La Campaña Prou OMC! denuncia que el acuerdo de mínimos al que han llegado los delegados de la 6a Reunión Ministerial de la OMC es una cortina de humo para ocultar las profundas desigualdades e injusticias que se esconden tras las negociaciones.
Mientras la UE y los EE.UU. han hecho un pequeño esfuerzo en agricultura, los países del Sur han tenido que pagar un alto precio, haciendo grandes concesiones en acceso a mercados industriales y liberalización de servicios.
El acuerdo al que han llegado los 149 países miembros tras 6 días de negociaciones, se nos ha presentado como una victoria para los países en desarrollo, puesto que la UE y los EE.UU. han aceptado eliminar las subvenciones Agrícolas a la exportación al 2013 y facilitar la entrada a los mercados del Norte de la mayor parte de los productos agrícolas provenientes del Sur. Sin embargo, debemos tener en cuenta que estos subsidios, que se eliminarán tres años más tarde de lo que demandaban los países del G-20, equivalen, en el caso de la Unión Europea, sólo al 3,5 % del apoyo económico que otorgan a su sector agrícola. Así pués, la capacidad de la UE y los EE.UU. para subsidiar sus agricultores y seguir haciendo «dumping» en la exportación agrícola, no quedará totalmente mermada, puesto que los países ricos de bien seguro utilizarán otras modalidades de ayudas internas (lo que se conoce como ayudas de la Caja Verde).
En Hong Kong se ha decidido también que en el 2006 se eliminarán los subsidios a la exportación del algodón. Pero para los EE.UU. estas transferencias sólo representan un 10% de las ayudas que transfieren a los productores de algodón y unos 4.000 millones anuales de ayudas internas no se verán afectados por esta decisión. Según la African Cotton Producers Organisation, «el grueso del problema para los productores de algodón africanos (es decir, las ayudas internas) no se ha resuelto, pese a fue condenado en una ocasión por el mismo Órgano de Solución de Diferencias de la OMC».
El acuerdo en agricultura en realidad favorece básicamente a los principales países agroexportadores y a las grandes empresas agroalimentarias, que son las que dominan los mercados de importación/exportación de productos agrícolas, y las principales receptoras de las ayudas a la Unión Europea y a los Estados Unidos. Mientras, los millones de pequeños campesinos que se dedican a una agricultura de subsistencia y de abastecer a los mercados locales, siguen permaneciendo desprotegidos ante el agresivo poder de la globalización corporativa y la llegada de productos alimentarios subvencionados a sus mercados. De este modo la soberanía alimentaria de millones de ciudadanos y ciudadanas en los países del Sur sigue bajo amenaza, lo que demuestra que la OMC no es el espacio más adecuado para la negociación de la agricultura.
Desde la Campaña Prou OMC! reclamamos un mundo dónde la alimentación y la forma de producirla no sea una mercancía, si no un derecho. Queremos un control político y social del mercado para permitir un comercio justo, prioritariamente local, diverso y de precios remunerativos, y una regulación estatal que garantice una alimentación suficiente y saludable para todo el mundo, se a decir la Soberanía Alimentaria.
La Unión Europea y los Estados Unidos han aparentado aceptar «a regañadientes» un acuerdo que, en definitiva, los acabará favoreciendo, aun cuando quizás no tan rápidamente como algunos poderes económicos y empresariales hubieran querido. Lo que dicen perder por la eliminación de los subsidios a la exportación y la apertura de sus mercados a los productos del Sur, lo ganan de sobra con los acuerdos impuestos en el acceso a mercados no agrícolas y la liberalización del comercio de servicios.
El Acuerdo sobre acceso a mercados no agrícolas, conocido como NAMA, tiene en la rebaja de los aranceles de los productos industriales la cuestión central, y supone una condena a la ya débil industrialización de muchos de los países del Sur. En Hong Kong no se ha llegado a concretar los coeficientes de reducción de Aranceles, pero sí se ha aprobado la aplicación del que se conoce como Fórmula Suiza. Ésta penaliza los aranceles más elevados que acostumbran a aplicar con más frecuencia los países menos industrializados, y por lo tanto supone un obstáculo a cualquier intento de estos países de proteger sus industrias para favorecer su crecimiento.
Con respecto a los servicios, la inclusión en la declaración final de la aceptación del que se conoce como Anexo C al Acuerdo General de Comercio de Servicios demuestra hasta qué punto se han impuesto los intereses de los países Ricos. La mayor parte de los países en desarrollo han dejado claro a lo largo de las negociaciones que no aceptaban las propuestas del Anexo C, que modifica la metodología de la AGCS, puesto que este incluye una serie de propuestas de la UE que aceleran el proceso de negociaciones y restan flexibilidad al Acuerdo. De este modo los países del Sur, reticentes a profundizar en la liberalización de los servicios porque conocen los impactos negativos que ello supondrá sobre sus economías y poblaciones, se pueden ver obligados a liberalizar ciertos subsectores de servicios si así lo piden los países ricos. Nuevamente, las reticencias de los países empobrecidos han sido ignoradas y el Anexo C ha sido incluido en la Declaración de Hong Kong.
En relación al Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual (TRIPS), se cierra definitivamente el acuerdo al que se había llegado antes de Cancún sobre la importación de medicamentos genéricos por parte de los países menos adelantados en caso de emergencia sanitaria. Aunque este acuerdo se nos ha vendido como un gran éxito para los países del Sur, hace falta recordar que esta cláusula contempla medidas de difícil aplicación por trabas burocráticas que no han sido resueltas, y que la lista de países que se podrán beneficiar es excesivamente corta (aquellos países que no han sido considerados entre los menos adelantados, y que sufran una emergencia sanitaria no pueden importar medicamentos genéricos).
Represión de las movilizaciones sociales
Desde la Campaña Prou OMC! queremos sumarnos a las denuncias sobre la represión policial sufrida por los movimientos de campesinos y otros movimientos sociales que se han manifestado estos últimos días a Hong Kong en favor de la Soberanía Alimentaria y por la desaparición de la OMC. Queremos mostrar nuestra solidaridad y apoyo a estos movimientos y la repulsa a la violenta represión de las manifestaciones por parte de la policía china.
Desde la Campaña Prou OMC! participamos en las movilizaciones que han tenido lugar en diferentes partes del mundo contra la OMC con un acto el sábado 17 a las 12 del mediodía en el Portal del Ángel de Barcelona. A través de dos breves obras de teatro denunciamos, ante cerca de 200 personas, las consecuencias de la liberalización comercial que se está negociando a la Ronda de Doha.
Por conocer las propuestas de la Campaña Basta OMC! podéis consultar nuestro Manifiesto[1]: http://www.pangea.org/prou_omc/docs/prou_omc.pdf
[1] Entidades adheridas al manifiesto: Hermanamiento sin fronteras / Àgora Norte Sur / AHORA, Asamblea Revolucionaria de Artés (Bages-Países Catalanes) / ARAGUAIA – con el obispo Casaldaliga por las Causas de la Liberación / Asociación de estudiantes progresistas (AEP) / Asociación Comercio Justo Molins de Rei / ALBOROTO – Jóvenes de la UGT de Catalunya / Colectivo de Solidaridad con la Rebelión Zapatista / Comité de Apoyo al MST – Barcelona / Consell de Juventud de Barcelona (CJB) / Coordinadora de Estudiantes de los Países Catalanes (CEPC) / Coordinadora ONU veto NO / Coordinadora Otro Mundo Es Posible de Sabadell / Los Verdes – Izquierda Ecologista de Catalunya / Ingeniería sin Fronteras (ESF) / Entrepobles / Izquierda Unida y Alternativa (EUiA) / Federación de Ecologistas en Acción de Catalunya / Iniciativa por Catalunya Verdes (ICV) / Intersindical Alternativa de Catalunya (IAC) / Jóvenes de Izquierda Verde / Observatorio DESC / Observatorio de la Deuda en la Globalizaci ón (ODG) / Revuelta Global / Servicio Civil Internacional (SCI) / Setem / Sodepau / Veterinarios sin Fronteras (VSF) / Red de Consumo Solidario / Red de Movilización Global (XMG)
Iolanda Fresnillo