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Apoyar la negociación con la resistencia y su exigencia de fin inmediato de la ocupación

Terminar con la ocupación

Fuentes: IraqSolidaridad

El movimiento por la paz está logrando ampliar las demandas de poner fin a la guerra de Iraq en el ámbito público, de los medios de comunicación y del Congreso [de EEUU]. El «momento Murtha» [1] ha aportado una revitalizadora energía y ha ampliado el consenso creciente contra la guerra, llevando el sentimiento contra la […]

El movimiento por la paz está logrando ampliar las demandas de poner fin a la guerra de Iraq en el ámbito público, de los medios de comunicación y del Congreso [de EEUU]. El «momento Murtha» [1] ha aportado una revitalizadora energía y ha ampliado el consenso creciente contra la guerra, llevando el sentimiento contra la guerra y [la exigencia de] regreso de las tropas [estadounidenses en Iraq] incluso más allá del discurso general. Gran parte del debate ahora se centra en si retirar las tropas inmediatamente, lo más rápidamente posible, o el año que viene [2]. Los responsables de la Casa Blanca están cada día más aislados en sus peticiones de «dejar que las cosas sigan su curso».

Es en respuesta a ese crecimiento del consenso anti-guerra por lo que la Administración Bush está exagerando sus planes de retirada de algunas tropas de Iraq, algunas con las secuelas de las elecciones de diciembre, probablemente más a finales de la primavera. De forma similar, la presión internacional sobre los gobiernos de la denominada Coalición está llevando a una mayor reducción en el tamaño de los contingentes y a la retirada [3]: la «Coalición de la coacción» se está convirtiendo rápidamente en la «Coalición del fracaso.»

EEUU ha dejado claras sus intenciones de retirar un número significativo de tropas de Iraq – quizás alrededor de 20.000 efectivos- en las próximas seis u ocho semanas, probablemente otras 30.000 o más durante el período pre-electoral de primavera/verano. Pero con más de 140.000 tropas estadounidenses actualmente en Iraq, la retirada de incluso de unas decenas de miles de tropas no significa el fin de la ocupación.

Los amplios objetivos estratégicos de EEUU en Iraq (control del acceso al petróleo y su cotización, la expansión del poder militar estadounidense en la región, la creación de un régimen de confianza pro-estadounidense en el corazón del mundo árabe) no han cambiado. Pero esos objetivos no requieren un despliegue permanente de 140.000 tropas y por consiguiente la Administración Bush responde al aumento de la oposición a la guerra en el ámbito del Congreso e internacional declarando su intención de proceder a una enorme retirada de tropas. El permanente despliegue [de tropas] en los niveles actuales está ya creando un amplio espectro de problemas que incluyen los derivados de militares que sobrepasan el tiempo de servicio, de bajas militares insuflando la oposición política interna, de oposición regional insuflando no sólo las respuestas políticas sino paramilitares y/o terroristas y un creciente aislamiento global.

Despliegue permanente

Los planes estadounidenses casi con certeza incluyen la retirada de gran número de tropas, dejando de lado un despliegue permanente de 40.000, 50.000 o más. Probablemente evitarían los roles actuales más visibles de la ocupación en las ciudades, replegándose a bases permanentes ahora en construcción y asegurando el acceso al petróleo y su gestión, y apoyando al gobierno amigo de EEUU. El resultado no servirá para sofocar la resistencia, pero asegurará que las tropas iraquíes y la policía sufrirán incluso más bajas. Nuestra oposición es a los planes [estratégicos] estadounidenses en Iraq no sólo al actual despliegue de tropas.

Así, incluso la retirada de 100.000 tropas estadounidenses no significará el final de la ocupación. Terminar con la ocupación significa la retirada total de todas las tropas estadounidenses, de todas las tropas de la Coalición, de todos os mercenarios (llamados «contratistas militares privados») de Iraq.

Terminar con la ocupación significa cerrar todas las bases militares estadounidenses en Iraq, lo que incluye evacuar los aviones de guerra, los sistemas armamentísticos de ofensiva, etc.

Terminar con la ocupación significa terminar el control económico exterior sobre Iraq de EEUU, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual recientemente impuso una privatización que llevó a una espectacular subida en los precios de la gasolina en Iraq [4]. Existe el peligro de que futuras exigencias de privatización del FMI puedan derivar en el fin de los subsidios a los alimentos, incluso a la privatización del agua iraquí.

Terminar con la ocupación tiene que incluir negociar una solución política para, entre otras cosas, hacer cumplir a Washington con las obligaciones contraídas con Iraq tras su ocupación. Informes recientes indican que EEUU ya está negociando con algunos sectores de la resistencia iraquí. El objetivo manifestado por EEUU es separar a los sectores iraquíes de la resistencia de las mucho mayores fuerzas extremistas no iraquíes relacionadas con al-Zarqawi y Al Qaeda en Mesopotamia. Como muchos de nosotros llevamos diciendo hace tiempo, esas fuerzas terroristas -definidas como aquellas deseosas de atacar civiles iraquíes- operan actualmente dentro del entorno solidario creado por las fuerzas iraquíes anti-ocupación de la resistencia nacionalista iraquí mucho más amplias. Es muy probable que la legítima resistencia anti-ocupación iraquí pudiera realmente ser capaz -y esté deseosa- de aislar a esas fuerzas terroristas una vez que la ocupación estadounidense haya terminado [5]. Estas negociaciones habrían fracasado según se ha informado por la insistencia de las fuerzas de la resistencia de que la ocupación de EEUU debe terminar inmediatamente y por el rechazo de Washington a considerar tal cosa. Tenemos que apoyar las negociaciones con la resistencia y apoyar la exigencia de que terminar la ocupación debe ser el primer punto en la agenda. Terminar la ocupación significa la retirada de todas las tropas estadounidenses, extranjeras y mercenarias, y permitir al pueblo y a la legítima resistencia de Iraq solucionar lo que queda del «problema terrorista» impulsado por la propia ocupación [6].

Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Paloma Valverde González.

Notas de IraqSolidaridad:

1. John Murtha, congresista demócrata por Pensilvania y condecorado como veterano de guerra, afirmó en rueda de prensa el 17 de noviembre pasado que «Estados Unidos no puede conseguir militarmente nada más en Iraq. Traed a los soldados a casa». Su actitud hasta el momento había sido a favor de la guerra… 2. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Una resistencia imbatible. Los planes de EEUU y Reino Unido de salida escalonada de Iraq, el primer paso hacia el reconocimiento de su derrota 3. Véase en IraqSolidaridad la sección: Noticias relacionadas con las tropas de ocupación en Iraq 4. Véase en IraqSolidaridad: Mike Whitney: Guerra de guerrillas por el petróleo iraquí – Joshua Frank: Crédito del Fondo Monetario Internacional para Iraq 5. Nuevos datos sobre enfrentamientos entre la resistencia y la red Al Qaeda en Iraq, ya en varias ciudades, eran aportados por The New York Times el pasado 12 de enero de 2006. Véase además: Carlos Varea: Enfrentamientos entre la resistencia y Al Qaeda en Iraq 6. Véase en IraqSolidaridad: Encuentro de la CEOSI con Relaciones Internacionales de la Resistencia Iraquí – A meeting of the Spanish Campaign against Occupation and for the Sovereignty of Iraq and International Relations of the Iraqi Resistance

IraqSolidaridad (www.iraqsolidaridad.org).