaciones estructurales con el exterior, y que en forma agregada denotan y expresan el perfil de dicha coyuntura en diferentes espacios de tiempo, lo que intentaremos analizar ulteriormente.
1) Los dos motores centrales del modelo económico actual son: la inversión privada y las exportaciones, o dicho de otro modo, el esfuerzo de inversión con la orientación central al comercio con los mercados externos, regionalizados y globalizados, que expresan la globalización de los flujos económicos: los comerciales, financieros y tecnológicos, y lo son, en la medida en que constituyen los ejes para el desarrollo económico: la inversión privada, nacional y extranjera (a la cual se otorga trato nacional), movida por las ganancias, y la conformación de un sector exportador competitivo como centro dinámico de la acumulación de capital, sustitutos ambos de la preeminencia antes asignada a la inversión pública (como variable independiente), al sector público y al mercado interno en los objetivos de crecimiento y desarrollo social. Este último, se ha dicho, llegará como uno de los grandes efectos de la expansión de la inversión privada (que aporta empleo, ingresos, consumo y elevación del nivel de vida, incluyendo una mayor variedad y calidad de productos de importación) y del flujo de exportación, dinamizador del conjunto de la economía.
Los flujos financieros globalizados aportan el componente internacional de la inversión, directa y de cartera, el acceso competitivo al crédito internacional (mercados de capital), y junto con la corriente de exportaciones, están llamados a ser los propulsores directos de un flujo sostenido y cuantioso de divisas que asegure al país no recaer en los estrangulamientos por escasez de ellas en el sector externo. Las exportaciones petroleras (a pesar de ciertas fluctuaciones en el precio internacional) y las crecientes y abundantes remesas de nuestros co-nacionales desde EUA, constituyen poderosos elementos adicionales de certidumbre para el manejo de la balanza de divisas y el tipo de cambio.
La flotación monetaria, actuando como ancla antinflacionaria (dado el alto componente importado de la planta industrial, y particularmente hoy, del producto de exportación) y como escudo contra las variaciones repentinas de los flujos de ingresos en divisas para el país, así como de los movimientos especulativos del capital financiero internacional (vía mercado de divisas) cierran un círculo casi perfecto en el sector externo de la economía, espacio reiterado de severas restricciones al crecimiento y desarrollo de la nación (1976, 1982, 1988 y 1994)
Y decimos «casi perfecto» porque para que el modelo funcione eficientemente, además de lo ya mencionado, debe existir en el frente externo, no solamente un sector exportador competitivo, sino mercados susceptibles que penetrar y disputar, para lo cual la adhesión de México al libre comercio (ingreso al GATT y luego a la OMC) se ha expresado en la proliferación de Tratados Internacionales para crear zonas de comercio libre que encuadren, además, los flujos de inversión. El más trascendente e influyente para nuestra economía es obviamente el TLCAN, pero esperando un impacto mayor en el mediano y largo plazo, se suscribió otro con la Unión Europea y recientemente con Japón, además de otros en Latino América, y de adherirse México a los esfuerzos por llegar a concretar el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, promovido desde Washington a principios de los años 90 del siglo XX.
2) Conforme a las formulaciones neoclásicas de los modelos endógenos de crecimiento, como el formulado por Robert Solow, y el planteamiento de las expectativas racionales de Lucas, las dos vertientes de la inversión privada, para su efectividad y concreción eficiente, deben actuar bajo el supuesto de dos atributos centrales: la promoción e incremento del ahorro interno y la innovación tecnológica sostenida, como pivotes de la disponibilidad de fondos para la inversión y del crecimiento de la productividad del trabajador, la calidad de los productos, la eficiencia competitiva y la generación máxima de ganancias, es decir, como mecanismos insustituibles de la expansión de la empresa privada, precondición para que ella cumpla su función en los objetivos de bienestar social.
3) Subordinada y funcional a las correlaciones anteriores, está la inversión del Estado mediante la parte que al efecto asigna vía el gasto público, así como el conjunto de políticas públicas (la política económica) que pretenden construir el entorno más favorable posible para dar viabilidad al modelo mismo, a la expansión de sus variables centrales.
En las funciones económicas del Estado, severamente acotadas, se efectúa un ajuste muy amplio consistente en la venta masiva de activos públicos, hay un rechazo absoluto a la presencia del Estado-empresario, así como en los paradigmas sobre el manejo de las finanzas públicas: son intolerables para los mercados los déficit que expresen puntos enteros con relación al PIB en la relación ingreso total /gasto total, por lo que el paradigma dominante pasa a ser el equilibrio de las finanzas públicas e incluso, el superávit de ellas, como mensaje de certidumbre, fortaleza y sano manejo macroeconómico desde el Estado, así como funcional dentro de los objetivos de «guerra total» a la inflación.
Sin embargo, los niveles de endeudamiento público, interno y externo, se elevan como efecto de los requerimientos financieros siempre superiores a la disponibilidad de recursos, pero se asegura el manejo no explosivo de la misma, dando puntual servicio a ambas, mediante restricciones presupuestarias en otros rubros (sociales y de gasto corriente) y apoyándose en los ingresos petroleros que se transfieren en más de un tercio del total a las arcas públicas por la vía fiscal.
La actividad del Estado como promotor directo del bienestar social mediante gasto público en programas de cobertura amplia, se cancelan y subordinan a los objetivos antes expuestos, y los que sobreviven se dan bajo los enfoques del Banco Mundial de estricta focalización para los grupos altamente vulnerables situados en la pobreza extrema.
La inversión pública se desarrolla así circunscrita a apoyar la expansión de la inversión privada (en infraestructura, particularmente) y bajo criterios de selectividad en la orientación de favorecer un entorno propicio para el crecimiento de la empresa privada.
Las funciones normativas y reglamentarias del Estado (reguladoras) para los agentes económicos en los distintos mercados han sido sensiblemente disminuidas y hasta repudiadas, y se consideran progresivamente renunciables al máximo posible, para favorecer la incidencia del capital privado, nacional y extranjero, en los diferentes ámbitos de la actividad económica y social.
Aspecto a destacarse, es el de otorgamiento de la autonomía al Banco Central, con enmienda de fondo a sus funciones sustantivas: ya no son las de impulsar el crecimiento económico, sino el control irrestricto de la inflación mediante sus políticas monetarias, a cargo, por lo regular, del propio crecimiento económico, variable que por ello, pasa a ser fundamental en el manejo de la economía.
Entonces, podemos sintetizar identificando dos grandes espacios de transformación y una consecuencia históricamente relevante en la sustitución del modelo económico realizado en México: a) la apertura amplia de la economía en lo comercial y financiero, y b) el cambio estructural en el funcionamiento del Estado. Con ambos procesos se ha diseñado también un modelo de inserción en la globalización, expresándose materialmente en la regionalización de la economía mexicana dentro de la zona de América del Norte.
Las fallas y virtudes del modelo económico, entonces, tienen que ver con sus dos motores, su atributo central y las derivaciones inherentes a él, las modalidades de participación del Estado en el impulso del modelo, más todo lo que éstos factores implican en cuanto a la dinámica de las variables esenciales mencionadas y de otras dependientes e integradas al modelo de economía vigente en México, como son: crecimiento económico, competitividad exportadora, generación de empleos, niveles de consumo, bienestar social, equilibrios macro económicos, desarrollo micro-económico o control de la inflación, todas, en términos de su comportamiento específico. Estas, en su elaboración teórica idealizada, su promoción y defensa ideológica y propagandística, apuntalaban los objetivos y fines económico-sociales declarados, que se pueden resumir en tres aspectos fundamentales: crecimiento económico sostenido, desarrollo social y estrechamiento de los diferenciales de progreso con los países más avanzados del mundo. Veamos algunos de los saldos a la fecha en los ámbitos señalados.
II. La coyuntura económica de hoy determinada por la estructura.
El neoliberalismo en general, y en su versión mexicana en particular, (3) como doctrina económica inspiradora de políticas públicas tiene atributos insustituibles desde su propia lógica que se caracterizan por: alta inflexibilidad, severo apego doctrinario, respuestas casi calcadas de experiencias externas y ofertas únicas, excluyentes, para las problemáticas existentes.
Es decir, se concibe como un modelo sin alternativas, más allá de las que visualizan sus propios inspiradores y hacedores públicos, a pesar de los magros resultados de largo plazo y de las evidencias progresivamente mayores de agotamiento histórico del modelo con ellas conformado Todo, soportado por poderosos intereses financieros y comerciales interno-externos y apuntalados por un aparato de promoción mediática «fabricante de consensos artificiales»
Las políticas públicas predominantes hoy en México obedecen fundamentalmente a esta concepción y mecánica en juego, aunque el disenso y la creatividad al respecto tienen cada vez una mayor resonancia en todos los ámbitos sociales. Por tanto, nuestra hipótesis central para el desempeño de la economía en 2005 es la siguiente:
La economía mexicana reducirá o en el mejor de los casos igualará «grosso modo» su desempeño comparativamente con el comportamiento observado durante 2004 ante el peso de los factores negativos de orden estructural que gravitan, articulados con otros de la estructura y coyuntura mundial, respecto de los cuales nuestra economía es altamente vulnerable, lo que aunado a la inflexibilidad de la política económica en general, y de la política monetaria restrictiva en particular (que requiere reforzarse para reducir más la inflación obtenida el año anterior), así como ante el escaso margen de maniobra que le dejará al gobierno una caída pausada pero real de los precios internacionales del petróleo, más el alza en las tasas de interés en EUA (que tendrá que revisar su dinámica económica expansiva dados sus desequilibrios financieros influyendo con ello en el ritmo de la economía mundial), y el año preelectoral en México, configurarán un cuadro de conjunto con crecimiento económico, generación de empleos y bienestar para los mexicanos muy limitado, porque ante la ausencia de correctivos estructurales y cuando ellos son de mediano o largo plazo, las variables centrales en la coyuntura topan con tales restricciones, especialmente cuando se reanuda el crecimiento, frente a todo lo cual, y ante una espera impaciente por mejoras importantes, los ciudadanos deberán pensar y valorar seriamente las alternativas viables al modelo económico actual.
Valoraremos entonces lo sucedido en 2004 y ofreceremos una perspectiva para 2005.
Estructura y coyuntura mundial: lo esencial.
La economía estadounidense, tanto en su recesión (a partir de 2001) como en su reanimación (a partir de 2003), «jaló» a la economía regional e internacional, aunque en forma asimétrica conforme a las opciones de política económica puestas en práctica y de conformidad con la profundidad y amplitud de los nexos estructurales con cada una de ellas, así como el grado de su interacción, pero en los distintos casos, la influencia ha sido muy perceptible, particularmente en 2004, como se aprecia en el Cuadro No. 1
Cuadro 1: Crecimiento Anual real %, Países Seleccionados, 2000-2004.
País |
2000 |
2001 |
2002 |
2003 |
2004 (*) |
EUA |
3.7 |
0.8 |
1.9 |
3.0 |
4.4 |
México |
6.6 |
-0.1 |
0.7 |
1.3 |
4.3 |
Zona Euro |
3.5 |
1.6 |
0.8 |
0.5 |
1.8 |
Japón |
2.8 |
0.4 |
-0.3 |
2.5 |
3.0 |
Brasil |
4.4 |
1.3 |
1.9 |
-0,2 |
4.7 |
Chile |
4.5 |
3.4 |
2.2 |
3.3 |
5.4 |
Argentina |
-0.8 |
-4.4 |
-10.9 |
8.7 |
7.5 |
Fuente: Examen de la Situación Económica de México, Bnamex- City Group, No. 947, Noviembre, 2004, p.461
(*) Dato estimado.
Destaca la sincronía del ciclo EUA-México, una mayor disparidad Zona del Euro-México, y aún, mayor asimetría Japón- México, las otras «locomotoras mundiales». Dicha recuperación tuvo como motores dinámicos los siguientes factores que la determinaron: el aumento del consumo privado, la inversión y el endeudamiento.
También, podemos considerar otras variables actuantes en la economía de EU:
- El sector industrial estadounidense
- Hay tres indicadores en EUA que determinan la expectativa de corto plazo desde el ángulo del consumo privado, un motor fundamental de la misma: el índice de Confianza del Consumidor que fue de 92.6 puntos en noviembre de 2004 y pasó a 102.3 puntos en diciembre, el más elevado para ese año, registrando un aumento notable sobre el nivel precedente. El otro es el Índice de Expectativas que pasó de 90.2 a 99.9 puntos; y el tercero es el Índice de Situación Presente, que creció desde 96.3 a 105.9 puntos, para el mismo bimestre del año señalado. (6), en lo cual influyó: la caída de los precios internacionales del petróleo, su impacto en la estructura de consumo privado, así como la generación de nuevas oportunidades de empleo.
- No obstante, el crecimiento de la tasa anual inflacionaria y las propias cifras sobre empleo, hacen temer un «sobre-calentamiento económico» que va a ser necesario combatir. Veamos: a) el Índice de Precios al Consumidor cayó 0.1% en diciembre, primer descenso desde julio de 2004, según el Departamento de Trabajo, a pesar de lo cual, la inflación anual para dicho año será de 3.3% impulsada por un incremento de 16.6% en los costos de energéticos, el nivel más alto desde 1990, y una inflación anual superior a la esperada (1.9% en 2003) y la más elevada en los últimos cuatro años. (3.4% en 2000). No obstante, uno de los Gobernadores del Banco de la Reserva Federal, Ben Bernanke expresó su confianza al respecto diciendo que: «Inflation is likely to remain under control
- Por otro lado, los «déficit gemelos» de la economía estadounidense son abultados, y aunados a los datos sobre las variables antes mencionadas, tienen una gran influencia en las variables financieras que proyectan las expectativas de los inversionistas, en términos de certeza y rendimientos: a) al mes de noviembre de 2004, el déficit comercial fue de $60.3 billones USD (51.6 billones en octubre), dado que las exportaciones alcanzaron los $95.6 billones USD, pero las importaciones tuvieron un nivel récord sumando $155.8 billones USD, particularmente, las importaciones de petróleo aumentaron 17.7% y alcanzaron un valor de $14.2 billones USD el mismo mes. El Déficit en bienes y servicios se incrementó 7.7% sumando arriba de los $170 billones USD el mismo mes (contra 162 billones a octubre). Este déficit de cuenta corriente es del 5.6% del PIB; b) el déficit público equivale a 3.6% del PIB (10), y presiona seriamente a la economía por tres temas inherentes: la seguridad nacional, la seguridad social y las pensiones de los trabajadores. De allí la necesidad de reducirlo y financiarlo, pero también la gran dificultad de ello.
- La tasa de interés líder en los mercados de dinero, la que pagan los Bonos del Tesoro estadounidense («réditos de los Bonos federales») a 10 años (4.0% en promedio durante 2003), ha tenido una trayectoria alcista desde noviembre de 2004, hasta las dos primeras semanas de enero, al situarse en 4.18% y 4.28%, respectivamente, estabilizándose luego en 4.18%, en la tercera semana del mes. (11) Los índices bursátiles registran un comportamiento expresado en el cuadro No.2, mostrando cómo evolucionan a la baja (siempre con respecto a la última jornada), desde principios de noviembre de 2004 hacia la tercera semana de enero de 2005, con pérdidas en el valor de las acciones, no muy pronunciadas pero sí generalizadas (salvo en AMEX Index a mediados de diciembre de 2004), en cuanto se conocen los reportes sobre los fundamentales de la economía estadounidense y resultados de las empresas.
- El dólar estadounidense tuvo trayecto de debilitamiento en los mercados cambiarios frente a las monedas de sus principales competidores mundiales, las naciones de la Euro-Zona Monetaria y las monedas asiáticas, particularmente el yen japonés. Veamos: si partimos del valor del Euro frente al dólar en octubre de 2000 con respecto al registrado al término del 2004, la pérdida de valor del segundo frente al primero ha sido espectacular: 65.59 %; la caída frente al Euro en promedio durante 2004, fue de 8.25% (12), bajo influencia de: la doble posición deficitaria estadounidense, y la depreciación del dólar, que nutrió el deterioro financiero y las presiones inflacionarias.
, que comenzó su recuperación a partir del segundo semestre de 2002 (0.8%), alcanzó su auge en mayo del año pasado (5.8%) y se mantuvo arriba de 4% hasta septiembre del mismo año, pero redujo su dinámica en noviembre cuando alcanzó 3.8% de crecimiento, en todos los casos, respecto al mismo mes de 2003. Y en diciembre, creció en 0.8% (4), alcanzando una tasa anual de 5.2% para 2004, considerada buena porque sostiene su dinámica creciente, aunque menor que al término del primer semestre. La producción manufacturera creció 6.0% en 2004, respecto a 2003 (5), tasa superior a la producción industrial.
» (7), seguramente pensando en el recurso de elevar las tasas de interés, como dictan los cánones del enfoque dominante ; b) el propio Departamento de Trabajo informó que en octubre se crearon 337,000 puestos de trabajo, superando las expectativas de crear 190,000 plazas en dicho mes, habiéndose revisado al alza las cifras dadas a conocer para septiembre: 139,000 en lugar de 96,000 previstos. (8) La misma fuente oficial confirmó la creación en la segunda semana de enero de 2005, de 48,000 empleos adicionales (9), a pesar de que la tasa de desempleo se ubicó en 5.5% en octubre, y cuando en septiembre fue de 5.4%, variable impactada por la industria de la construcción cuya dinámica de inversión es fuerte, al crecer en 5.7%% el año anterior.
Cuadro 2: Comportamiento del Mercado Accionario Estadounidense.
Índice Bursátil |
7/11/04 Variaciones Puntos % |
12/12/04 Variaciones Puntos % |
19/1/05 Variaciones Puntos % |
D J Industrial S & P 500 |
4.50 0.39 |
– 9.60 0.09 – 1.24 – 0.10 |
– 88.82 -0.84 – 11.35 -0.95 |
NASDAQ Comp.. |
15.31 0.76 |
– 0.94 – 0.04 |
– 32.45 -1.54 |
AMEX Index |
-2.30 – 0.17 |
5.51 0.40 |
– 5.78 -0.41 |
Fuente: Elaboración propia con datos de «Análisis Santander» «El Indicador Semanal», Diciembre 13 de 2004, Enero 10 y Enero 17 de 2005. Sección Economía Internacional
Tomando en conjunto todos los datos anteriormente presentados, obsérvese las interrelaciones causales siguientes::
a) al perder fuerza relativa el ritmo de la recuperación económica en EUA, presiona al alza la inflación; b) se deterioran las finanzas públicas y las cuentas externas y se extienden, paulatinamente a la baja, las expectativas en los instrumentos financieros; c) avanzan entonces, paralelamente, la pérdida de valor del dólar ante el euro, principalmente, y el alza en las tasas de interés, aunque en forma moderada, las cuales requieren mantener dicha tendencia para quitarle presión a la estructura de precios y buscar reducir el déficit fiscal (cuyo necesario financiamiento, sin duda, consolidará el movimiento indicado, pero puede también acelerarlo), dependiendo de la fortaleza de los controles que se establezcan, de su profundidad y duración, así como el déficit comercial, que puede también, en la lógica de las medidas unilaterales que EUA suele tomar ante situaciones parecidas, suscitar acciones de corte proteccionista, por lo menos temporales.
La Unión Europea en 2004 prefirió mantener una tasa de crecimiento económico muy moderada en términos reales (cayó de 3.5% anual en 2000 a 1.8 en 2004), aunque un poco mayor que los dos años anteriores, para mantener la tasa inflacionaria baja y controlada (osciló entre 2.3 y 2.1% anual en el periodo 2000-2004) (13), permitiendo el descenso de sus exportaciones por la vía de la apreciación del Euro y rechazando cualquier política de perfil activo desde el Banco Central Europeo, incluso, a costa de no poder reducir la tasa de paro laboral. Nuevamente, el enfoque dominante.
En consecuencia, la situación de la economía de los EUA, factor fundamental y determinante interno-externa de la dinámica más probable de la economía mexicana, contiene en su movimiento presente tres factores que impactarán en alta medida las posibilidades de crecimiento de ella durante el año 2005, y las variables más generales de su desempeño:
- Si el impulso industrial actual, particularmente el manufacturero, pierde vitalidad en los próximos meses, debido a la necesidad de atajar el déficit externo y las presiones inflacionarias, con un alza gradual pero sostenida de las tasas de interés que restrinjan la inversión productiva, interna y externamente, así como con instrumentos proteccionistas, harán un efecto severo en el sector exportador mexicano y en la demanda agregada, esencialmente, por la sólida articulación del sector manufacturero estadounidense con el mexicano, en especial, con la maquila de exportación, desplazando así inversión desde estos sectores al mercado de dinero y reduciendo las exportaciones mexicanas.
- La necesidad de financiar el déficit público y aumentar el ahorro interno, y reposicionar al dólar estadounidense en los mercados mundiales de divisas, hará que la Reserva Federal opte por seguir financiando parte del mismo con deuda, presionando así la elevación de las tasas de interés, estimadas en 4.9% promedio para 2005), induciendo alzas en las tasas líderes internacionales (se estima también, que la Tasa LIBOR a 3 meses pase de 1.7 a 3.3.% este año, por ejemplo) (14) y nacionales (como la mexicana), provocando mayor volatilidad en los mercados, con consecuencias en el comportamiento de la inversión productiva, nacional y mundial, que se reducirá ostensiblemente.
- Un factor externo importante en esta coyuntura será el precio promedio internacional del barril de petróleo (se movió en un rango de entre 35 y 45 dólares el barril, «grosso modo») (15), de gran relevancia en las importaciones de EUA, los costos de energía en el proceso productivo y la estructura de precios, cuya evolución estará marcada por tres eventos trascendentes: a) una tendencia a la baja -que se detendrá durante la temporada de invierno, impulsada por dos factores: la baja en las reservas estratégicas de EUA para enfrentar dicha temporada (9% menos en la primera semana de enero de 2005 con respecto al 2004) (16), y el mayor consumo habitual durante la misma, que aumentará la demanda mundial-; b) de consolidarse gradualmente la disminución del ritmo de crecimiento de la economía estadounidense, más el efecto inducido en los grandes consumidores de Occidente y Oriente, la demanda mundial debilitada tenderá a reintroducir con cierta fuerza la tendencia a la baja del precio promedio (cayó durante los meses de noviembre y diciembre de 2004), aunque no tan pronunciada como algunos querrían, porque la situación político militar en vías de agravamiento en Irak, los problemas de producción en países como Nigeria y Noruega, y las amenazas contra Irán desde el gobierno de EUA, mantienen un grado muy elevado de tensión en el Oriente Medio; c) a pesar, también, de que la OPEP acordó en su reunión de diciembre recortes a la producción (por día debía ser de 27.0 millones de barriles y era, para el mes mencionado, de 28.2 millones de barriles, sin Irak). Por lo tanto, la reducción a partir de enero de 2005 será de un millón de barriles diariamente) (17) para consolidar la tendencia a la baja luego de la elevación de la demanda mundial por la temporada invernal, lo que repercute con fuerza en exportadores como México.
La perspectiva más probable para México:
La economía mexicana salió apenas durante el año anterior de su estado recesivo (2001-2003) alcanzando un crecimiento del 4.4%. Sin embargo, tiene importantes obstáculos para consolidar en el mediano plazo este proceso, que se remiten a elementos de la estructura y coyuntura económicas, así sea consideradas en términos básicos, las cuales, de ignorarse y no valorarse, ocasionan parcialidad y superficialidad en el análisis, porque dicha relación orgánica expresa, en esencia, el curso real de la economía mexicana, los obstáculos que encuentra y las estrategias, programas y acciones del gobierno federal para hacerles frente.
1. Las variables estructurales importantes, que por razones de espacio no detallamos, pero sin las cuales el análisis se sesga, son cinco (18):
- El agotamiento del modelo neoliberal de inserción regionalizada en la globalización
- La continuidad en esencia y de largo plazo de las políticas económicas
- El bloqueo de los motores endógenos del crecimiento económico
- La des-industrialización creciente de la planta productiva
- El desgaste severo de los factores de competitividad
, que tiene distintas vertientes, pero dos fundamentales: carencia de bases internas sólidas de crecimiento y amplia vulnerabilidad externa.
bajo el mandato y supervisión del FMI que subordinan al combate inflacionario cualquier otra variable económica, es decir, las vuelven funcionales a aquella.
(inversión privada y exportaciones), no permite avanzar en la generación de valor agregado de la oferta exportable dada la incidencia de variables de restricción externa que los vulneran, a lo que se agrega la enorme dependencia de las importaciones para poder exportar (incluyendo la maquila).
bajo el efecto combinado del predominio del sector comercial, la disminución del mercado interno, la desintegración de las cadenas productivas sectoriales, la reducida competitividad, la retracción de la inversión pública, el peso del sector maquilador poco imbricado con el resto de la planta industrial, y la recesión económica reciente que retuvo la reconversión tecnológica.
que permitieron al modelo avanzar parcialmente en la década más reciente dentro del TLCAN, pero que no fueron sustituidas en tiempo y han ocasionado un retroceso considerable en las perspectivas del propio modelo hacia el futuro inmediato y mediato, agudizado por el concurso de nuevas potencias exportadoras.
2. Para el FMI, con gran influencia en la conducción económico social de nuestro país desde hace décadas, nuestra economía tiene dos grandes requerimientos y cuatro retos relevantes (19) que podemos enunciar así desde nuestra interpretación:
Los requerimientos:
- Reducir el alcance de un presupuesto público dependiente de los ingresos petroleros volátiles, fortaleciendo los ingresos no petroleros mediante una reforma fiscal importante.
- Orientar los ingresos extraordinarios proporcionados por el actual «Boom» de los precios internacionales del petróleo a la inversión productiva y al ahorro, para consolidar las finanzas públicas, las cuales se nutrirán de una mayor eficiencia que alcance PEMEX, de una importante reforma al sistema de pensiones, evitando así incurrir en recortes al presupuesto cuando los ingresos petroleros declinan o lo hacen otras variables de impacto.
Los retos:
- Mejorar el desempeño económico
- Lograr una meta inflacionaria de largo plazo
- Reducir la vulnerabilidad por deuda externa.
- Revitalizar la ruta de las reformas estructurales
La pregunta que se impone es ¿cómo?. Ellos mismos responden: flexibilizando las condiciones del mercado laboral para debilitar sensiblemente los factores de rigidez de los salarios representados por las organizaciones sindicales y los contratos colectivos (reforma laboral, cuyos dos ejes centrales son: el trabajo flexible que permita abatir los costos productivos por esa vía, así como la introducción de la figura del «trabajador polivalente» que vulnera el principio de la división del trabajo en aras, igualmente, de restar cuantía al costo salarial), aumentando la calidad de la infraestructura del país con inversiones importantes en ella, haciendo más restrictiva la política monetaria para alcanzar los objetivos inflacionarios (3.0% del 2005), propiciando un incremento de la credibilidad del Banco de México (Banxico), en sus pronósticos, bajar las expectativas inflacionarias de los agentes económicos, y ayudar a estabilizar las tasas de interés y el tipo de cambio (sin olvidar la influencia que en el comportamiento de éste último tiene la liberalización de la cuenta de capital y la entrada de divisas). Todo, para un corto plazo como visión dominante.
3. México creció a una tasa real anualizada del 4.4% del PIB, no como resultante de una estrategia deliberada que aplicó un programa concretado en determinadas medidas y con los instrumentos de política económica idóneos, sino por sus severas deficiencias estructurales : lo «jaló» en su dinámica expansiva la economía de su principal socio económico, los EUA, en tanto, los gobernantes nacionales se dedicaron a cuidar durante tres años (2001-2003) el marco macroeconómico, su estabilidad y equilibrio para esperar el momento del impulso externo. No más, y muy insuficiente, por cierto. Ver el Cuadro No. 3.
Complementariamente, conforme a datos de INEGI (20), podemos establecer que:
- En valor monetario y para 2004, las exportaciones totales ascendieron a $ 189,130 millones de USD (14.7% más que en 2003), y las importaciones a $197,247 millones USD (15.7% más respecto al año anterior), por tanto, un déficit de $ 8,117 millones (44% mayor al de 2003), lo cual tiene relevancia porque, nuevamente, apenas se reactiva la economía nacional y se agranda el déficit comercial, pero sobre todo, a pesar de los ingresos petroleros extraordinarios no usuales (el valor de las exportaciones fue de $23,706 millones USD, un incremento de 27% más que el año que terminó).
- Lo anterior refleja dos componentes del agotamiento del modelo de economía y del pensamiento que le anima: el declive de la competitividad de las exportaciones mexicanas y la débil agregación de valor en las mismas, así como el alto contenido de importación de la planta industrial, porque los insumos intermedios sumaron el año de 2004, $149,289 millones USD (15 % más que en 2003), en tanto, los bienes de capital alcanzaron una suma de $ 22, 599 millones USD, 11.8% más que en 2003, lo que significa que los insumos son vitales para conformar la oferta exportadora y la reconversión de las plantas industriales avanza lentamente (además de existir capacidad instalada ociosa estimada entre 30y 50%, dependiendo de la rama industrial) luego del estancamiento económico de tres años. Desde luego, en detrimento de la competitividad industrial del país y de la consolidación de un círculo económico nefasto: baja inversión en reconversión de las plantas productivas, escasa agregación de valor en los productos de exportación, alto contenido de importación en la oferta exportadora, amplia e incesante salida de divisas por este concepto, impulso al déficit comercial por baja competitividad, reforzamiento de la des-industrialización del país y vulnerabilidad estructural desde los componentes externos de la inserción en la globalización.
Cuadro 3: Comportamiento de la Economía Mexicana en 2004.
(% y Millones USD)
Indicador |
Periodo |
Tasa de Crecimiento Anual |
Tasa de Crecimiento Mensual |
Producto Interno Bruto |
3er Trimestre |
4.4 (a) |
0.64 |
Actividad Industrial |
Noviembre |
5.24 |
0.24 |
Tasa de Desempleo Abierto |
Diciembre |
3.04 |
0.08 |
Exportación de Mercancías (c) |
Diciembre |
7.02 (f) |
-2.01 |
Importación de Mercancías (d) |
Diciembre |
13.4 |
-1.11 |
Saldo de la Balanza Comercial |
Diciembre |
88.4 (e) |
n.s. |
Inversión Fija Bruta |
Octubre |
6.5 |
0.52 |
Fuente: INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales, www.inegi.gob..mx/est/contenidos
Notas: (a) (b) Índice 1993=100; (c) comprende el periodo de diciembre de 2003 al mismo mes de 2004 (d) Igual al periodo antes mencionado, valoración en USD FOB; n.s. = no significativo; (e) El dato es en valores monetarios USD: (f) Por su parte el crecimiento de la exportación manufacturera fue de 21.1% en enero- noviembre de 2004.
5. En cuanto al combate a la inflación, orientado por objetivos específicos desde Banxico, y piedra angular del modelo económico, tiene como instrumento preferido «el corto» monetario, con tres propósitos esenciales: reforzar la posición monetaria del Banco Central, reducir las expectativas inflacionarias e inducir una elevación de las tasas de interés, consolidar, una y otra vez, una política de restricción monetaria («amarre de la economía») bajo el imperativo de cumplir los objetivos inflacionarios. Desde luego, el costo en términos de desempleo es alto: al cierre del año la Tasa de Desempleo Abierto (TDA) alcanzó una cifra récord de 3.78% con respecto a la Población Económicamente Activa (PEA), habiendo sido de 3.60% en octubre de 2004, lo que significa que se aceleraron los despidos con la llegada del fin de año.
La inflación anual resultó mayor de lo esperado (se pronosticó un INPC de 4.0%), a pesar de que fue un año de severa restricción monetaria porque en el periodo enero-noviembre, Banxico ajustó en ocho ocasiones la liquidez de la economía mediante aumentos en el «corto monetario», pasando de $25 millones de pesos diarios a $68 millones (21).
Tales resultados, tienen que hacer pensar a la autoridad monetaria en un virtual agotamiento de la efectividad del instrumento antiinflacionario, ya que no se cumplen los objetivos y se sujeta el crecimiento y la expansión empresarial excesivamente, siendo necesario enfatizar los aspectos de orden estructural, como la caída de la productividad, la concentración sectorial de mercado, la falta de reconversión tecnológica de las plantas industriales, etc., que aunque no tienen solución de corto plazo, posibilitan un enfoque distinto en la lucha contra la inflación, y a partir de ello, la puesta en escena de instrumentos diferentes, aunque se aduce que fueron los «shocks» de precios habidos durante el año, básicamente en alimentos (como los problemas de la carne de res por el asunto de «las vacas locas», el pollo y el jitomate) los que dificultaron el cumplimiento de las metas trazadas.
Pero, es necesario validar y ponderar el peso real de los eventos que nutren los argumentos presentados para que ellos no se conviertan en pretexto, o lo que es peor, en «chivos expiatorios» de un fracaso evidente, aunque parcial en la materia. Decimos «parcial», porque se ha reducido sostenidamente la inflación, pero es un «fracaso» porque no se han obtenido las metas planteadas públicamente.
Cuadro 4: Evolución del Índice Nacional de Precios al Consumidor, % 2004.
Periodo |
Variación Anual |
Variación Mensual |
Acumulada en el Año |
Enero |
0.62 |
4.20 |
0.62 |
Febrero |
0.60 |
4.53 |
1.22 |
Marzo |
0.34 |
4.23 |
1.57 |
Abril |
0.15 |
4.21 |
1.72 |
Mayo |
-0.25 |
4.29 |
1.46 |
Junio |
0.16 |
4.37 |
1.63 |
Julio |
0.26 |
4.49 |
1.89 |
Agosto |
0.62 |
4.82 |
2.52 |
Septiembre |
0.83 |
5.06 |
3.37 |
Octubre |
0.69 |
5.40 |
4.09 |
Noviembre |
0.85 |
5.43 |
4.97 |
Diciembre |
0.21 |
5.19 |
5.19 |
Enero-Dic. 2003 |
– |
3.98 |
3.98 |
Fuente: INEGI con datos de Banxico, Índices de Precios.
Al respecto tenemos, que el índice de Precios al Productor (IPP) sigue también una tendencia alcista: tuvo un crecimiento de 8.02% durante 2004 (6.76% para 2003), lo que implica que una parte de los aumentos del precio de los insumos para la producción fueron absorbidos por los empresarios con cargo a la rentabilidad de sus negocios, frente a una demanda que se reanima con cierta lentitud.
La política monetaria restrictiva anti-inflacionaria al profundizarse provocó una pausada pero persistente elevación de las tasas de interés que respondieron a las siguientes determinantes: la política de tasas de interés del Banco de la Reserva Federal de EUA, la volatilidad internacional, las condiciones del mercado nacional de fondos a crédito y la oferta de inversión extranjera, particularmente bursátil.
6. La tasa de interés nominal de corto plazo se movió en un rango de entre 4.8 y 6.3% en el periodo enero-noviembre de 2004, y para el largo plazo el rendimiento se movió entre 4.3y 10.5% anual, para el mismo periodo. (22) Por ejemplo, la tasa nominal de Cetes a 28 días fue de 6.82 % en promedio durante el año mencionado, y la TIIE nominal a 28 días fue de 7.15%, también en promedio. (23) Desde luego, niveles más altos que las tasas de la FED, lo que coadyuvó a la estabilidad macroeconómica, además de las buenas recomendaciones de las calificadoras de valores, haciendo posible reducir la tasa de riesgo país y provocando un ingreso masivo de inversión extranjera al mercado de renta variable que sumó $73,966.0 millones de USD al finalizar 2004, más los $6,791 millones colocados en el mercado de dinero, suman un total de $80,,758.13 millones USD. (24) En tanto, la Inversión Extranjera Directa (IED) sumó en números redondos, 16,000 millones USD (mil millones más de lo estimado). (25) Las remesas adquirieron un nivel récord durante el año que venimos mencionando: $16,812.4 millones de USD ( $1,401 millones más que en 2003). (26) Buenos datos, sin duda.
7. Los factores anteriores influyeron para que el peso se apreciara alcanzando un nivel promedio de 11.30 (con una apreciación de 4.38%), frente a un nivel de 10.80 promedio por dólar estadounidense para el año 2003, induciendo una elevación en las importaciones y un mayor volumen de inversión, aunque no siguiendo puntualmente al USD en su curso declinante frente al Euro por el manejo de las tasas de interés en México, más los otros factores mencionados, produciéndose una relativa separación de la dinámica peso / dólar estadounidense al responder a dinámicas diferenciadas.
8. Algo distinto ha sido el desempeño del sector agropecuario y del agroindustrial, quienes han crecido a lo largo de los tres últimos años, aunque sobre una tendencia descendente, según los reportes del Consejo Nacional Agropecuario (27): el PIB agropecuario creció 3.9% en 2002, 3.5% en 2003 y 3.0% en 2004. Las variables que operaron una influencia positiva han sido de tres órdenes: 1) apoyos fiscales mayores en determinados rubros para este sector; 2) temporales de muy buen nivel; 3) y condiciones de irrigación para los cultivos igualmente buenas, con cargas de agua en las presas que oscilan entre 65-80%.
Resultado: ampliación de la producción y mayores rendimientos en los cultivos, compensando parcialmente la caída de los precios internacionales de ciertos productos, siendo que dicha tendencia se mantendrá y hay buenas perspectivas para el próximo ciclo de cultivo y cosecha del periodo otoño2004-invierno 2005.
Así, a pesar de las condiciones de liberalización e importación de productos (cupos ampliados para maíz, frijol y leche en polvo, por ejemplo) que impone el capítulo agropecuario del TLCAN (marcado por dilatadas y nefastas asimetrías y restricciones contractuales, más los obstáculos comerciales de tipo legal y operativo que contiene la «Ley de Bioseguridad» para los exportadores mexicanos), su propia movilización y los vaivenes de la lucha política en el país, han beneficiado al campo al implicar una mayor atención relativa a su amplia y variada problemática mediante recursos mayores de carácter presupuestal (revirtiendo parcialmente la tendencia restrictiva anterior, $162,000 millones de pesos se han asignado en 2005 para dos programas clave: «Procampo» y «Desarrollo Rural Sustentable», la suma para el primero es de $600 millones mayor que en 2004) (28) que han atenuado en algunos aspectos deficiencias estructurales (la ruina de productores «no competitivos», señaladamente) repercutiendo en una coyuntura favorable, de continuidad en el crecimiento, pero con ausencia de correctivos muy importantes como para pensar en avances relevantes.
9. Las finanzas públicas en México están marcadas por cuatro aspectos sustanciales: la insuficiencia estructural de los recursos, petrolización de más de un tercio de los ingresos, el endeudamiento excesivo y la poca flexibilidad en los criterios de asignación y gasto, que han determinado la estructura del ejercicio presupuestal y cuya consecuencia es la de unas finanzas nacionales poco aptas para impulsar el desarrollo, más una incapacidad manifiesta para unificar los criterios centrales de una reforma fiscal urgente, cuya disputa de fondo es cuáles sectores sociales y en qué proporción pagarán los costos de la reestructuración financiera del Estado.
El equilibrio ha sido la línea maestra del ejercicio financiero, y se ha pasado ya al del superávit como objetivo prioritario (nuevamente, como reza la doctrina económica aún dominante). En 2004 los ingresos petroleros fueron puntal de dicho ejercicio (casi 15% más que en 2003, $573.5 mmdp hasta noviembre del año, y los ingresos por exportación de petróleo sumaron $23,700 millones USD, en números redondos), compensando la dificultad para aumentar la recaudación de ingresos no petroleros ($657.9 mmdp, 0.6% más que en 2003): se contempló un ingreso presupuestario de $1,592,940.4 millones de pesos (mdp) contra un gasto neto pagado de $1,522,272.6 millones, es decir, un balance presupuestario de superávit en $70,667.8 mdp. Sin embargo, existe un déficit en el balance primario de $260.8 mmdp (5.1% más que en el mismo periodo de 2003).
El costo financiero de la deuda del sector público fue de $176.8 mmdp (4.3% más que enero-noviembre de 2003), y la deuda pública externa fue de $78.6 mil millones USD ($1.6 mil millones USD más que a diciembre de 2003) (29). El monto de intereses devengados por ella ascendió a $12,285 millones USD en 2004 (Los ingresos extraordinarios por exportación fueron de $6,840 millones USD, grosso modo, 50% de ellos los absorbió la deuda externa) (30). Con una sangría así ¿cómo avanzar?.
Se ha mencionado (28) que solamente el 34% del total de ingresos petroleros por exportación está protegido mediante coberturas por posibles caídas en el precio, basadas en la cotización de referencia del West Texas Intermediate (WTI) a $39.22 dólares por barril, lo que conlleva que el resto (66%) está expuesta al riesgo de una baja en el precio internacional para 2005, lo cual es muy factible que suceda, aunque no espectacularmente, comportando así un factor de vulnerabilidad grave de las finanzas públicas y de la situación financiera de PEMEX.
10. En suma, el año 2005 será de crecimiento débil del PIB, el empleo y los ingresos de los mexicanos, en donde la justicia social nuevamente se niegue, dados los problemas que confrontan la economía estadounidense y la internacional (también con crecimiento débil esperado), el agotamiento del perfil de las políticas públicas a las que se acudirá (31), así como el poco margen de maniobra que tendrá la economía en un año preelectoral, por lo que podemos esperar un escenario global como el que sugieren las variantes presentadas en el Cuadro No. 5, correspondientes a distintos organismos privados de análisis económico y financiero que los ofrecen.
Respecto a EUA, CAPEM pronostica un crecimiento para el PIB de 3.8%, el CEESP 4.0%, el CIDE 3.3% y Merrill Linch 3.0%. En tanto la OCDE estima para México un PIB de 4.2%, una inflación de 3.2%, así como un PIB para EUA de 4.2% (32).
Consideramos a los valores promedio como los más cercanos al escenario real que observaremos al final del año 2005, si es que no sucede algo extraordinario. Lo veremos.
Cuadro No. 5: Escenarios Prospectados para la Economía Mexicana en 2005.
(Distintas Variantes en $ y %)
Fuente |
PIB % |
Inflación % |
T.C. Prom. $ |
Tasa Interés Prom % |
Déficit Público (% PIB) |
Cta. Cte. (% PIB |
B. C. $ mmd |
Mezcla Mex USD |
IED $ mmd |
CAPEM |
3.90 |
4.10 |
11.50 |
8.34 |
0.20 |
-1.60 |
-8.670 |
25.1 |
13,5 |
CEESP |
4.30 |
3.98 |
11.51 |
7.90 |
0.20 |
-1.70 |
-8,638 |
27.0 |
16,0 |
CIDE |
3.65 |
4.50 |
11.86 |
9.49 |
0.20 |
-2.17 |
-11,883 |
32.1 |
14,2 |
Merrill Linch |
3.50 |
4.30 |
11.06 |
7.75 |
0.20 |
-1.60 |
9,300 |
27.7 |
13,0 |
Promedio |
3.83 |
4.22 |
11.48 |
8.37 |
0.20 |
-1.76 |
9,622 |
27.9 |
14,1 |
Fuente: Reproducción incompleta, «El Financiero», 3 de enero, 2005, p. 5.
Notas: T C = tipo de cambio; B.C. = Balanza Comercial; la Mezcla mexicana se refiere al precio promedio para la venta de los crudos o aceites mexicanos, y la IED = Inversión Extranjera Directa, cuyos valores en USD están incompletos y por lo tanto, redondeados.
Notas y Referencias Bibliográficas y Hemerográficas.
(1) Lic. Carlos Salinas de Gortari, discurso pronunciado durante la clausura del «X Congreso Nacional de Economía , Salón «Adolfo López Mateos», Los Pinos, 15 de marzo, 1993, recopilado en «México: Perspectivas de una Economía Abierta», 1ª Edición, Colegio Nacional de Economistas, A.C., Editorial Miguel Ángel Porrúa, México, nov. de 1993, p. 437.
(2) Ibarra, David: «¿Transición o Crisis?. Las contradicciones de la política económica y el bienestar social», 1ª Edición, Editorial Aguilar, México, 1996, pp. 55-56.
(3) Es importante ver por ejemplo, que autores como Ackerman, Bruce en «El Futuro de la Revolución Liberal», 1ª Reimpresión, Editorial Ariel, Argentina, mayo, 1996, contrapone su concepción de «liberalismo democrático revolucionario» para los cambios operados en Europa del Este, al modelo neoliberal, al cual llama «marxismo invertido» el que «…difiere de la versión de viejo cuño simplemente porque apoya a un ganador diferente. Donde los comunistas abogaban por el socialismo, los neoliberales dicen que el capitalismo es el mejor lugar para apearse al tren de la historia.. ..(por tanto) perpetúa tres grandes errores: ….tratar al capitalismo como si fuera la única alternativa al comunismo. Esta falacia de la ‘única alternativa niega la existencia de una tercera vía..(…) El segundo error…es el economicismo, es decir, el tratar la propiedad y la organización de los medios de producción como la única cuestión importante…(lo cual) representa un mal entendido en el liberalismo. El primer compromiso de un liberal es con una cultura política particular, con un proceso de autogobierno en donde los ciudadanos constituyen una sociedad que les permite realizar sus ideales personales en condiciones de libertad e igualdad. La propiedad privada y los mercados competidos, si son regulados adecuadamente, sirven como un elemento de este ideal…..El tercer error cae en la falacia de ‘la revolución final’…después de la transición dolorosa de vuelta al capitalismo….(la cual) representa la última revolución liberal…..(cuando) es sólo una de las que se necesitan para alcanzar una sociedad abierta que sea libre y justa.» (p. 41)
(4) «El Indicador Semanal». Análisis Santander. Enero 17, 2005, p. 8.
(5) «Examen de la Situación Económica de México», Banamex, No. 947, Noviembre de 2004, Vol. LXXX, p. 422.
(6) «El Financiero», Mayoral, Jiménez Isabel, 29 de diciembre de 2004, p. 4.
(7) Daily Times, Site Edition, «US economic data shows, strength, little inflation», 21 de Enero de 2005, p. 5. www.dailytimes.com.pk/
(8) «El Financiero», Sección «Finanzas Internacionales «, 8 de Noviembre, 2004, p. 9 A
(9) Daiky Times, Idem.
(10) «US Trade Data gives rand a lift», Maltz, Aliison, Enero 12 de 2005, reporta datos de Departamento de Comercio de EUA, bussines,iagrica.com/randwatch/403326htm
(11) «El Financiero»: Sección Finanzas Internacionales, 8 de noviembre, 2004, p. 9A ; 13 de diciembre, 2004 p. 11 A, y 20 de enero, 2005, p. 9ª.
(12) Solís, Mendoza Benito: «Terminó 2004», «El Financiero», comentario editorial,4 de enero, 2005, p. 18.
(13) Para ambos datos sobre las naciones de la Zona del Euro, ver, «Examen de la Situación Económica de México», op., cit., p. 461.
(14) El primer dato es para los Bonos del Tesoro a 10 años, y el dato sobre LIBOR es del año 2004 y con respecto al 2005. Idem, p. 461.
(15) Por ejemplo, el comportamiento de las mezclas líderes en el mercado de futuros fue el siguiente el día 4 de enero de 2005: el West Texas Intermediate (WTI, en Chicago) cotizó en $43.91 USD p/b, (-1.33 dólares respecto de la jornada anterior); el Brent (en Londres) en $41.04 dólares (0.58 centavos de dólar más que en la jornada anterior); y el Dubai (en Asia) cotizó en $34.36 dólares p/b (-1.26 respecto de la jornada precedente); la mezcla mexicana «Olmeca» cotizó (Chicago) en $41.91 dólares p/b (1.47 dólares más que la jornada anterior), y en promedio, las tres mezclas mexicanas cerraron en $32.77 dólares p/b) . Hilario, Efraín, «El Financiero», Sección «Mercado de Físicos», 5 de enero, 2005, p. 10 A.
(16) Hilario, Efraín: «El Financiero», Sección «Mercado de Físicos», 12 de enero, 2005, p. 10A
(17) Ver, «Análisis Santander» «El Indicador Semanal», diciembre 13, 2005, p. 7.
(18) Para análisis detallados sobre los aspectos de la problemática estructural, ver: Villareal, René y De Villareal Rocío: «México Competitivo 2020«, 1ª Edición, Editorial Océano, México 2002, Capítulos 1, 2, 4 y 5.. Guillén, R. Arturo: «México Hacia el Siglo XXI», 1ª Edición, Editorial Plaza y Valdés, México, 2000. Calva, José Luis: «México, más allá del Neoliberalismo», 1ª Edición, Editorial Plaza & Janés, México, noviembre de 2000. Y, Huerta, González Arturo: «Apreciación Cambiariai, baja inflación y recesión económica«. 1ª Edición, Editorial Diana, México, junio, 2002.
(19) www.inegi.gob.mx
(20) «Análisis Santander» «El Indicador Semanal», Enero 07 de 2005, p. 9
(21) «Examen de la situación económica…»,Op.cit.,pp.424-425.
(22) «Análisis y Acción», HSBC, Enero 19 de 2005, No. 3, pp. III-3, III-5.
(23) «Boletín Mensual», Bolsa Mexicana de Valores, Enero de 2005.
(24) «El Financiero», 25 de enero, 2005, Declaraciones del Secretario de Economía Fernando Canales Clariond, p. 4
(25) «Análisis y Acción», Op., Cit., p. II-8
(26) Consejo Nacional Agropecuario (CNA), www..cna.gob.mx
(27) Ley de Presupuesto de Egresos de la Federación aprobada por la Cámara De Diputados dada a conocer el 18 de noviembre de 2004.
(28) Todos estos datos ha sido tomados del «Informe sobre las Finanzas y la Deuda Pública» que publica la SH y CP, noviembre de 2004. www.shcp.gob.mx y serfin.com.mx/pdf/
(29) www.edac.cl/publicaciones/desarrolleconomico/5
(30) Declaraciones en entrevista del subsecretario de Hacienda Alonso García Tamés para Salgado, Alicia, de «El Financiero», 19 de Diciembre, 2004, p. 6.
(31) Son previsibles las medidas que se adoptarán, quizá con matices, porque el esquema teórico «neoliberal» es tan fijo que no ha lugar a mayores sorpresas desde su propia lógica económica: son las medidas e instrumentos de estabilización del ciclo económico definidas por el FMI, más el «silogismo neoclásico del crecimiento» al que se refieren y desarrollan Bluestone, B y Harrison, en: «Prosperidad». Por un crecimiento con equidad en el siglo XXI. 1ª Edición en castellano, Editorial F.C.E., Argentina, 2001, p- 124.
(32)Saldaña, Ivette, «El Financiero», 3 de noviembre, 2004, p. 16.