Después de unas «duras negociaciones» que empezaron en noviembre del año pasado, por fin Lula resolvió decretar el nuevo salario mínimo. Su valor saltó de 300 para 350 reales. Fue duro pues las centrales sindicales, la gobernera CUT y la representante de los partidos de derecha la Força Sindical, querían mucho más: Querían apenas 400 […]
Después de unas «duras negociaciones» que empezaron en noviembre del año pasado, por fin Lula resolvió decretar el nuevo salario mínimo. Su valor saltó de 300 para 350 reales. Fue duro pues las centrales sindicales, la gobernera CUT y la representante de los partidos de derecha la Força Sindical, querían mucho más: Querían apenas 400 reales. Si Lula, el PT y los partidos aliados al gobierno fuesen consecuentes con sus promesas de campaña electoral, el salario mínimo debería ser de por lo menos 550 reales. Lula para ser coherente con su programa de gobierno, debería haber decretado este aumento, y haberle agregado más un 158% llegando así a los 550 reales, pero aun así, el salario sería por debajo del valor de la canasta familiar, unidad de medida del salario mínimo, estipulado por el DIEESE (Departamento Intersindical de Estudios Económicos y Sociales) quien lo calculo en R$ 1.607,11.
En los años de la dictadura y en los primeros años, de los gobiernos democráticos burgueses, cuando las centrales sindicales aún organizaban las luchas de los trabajadores, un pronunciamiento del DIEESE contaba con un enorme peso. Pero con el gobierno de conciliación de clases del PT, el DIEESE ya no es escuchado para estos temas.
Las centrales sindicales actuaron como en una opera bufa. Querían por que querían los 400 reales y el anticipo del aumento para el mes de abril. Al fin acabaron aceptando los 350 de Lula. El Ministro del Trabajo, un ex dirigente sindical, que un día negoció la reducción del salario de los trabajadores de la Volkswagen, el Señor Luis Marinho, afirmó en rueda de prensa que este es el salario mínimo más alto, desde noviembre de 1985.
Brasil uno de los campeones de la miseria mundial
Al brasileño común y corriente le gusta hablar de las grandezas de su país. De sus enormes datos geográficos, de sus cifras gigantescas y obviamente, de su fútbol. Pero veamos un dato desconocido por muchos: «los 10% mas ricos del país, concentran el 46,9% de la renta nacional, mientras que los 10% mas pobres se quedan con apenas 0,7%. Según el ultimo informe de la ONU, Brasil es el octavo país con mas desigualdades social en el mundo, perdiendo el liderazgo en América latina solo con Guatemala y los otros seis puestos son copados por pequeñas naciones africanas», según Jeferson Choma, del periódico Opinião Socialista.
Alrededor de 40 millones de personas, viven del salario mínimo; de estos 15,6 millones son jubilados, pensionados y 23,7 son trabajadores de empresas diversas y organismos públicos. El aumento del salario mínimo incide directamente en el aumento de las jubilaciones, pensiones y en el salario de los empleados públicos; como también en las contrataciones colectivas de miles y miles de empresas. Y es aquí dónde empieza el problema.
¿A quiénes interesa este salario tan mínimo?
En primer lugar este salario mínimo interesa al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y a los tenedores de los bonos de la deuda externa e interna.
Además interesa también a las grandes transnacionales instaladas en el país y a lo que resta de la burguesía nacional. Pues la desmedida desigualdad social es un subproducto, de la enorme tasa de plusvalía que la clase trabajadora, genera en el país para la burguesía nacional y extranjera.
¿Y por qué le interesa ese salario de hambre, al FMI, al BM y a algunas otras instituciones financieras?
Es que desde que llegó al gobierno, Lula viene negociando la generación del superávit fiscal, con el FMI, el BM y las demás instituciones financieras. Ese superávit fiscal es el resultado de los cortes en:
– gastos sociales
– salario de los trabajadores públicos y de las empresas estatales
– reducción de los derechos jubilatorios y del valor de las jubilaciones.
En el cuadro abajo elaborado por el diario O Valor Económico, a partir de datos del Banco Central, podemos ver como funciona el superávit fiscal:
En 2005 el ahorro (!!!) fue de R$ 93.505 mil millones de reales. Algo así como U$S 40.654 millones considerándose la tasa de cambio de 2,30 reales por un dólar. En el grafico es posible ver también que en los 3 años de gobierno Lula, el superávit viene creciendo; fue de 4,25% (2003), 4,59% (2004) y 4,84% (2005)
Si vemos con atención podemos observar que todos los sectores del gobierno Lula han sido consecuentes con la política económica dictada por el FMI y otras instituciones. Las empresas estatales tuvieron un papel fundamental. El superávit en 2004 fue de 0,85% del PIB, ya había sido de 0,64%. Las alcaldías también se pusieron al trote y han ampliado el sacrificio fiscal del 0,08% para 0,21% del PIB. Los resultados en los Estados, también fueron considerables, el 0,89% del conjunto del PIB.
En las empresas estatales, este porcentaje representa en dinero el valor de R$ 16.440 millones o U$S 7.147 millones. Esto fue posible con el aplastamiento salarial que se viene aplicando desde hace 10 años y garantizado por el gobierno Lula. En el recuadro al lado podemos comparar los salarios de los trabajadores en los bancos privados y en los estatales: Banco do Brasil y Caixa Económica Federal.
Este grafico realizado por CONLUTAS (Coordinadora Nacional de Lutas) – www.conlutas.org.br muestra quienes han sufrido los efectos del superávit fiscal exigido por el FMI, BM y tenedores de los bonos de las deudas externa e interna
El superávit primario, generado con más ataque al nivel de vida de los trabajadores, y por ende con el aumento de la pobreza en el gigantesco Brasil, fue fundamental para el pago del servicio de la deuda. En 2005 el gobierno pagó R$ 157 millones de reales (o U$S 68.260 millones). El incremento del salario mínimo costará R$ 5,6 millones de reales (o U$S 2.434 millones). En 2006 el gobierno se comprometió con el pago de R$ 272 millones de reales (o U$S 118.260 millones).
Algunos pueden decir: «El gobierno federal no tiene dinero!» Para elevar el salario al valor definido por el DIEESE, o sea de R$ 1.601 y de este modo, simple y llanamente cumplir con lo que dice la Constitución brasileña, serian necesarios R$ 132 millones de reales (o U$S 57.391 millones), o sea menos de la mitad de lo que Lula entregará a los banqueros en el 2006.
El jefe del Departamento Económico del Banco Central, Altamir Lopes, no considera que los recortes sociales hayan sido exagerados. Según él: «fue lo suficiente para estabilizar la relación entre la deuda neta y el PIB», y dijo también «este es un requisito fundamental para que la economía continué presentando crecimiento por muchos años» Es decir, el remedio no fue tan agrio así, además fue lo necesario para que los empresarios puedan seguir ganando.
Las transnacionales y grandes burguesías brasileñas felices por Lula y su gobierno
Ya no es ningún secreto para nadie, que las mayoría de las empresas capitalistas sufren una fuerte caída, en sus tasas de ganancias. La excepción está dada en el capital financiero y las petroleras. Por ejemplo podemos citar la Exxon Mobil Corp., la más grande petrolera del mundo, el trimestre pasado, tuvo una ganancia de U$S 80.842,39 por minuto. En los demás sectores la caída de la tasa de ganancia, los afecta de forma generalizada.
También las emblemáticas empresas automotrices, son un buen ejemplo. General Motors y Ford están transformando Detroit en una ciudad fantasma. Hasta 2010 por el cierre de plantas, 60.000 personas pueden llegar a perder sus empleos. Solo la Ford cerrará 14 plantas. Daimler Chrysler, en Alemania, reducirá 5.000 puestos administrativos, ya había reducido 8.500 empleos, a través de un acuerdo con la burocracia sindical alemana, cuando asumió su nuevo presidente Zetsche,.
Pero, al mismo tiempo, que cierran sus plantas en EEUU y Europa, buscan países donde los salarios sean más bajos, la jornada de trabajo más extendida y las condiciones de higiene y seguridad sean las peores posibles. En la tabla abajo, retirada de la revista de la agrupación obrera Lucha Internacionalista, de España, se pueden ver las desigualdades laborales en diversos países.
Estas desigualdades, explican el sentido de las declaraciones que hacen importantes transnacionales en relación a sus planes para América latina:
– Ecuador: General Motors planea aumentar en 150% o U$S 10 millones sus inversiones en el desarrollo y producción de autos. (The Wall Street Journal – 02.02.06)
– Brasil: La Ford de EEUU vive un proceso opuesto al de la fábrica de Bahía. Mientras en EEUU hay un exceso de capacidad, en Brasil falta capacidad de producción, tuvo que recurrir a ajustes técnicos para producir por encima de su capacidad, de 250 mil vehículos. La planta trabaja en tres turnos sin interrupciones y es motivo de orgullo para la Ford. Presenta los más bajos costos, dentro de la empresa, en todo el mundo. Es por eso que, esa planta puede llegar a inspirar a los norteamericanos para una Ford más lucrativa. (O Valor Económico 30.01.06)
– Brasil: Fiat invertirá R$ 2,5 millones de reales (o U$S 1.087 millones), en la inversión de capital más grande realizada por esta empresa, desde que inició sus operaciones en el país en 1976 (O Valor Económico – 03.02.2006)
– Brasil: Renault enfrentando dificultades, segundo su presidente Pierre Poupel, anunció que va aumentar en 25% sus puestos de trabajo en Brasil. Su palnta deberá contratar mas 700 trabajadores, un acrescimo de 25% en suu 2.800 empleados actuales. De ese modo pretenden aumentar la producción en 13,3% (Agencia Reuters – 09.02.06)
– Venezuela: La debilitada Ford anuncia que en 2006 incluirá una nueva línea de producción en su fábrica de Valencia. Lo que muestra que a los capitalistas lo que les asusta es la caída de la tasa de ganancias y en ese sentido van para donde creen que pueden aumentarla. (The Wall Street Journal – 08.02.06)
En este marco Lula le brinda un gran favor a la burguesía, aplastando los salarios de los trabajadores. Pero por si esto fuera poco, desde el año pasado, el gobierno del ex dirigente sindical esta gastando todo su prestigio para realizar la Reforma Laboral (que quita derechos de los trabajadores) y la Reforma Sindical (que debilita a los poderosos sindicatos brasileños). Hay una figura bíblica que explica que, es imposible servir a dos Señores al mismo tiempo. En este caso, Lula le sirve a la burguesía imperialista y a la brasileña y como no puede servir a dos señores al mismo tiempo, acaba traicionando las esperanzas del trabajador brasileño.
Las nuevas tareas de los trabajadores, la juventud y los sin tierra, en Brasil
La primera gran tarea planteada a los trabajadores brasileños, es hacer un buen balance del resultado de los más de 25 años de historia del Partido de los Trabajadores. Partiendo de su génesis, reconocer que el PT cumplió un gran papel en la organización y unificación de los distintos grupos de la izquierda que estaban atomizados en por lo menos una veintena de organizaciones. Su historia fue construida en la lucha en contra de la dictadura militar y en la defensa de las demandas de los sectores explotados, de la sociedad brasileña. Pero al mismo tiempo el PT fue llegando a las concejalías, las alcaldías, diputaciones y hasta las gobernaciones, dejando poco a poco su posición de una organización que priorizaba la acción directa de las masas y pasando a una organización de carácter parlamentaria.
Este balance dibujado en pocas líneas y con todas las imprecisiones típicas de un texto ligera, aun así nos sirve para mostrar las dos grandes tareas que tienen los trabajadores en el próximo periodo.
En primer lugar hay que reconstruir las organizaciones obreras, estudiantiles y populares. Reconstruir en el sentido programático, de nuevas dirigencias y nuevas formas. El surgimiento de una nueva central, la CONLUTAS – Coordinadora Nacional de Lutas – es un importante paso adelante al aglutinar a los sectores que están en contra tanto a la oposición burguesa como al gobierno Lula que aplican los mismos planes neo liberales.
El I CONAT – Congreso Nacional de Trabajadores del CONLUTAS – podrá tener la misma importancia histórica que tuvo el I Congreso Nacional de la CUT, en 84, que organizó a lo mejor de la vanguardia para enfrentarse con la dictadura y en la defensa de los trabajadores. El I CONAT, ahora, bajo la bandera de la CONLUTAS, también cumplirá el papel político de enfrentarse con el gobierno Lula y la oposición burguesa, por un lado y por otro organizar a los trabajadores para enfrentarse a la nueva onda de crisis capitalista y todos los ataques que se planean en contra los trabajadores. Al mismo tiempo, por el carácter actual del capitalismo, es decir de mayor internacionalización de la producción, CONLUTAS tendrá que al nacer tener características de acorde con la época histórica que vivimos, es decir, un mayor grado de internacionalización de las luchas.
La segunda gran tarea es definir: Lula, ¿es el mal menor?
La explosión de las denuncias de corrupción prendió la lucita roja en la conciencia de los trabajadores. La burguesía se dio cuenta de ese proceso y trata de ir poco a poco bajando el tono de los ataques contra el PT por parte de la oposición burguesa. Los 20 mas grandes empresarios que están en el país se reunirán para exigir que se bajara el tono, pues del contrario, las masas mas que prender la lucita roja en la conciencia, seguramente prendería cauchos en las calles y pondría en peligro la producción de mercancías en el interior de las fabricas y la alta rentabilidad de las industrias en el país. Hasta Bush intervino en ese proceso. Y así se hizo. Pocos diputados perdieron sus mandatos y poco a poco los medios de comunicación fueron «olvidándose» del tema.
Ahora viene el proceso electoral. La oposición burguesa ataca duramente Lula. La política del PT es: «no podemos permitir que vuelva la derecha» y que Lula es «el mal menor».
A lo largo de ese articulo demostramos que el Gobierno Lula sigue al pie de la letra los lineamientos de la cartilla neo liberal del mismo modo que antes lo hizo la oposición burguesa. El que escriba un texto acerca de la juventud o de los campesinos, seguro llegará a la misma conclusión que llegamos en este texto. Entonces, de que «mal menor» se habla. Son todos agentes de la misma política.
Es necesario no quedarse en la discusión del mal menor y construir un plan alternativo de los trabajadores. Un plan antimperialista y anticapitalista. Luego presentar ese plan a las masas trabajadoras en las elecciones presidenciales que se avecinan.
Ese programa debería ser el ente aglutinador de la izquierda clasista brasilera y materializada en una candidatura unitaria que aglutine a los partidos como el PSTU, PSOL y PCB. Algunos dirán: ¿no podemos extender esa invitación al PDT, del fallecido Brizola? Estamos convencidos que no. La dirigencia de la central de derecha, Força Sindical, es ejercida justamente por los dirigentes brizolistas. Así que, la única posibilidad de una candidatura que presente un programa de los trabajadores esta en las manos del PCB, PSOL y PSTU.
Construyendo CONLUTAS y en el proceso electoral, presentando un programa alternativo, para los trabajadores, seguramente, en el Brasil se estará dando enormes pasos para el surgimiento de una nueva dirección. En eso creemos.
* José Bodas es dirigente sindical petrolero y miembro de la Dirección Nacional del PRS. Cesar Neto es miembro de la Dirección Nacional del PSTU/Brasil.