La Argentina pagará casi 2.000 millones de dólares más de lo que recibió del FMI. Es por la revalorización de la «moneda» propia del organismo.
Desde comienzos de 2002, la Argentina fue pagando la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que en la primera semana de enero de 2006 cancelará totalmente con un pago anticipado. Y el balance arroja que además de los 2.400 millones de dólares en intereses, la Argentina terminará pagando casi 2.000 millones de dólares más que los que recibió de préstamo por parte del FMI.
La explicación se llama Derechos Especiales de Giro (DEG), la canasta de monedas en la que el Fondo Monetario hace sus préstamos, y que, entre otros, incluye al euro, al dólar y al yen. Y al igual que esas monedas, el valor del DEG en relación con otras monedas (tipo de cambio, podría decirse) varía todos los días.
El grueso de la deuda con el FMI proviene de préstamos otorgados en enero 2001 con el llamado «blindaje» negociado por el entonces ministro de Economía de la Alianza, José Luis Machinea, y en setiembre de ese año cuando Domingo Cavallo negoció un préstamo extraordinario.
Claro que esos fondos así como entraron volvieron a salir porque terminaron por financiar la fuga de capitales.
A fines de 2001, el DEG valía 1,26 dólares. A partir de comienzos de 2002, con la revalorización del euro, el DEG subió de valor en dólares y pasó a cotizar a más de 1,45 dólares y por momentos superó la marca de los 1,50 por dólar. Esta semana el DEG se mantuvo en torno de 1,43 dólares.
En otras palabras, el FMI prestó cuando el DEG tenía un valor bajo y la Argentina fue devolviendo el préstamo a un DEG alto. Así, a medida que la Argentina fue pagando la deuda, debió girar más dólares que los que recibió. Ahora, tras el pago anticipado, entre enero de 2002 e igual mes de 2006, Argentina habrá girado por el capital de la deuda 15.945 millones de dólares, cuando en diciembre de 2001 esa deuda equivalía a 14.012 millones de dólares.
También la Argentina pagó más por los intereses ya que éstos también se calcularon en DEG. Se estima que en concepto de intereses pagó unos 200 millones de dólares adicionales.
Así, a diferencia del resto de los acreedores que tuvieron sus acreencias pesificadas o recortadas por quitas, como «acreedor privilegiado» el FMI cobró la deuda puntualmente y acrecentada por el mayor valor de los DEG.
En números, por la sobrevalorización del DEG, el préstamo del FMI a la Argentina le salió 2.200 millones de dólares más caro. Y por una deuda original de 14.012 millones de dólares, la Argentina terminará por girar 15.941 millones de dólares más 2.397 millones de dólares en intereses: total 18.338 millones. De esta manera, el costo financiero del préstamo equivale a una tasa de interés del 10% anual en dólares, más que duplicando la tasa pactada. Este cálculo no incluye el costo de la nueva deuda en que incurrió la Argentina, colocando Boden 2012 y 2014, para ir cumpliendo con los vencimientos del Fondo.
Con relación al costo y al beneficio financiero de pre-cancelar la deuda con el FMI (hay un ahorro por los intereses que no se pagan entre 2006 y 2009, pero el Banco Central deja de percibir los intereses sobre las reservas que cede) todavía falta precisar cómo el Tesoro Nacional va a documentar -con bonos u otro instrumento de crédito- y a qué tasas de interés, la deuda que asume al tomar prestado del Banco Central parte de sus reservas y el nivel de la nueva deuda que se contrae con el Banco de Basilea y por los Boden que se colocaron en Venezuela, que devengan casi un 9% anual.
Además, queda otro interrogante. Si en los próximos meses el DEG aumenta su precio en dólares, con el pago anticipado, la Argentina habrá cancelado con menos dólares una deuda que con el tiempo habría sido en dólares más cara.
Pero si el valor del DEG cayera, pasaría lo contrario: se habría pagado todavía más cara, una deuda que con el tiempo hubiera sido más barata.