Indígenas aislados han sido víctimas de la explotación ilegal de madera en la región fronteriza de Brasil y Perú. Según informaciones de la agencia Servindi un Frente de Protección de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) detectó la explotación de caoba en el lado peruano en el río Envira, en Acre. La región de las […]
Indígenas aislados han sido víctimas de la explotación ilegal de madera en la región fronteriza de Brasil y Perú. Según informaciones de la agencia Servindi un Frente de Protección de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) detectó la explotación de caoba en el lado peruano en el río Envira, en Acre. La región de las nacientes del río Envira está habitada por varias etnias de indígenas en aislamiento, principalmente Masko Piro, grupos que tienen por costumbre desplazarse entre los territorios de los dos países.
La Coordinación General de Indígenas Aislados de la Funai (CGII) expresó al la prensa preocupación por los probables enfrentamientos que estarían sucediendo en el lado peruano entre madereros e indígenas en aislamiento. También se teme que la acción ilegal de los madereros se expanda hacia el territorio brasileño.
Para la FUNAI la situación es aún más grave porque los Masko Piro vienen hacia Brasil en la época de seca. Sin embargo, ellos se están quedando en el territorio brasileño porque están siendo desalojados de su área en el Perú. Existe un riesgo de que comiencen a invadir el territorio de otros indígenas lo que puede ocasionar enfrentamientos entre grupos indígenas aislados».
«Felizmente las cosas en nuestro lado están tranquilas. Pero espero que la FUNAI logre sensibilizar al gobierno peruano, para que ayude en la protección de los indios que habitan nuestra frontera en común», afirma Meirelles.