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OMC

Riña entre EEUU y UE posterga pelea de fondo

Fuentes: IPS

Las quejas europeas por la asistencia alimentaria de Estados Unidos al mundo pobre postergaron la pelea de fondo por los subsidios agrícolas del Norte rico, en la segunda jornada de la conferencia ministerial de la OMC en Hong Kong.

Las cuestiones prioritarias en la agenda de la reunión de la OMC (Organización Mundial del Comercio), que comenzó el martes y concluirá el domingo 18, eran los enormes subsidios agrícolas del Norte industrial y las barreras al intercambio de bienes y servicios.

Pero este miércoles se desató una disputa entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) en torno de la asistencia alimentaria de Washington a las naciones pobres.

La UE acusa a Estados Unidos de disimular, con esos programas, un subsidio agrícola debajo de un disfraz humanitario.

A medida que parece cada vez más improbable que las conversaciones desemboquen en un tratado multilateral, los 25 países de la UE y Estados Unidos parecen visiblemente ansiosos por evitar ser culpados del fracaso.

Por eso, cada parte acusó a la otra y se dedicó a formular cuestiones laterales.

«Vinimos aquí para hablar de los asuntos centrales. No queremos que los problemas marginales nos distraigan», dijo a IPS un alto funcionario de Estados Unidos, en referencia a la asistencia alimentaria. «Y hasta ahora, nos han distraído».

En rueda de prensa, otro representante estadounidense reprochó este miércoles a la UE haber despertado preocupación en torno de las prácticas de ayuda alimentaria cuando la conferencia debería limitarse a atender la agenda de la liberalización comercial.

«Ojalá los europeos se aparten de esa posición por sí mismos, desde una perspectiva humanitaria y de desarrollo», dijo.

«No deberíamos estar haciéndonos los tontos con protocolos en una reunión donde no hay expertos técnicos en la mesa, discutiendo cuáles serían las consecuencias si continuáramos con estos cambios que propuso la UE», dijo el funcionario.

El comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson, elevó la temperatura el martes, pocas horas antes de comenzar la conferencia, cuando exhortó a Estados Unidos a cambiar los términos de su «falsa asistencia alimentaria», a la que calificó de práctica «distorsionante del comercio».

Al menos 60 por ciento de los 2.600 millones de dólares en asistencia alimentaria donada en 2003 por Estados Unidos fueron, en realidad, gastados dentro del país, según una declaración de la UE emitida en Hong Kong.

La donación de esos alimentos, comprados en el mercado estadounidense y transportados por compañías estadounidenses, benefició a productores agrícolas y empresas de transporte de carga del país norteamericano.

Por lo tanto, esas operaciones no ofrecieron ningún beneficio a los agricultores y distribuidores de las naciones necesitadas, según la UE.

Funcionarios de los países de la UE culparon a su socio comercial transatlántico por utilizar las donaciones de alimentos como «herramienta comercial para disponer de excedentes» y captar parte del mercado de los países en desarrollo.

También alegaron que el «dumping» (competencia desleal de precios) de excedentes oculto bajo el manto de la asistencia alimentaria constituye un abuso de las regulaciones de la OMC.

La UE propuso a Estados Unidos, el mayor donante mundial de asistencia alimentaria, que la transfiera a un programa de «sólo en efectivo», que permita que las propias naciones pobres se procuren comida gratuita y directamente.

Uno de los elementos manejados por la UE fue que, en 2004, todos los países industriales hicieron donaciones en efectivo al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, con la única excepción de Estados Unidos, que gastó casi dos tercios de su contribución al PMA en transporte y logística.

Las demandas europeas provocaron una indignada reacción en Hong Kong. El representante de Comercio de Estados Unidos, Rob Portman, dijo que los europeos tenían una «obsesión» con la asistencia alimentaria.

La delegación de Estados Unidos emitió un informe, titulado «Hechos sobre la reforma global», donde alegaba que la ayuda alimentaria de ese país equivalía, en términos promediales, a menos de dos por ciento de todas sus exportaciones agrícolas.

En su informe, Washinton aseguró que la mayor parte de esa ayuda se dirige a los países calificados de «menos desarrollados» por la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

Según Estados Unidos, la experiencia de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y del PMA demuestra que reemplazar la donación de alimentos por efectivo provoca una caída de la asistencia alimentaria.

Desde esa perspectiva, sostuvieron los representantes de Washington, la asistencia alimentaria de Bruselas cayó, tanto en dinero como en especias, luego de que la Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, decidieron en 1996 aportar la suya sólo en efectivo.

Estados Unidos propuso exceptuar más de 85 por ciento de la asistencia alimentaria mundial de las normas que establezca la OMC.

Pero algunas demandas europeas parecen contar con respaldo incluso dentro de Estados Unidos.

El gobierno de George W. Bush reconoció la semana pasada que los embarques de alimentos de su país a Afganistán habían cerrado el mercado al trigo afgano, en vísperas de una cosecha extraordinaria.

El grano se pudrió en los campos. El año siguiente, los agricultores decidieron cultivar adormidera (amapola), insumo básico del opio, la morfina y la heroína.

El propio director de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), Andrew S. Natsios, quien abandonará el cargo el mes próximo, propuso asignar en efectivo 25 por ciento del presupuesto de asistencia humanitaria –unos 300 millones de dólares–, con los que podría comprarse comida en países en desarrollo.

Sin embargo, esa propuesta fue rápidamente dejada de lado por el Congreso legislativo estadounidense, por presiones de compañías agrícolas y navieras, así como de organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario.

En la conferencia de Hong Kong, organizaciones como World Vision y Catholic Relief Services distribuyeron un informe en el que se manifestaron en contra tanto de la propuesta europea como del plan de Natsios, tan rápidamente enterrado.

«Estas propuestas amenazarían severamente la disponibilidad mundial de asistencia alimentaria», alegaron en una declaración.

Otras organizaciones, como Oxfam Internacional y el Instituto Oakland, proponen un cambio en la concepción de los programas estadounidenses de ayuda alimentaria.

El Instituto Oakland consideró en octubre que ayudar a construir la infraestructura agrícola de los países pobres y apoyar a los productores de pequeña escala sería mucho más efectivo para combatir la pobreza y ayudar a las naciones en desarrollo que la asistencia tal como se la procesa hoy.

El debate recibió aportes de países receptores de esa ayuda. Los africanos dijeron el miércoles que prefieren una mezcla de la propuesta europea y la situación actual: pidieron que una parte de la asistencia sea concretada en efectivo.

El efectivo sería más eficiente en situaciones que no configuraran una emergencia, en tanto los alimentos podrían obtenerse a precios más baratos, dijeron.

«Comenzamos a negociar nuestra posición aquí, en Hong Kong, y por el momento cerramos esta discusión. Esta semana sabremos exactamente dónde estamos parados en materia de asistencia alimentaria», dijo a IPS el ministro de Comercio de Uganda, Daudi Migereko.

Pero mientras una reforma del sistema de asistencia alimentaria podría beneficiar a naciones pobres, otros observadores señalan que las intenciones europeas pueden no ser totalmente nobles. Bruselas, advirtieron, puede esgrimir la ayuda como argumento para mantener sus enormes subsidios agrícolas.

«La UE no debería usar la asistencia alimentaria de Estados Unidos como excusa para extender los subsidios a las exportaciones», dijo Phil Bloomer, experto en comercio de Oxfam Internacional.

La UE es la mayor proveedora de subsidios a las exportaciones y fue presionada durante mucho tiempo para fijar una fecha con miras a su eliminación.

(*) Con aportes de Ramesh Jaura.