El presidente de la Reserva Federal (Fed) , Alan Greenspan, sugirió que la estrategia actual de ligeros y continuados incrementos de los tipos de interés proseguirá, al apelar a la necesidad de una política «cada vez menos acomodaticia». «Será necesario que la Reserva Federal realice una política cada vez menos acomodaticia», indicó Greenspan en un […]
El presidente de la Reserva Federal (Fed) , Alan Greenspan, sugirió que la estrategia actual de ligeros y continuados incrementos de los tipos de interés proseguirá, al apelar a la necesidad de una política «cada vez menos acomodaticia».
«Será necesario que la Reserva Federal realice una política cada vez menos acomodaticia», indicó Greenspan en un discurso ante el Comité de Servicios Financieros. «Nuestra previsión de base para la economía estadounidense es la de un crecimiento sostenidos, así como presiones inflacionistas continuadas», señaló.
La Reserva Federal bajó el precio del dinero en junio de 2004 hasta su nivel más bajo en cuatro décadas, hasta el 1%, tras lo que inicio una política de incrementos de cuarto de punto aplicada ya en nueve ocasiones, hasta el 3,25% actual.
Greenspan aseguró que en los dos últimos meses el crecimiento económico se ha fortalecido, a pesar de que continúa la presión inflacionista, provocada en esta ocasión sobre todo por el incremento de los precios del petróleo. Junto a esto, el descenso de la actividad empresarial hizo que la previsión se hiciera «más nublada esta primavera», indicó el presidente de la Fed.
«La inflación ha crecido otra vez en el primer trimestre. El aumento de los precios de la energía y de otros productos continúa generando una presión sobre los costes, y hace que algunas empresas puedan trasladar estos aumentos de costes a sus clientes», señaló.
Dada estas circunstancia, recordó que «el Consejo (de Gobierno de la Fed) continuó con el proceso de retirar la acomodación monetaria en mayo».
En anteriores ocasiones, la necesidad de controlar la inflación ha sido esgrimida como uno de los principales argumentos para subir los tipos de interés, en detrimento de una estimulación de la actividad económica.