l miedo que se apodera de Europa ante el avance de la gripe aviar se extiende más allá del continente y la carrera por estar preparado ha comenzado. Los que más se alegran: los consorcios farmacéuticos.
Tamiflu, de la farmacéutica suiza Roche, y Relenza, de la firma Glaxo Smith Kline, son los dos medicamentos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para tratar un posible contagio con el temido virus H5N1, la variante de la gripe aviar que afecta a los humanos y cuya presencia ha sido detectada ya en Turquía y Rumania, y se sospecha que haya alcanzado también a Grecia.
Tamiflu y Relenza son antivirales que, en caso de infección, ‘podrían mejorar las probabilidades de supervivencia’, dice la OMS. El problema es: no hay medicamentos suficientes para todos.
La farmacéutica Roche lanzó en 1999 Tamiflu al mercado. Entonces, las ganancias generadas por el medicamento, que cuesta en el mercado de 36 a 44 euros, no eran especialmente espectaculares. En el tercer trimestre de este año, las ventas de Roche subieron un 17% y la empresa ha despachado en el último medio año Tamiflu por un valor de 377 euros.
Las ventas de Relenza, del laboratorio Glaxo Smith Kline, no marchan tan bien porque el medicamento ha de ser inhalado, en lugar de administrarse en 10 cómodas pastillas como es el caso de Tamiflu.
Mientras no exista vacuna contra la gripe aviar, los gobiernos se afanan por dotarse de reservas suficientes de Tamiflu, que según la OMS deberían de cubrir por lo menos a un cuarto de la población, y Roche no da abasto con tanta demanda.
En cuanto a la adquisición privada, la farmacéutica suiza advirtió contra la compra de Tamiflu vía Internet. Ayer, cuando los responsables del portal Ebay retiraban el tratamiento de la red, puesto que es un medicamento para el que se requiere receta, Tamiflu alcanzaba el triple de su precio.
No hay suficiente Tamiflu para todos, y la lucha se ha desatado incluso entre países miembros de la Unión Europea, que se acusan mutuamente de haber comprado demasiado dejando a los demás sin nada.
Roche ha anunciado que aumentará la producción del medicamento, pero se resiste a perder la patente. Sólo en caso de que se desate una epidemia la compañía estaría dispuesta a aceptar la venta de genéricos. Para muchos países esto supone esperar demasiado, y Argentina ha anunciado ya que elaborará y comercializará una copia del medicamento.
El laboratorio indio Cipla también está trabajando en un genérico, y Roche dijo estar en negociaciones con otro país asiático cuyo nombre no quiso dar a conocer. Diversos países y la farmacéutica Glaxo Smith Kline investigan a contrarreloj para encontrar una vacuna contra el virus. La guerra farmacéutica contra la gripe aviar ha comenzado.