Mientras la economía continúa su ascenso indetenible y su nivel técnico permite lanzar con éxito una nave tripulada al cosmos, Estados Unidos, Japón y algunos países de la Unión Europea observan con recelos los adelantos logrados por el gigante asiático. Por una parte, resulta incuestionable que el ímpetu del desarrollo chino ha posibilitado mantener la […]
Mientras la economía continúa su ascenso indetenible y su nivel técnico permite lanzar con éxito una nave tripulada al cosmos, Estados Unidos, Japón y algunos países de la Unión Europea observan con recelos los adelantos logrados por el gigante asiático.
Por una parte, resulta incuestionable que el ímpetu del desarrollo chino ha posibilitado mantener la economía mundial a flote por el flujo comercial que ha motivado y por la constante compra de bonos del Tesoro de Estados Unidos lo cual ayuda a sufragar el enorme déficit presupuestario de Washington.
Pero a la par, China ya es considerada por las grandes potencias económicas occidentales como un fuerte competidor que en los próximos cinco años pudiera acercarse al Producto Interno Bruto (PIB) de Japón (4 623 398 millones de dólares en 2004) y convertirse en el 2015 en la segunda economía mundial después de Estados Unidos (11 667 515 millones de dólares).
La recién concluida quinta sesión plenaria el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) significó que están dadas las posibilidades para duplicar en el año 2010 el PIB nacional y per cápita existente en 2000.
En 2004 el PIB chino llegó a 1 649 329 millones de dólares casi rozando al de Italia que aparece en sexto lugar de la economía mundial con 1 672 302 millones de dólares. El pleno de los comunistas chinos indicó que para el 2006 la cifra llegará a 2 800 000 millones.
El cónclave puso especial énfasis en el plan de desarrollo económico y social, que será presentado al Parlamento a principios del próximo año y el cual señala que el crecimiento del PIB per cápita debe basarse en una mejor estructura económica, creciente eficacia y en la reducción del consumo de energía. Asimismo, puntualizó que en el próximo quinquenio, China elevará la eficiencia energética y reducirá el consumo de energía per cápita en alrededor de 20 %. El Pleno estimó que para finales del 2010, China tendrá un grupo de empresas con fuerte competitividad internacional, derechos de propiedad intelectual y marcas famosas y que el sistema económico de mercado socialista será mejorado, más abierto y el país tendrá pagos internacionales básicamente equilibrados. Para la aceleración de un desarrollo parejo a todas las esferas de la sociedad, se puntualizó que la educación obligatoria de nueve años será universal y mejorada, las oportunidades de trabajo en áreas urbanas se incrementarán constantemente, el sistema de seguro social será relativamente completo, y la población pobre continuará disminuyendo. Contrariamente a las políticas impuestas por los organismos financieros internacionales a instancias de Estados Unidos, se prevé que en China los ingresos y niveles de vida de residentes urbanos y rurales será más elevado en 2010, los precios estarán básicamente estables, y el transporte, viviendas, educación, cultura, salud y las condiciones ambientales mejorarán. La Organización para la Cooperación y del Desarrollo Económico (OCDE) con sede en París, Francia, prevé que China podría convertirse en el mayor exportador del mundo en los próximos cinco años y que para 2010 estaría a las puertas de sobrepasar los niveles de exportación de Estados Unidos y Alemania.
La institución asegura que para esa fecha, el país representará no menos del 10 % del comercio global, en comparación con el 6 % en la actualidad.
El gigante asiático ha mantenido como promedio en las dos últimas décadas un ritmo de crecimiento del 9 % anual y no existe ninguna señal de que disminuirá.
Además, pese a que por presiones internacionales China revaluó el yuan (moneda oficial) en 2,1 % frente al dólar el 21 de julio pasado, las reservas internacionales han seguido en aumento y en la actualidad superan los 740 000 millones de dólares, según comunicó Tang Xa, jefe de la oficina de investigación del Banco Central.
Solo en julio, (último dato proporcionado) las reservas crecieron en 29 000 millones de dólares y en la actualidad, China aparece con las mayores reservas detrás solo de Japón, debido al incremento del superávit fiscal y a la inversión extranjera directa (IED).
Esta última, sin incluir Hong Kong y Macao, aumentó 13 % en 2004 para situarse en 60 630 millones de dólares que se dirigieron preferentemente hacia las manufacturas, maquinaria eléctrica y otras altas tecnologías.
La inflación se mantuvo en un aceptable 3,9 % mientras la producción industrial subió 11,5 % para llegar a 758 000 millones de dólares.
El superávit comercial fue de 32 000 millones de dólares en el período con una exportación de 593 000 millones y una importación de 561 400 millones de dólares.
En resumen los grandes adelantos alcanzados por China en los últimos 20 años, unidos a una política social coherente con énfasis en satisfacer las necesidades de su inmensa población le permitirán acceder en el futuro a una sociedad armónica más avanzada.