El Foro Brasileño de Organizaciones No Gubernamentales y Movimientos Sociales para el Medio Ambiente y el Desarrollo (Fboms) promueve de hoy y hasta el día 28 de marzo, en Curitiba, el Foro Global de la Sociedad Civil. La iniciativa tiene lugar en paralelo con la 8ª Reunión de las Partes de la Convención sobre Diversidad […]
El Foro Brasileño de Organizaciones No Gubernamentales y Movimientos Sociales para el Medio Ambiente y el Desarrollo (Fboms) promueve de hoy y hasta el día 28 de marzo, en Curitiba, el Foro Global de la Sociedad Civil. La iniciativa tiene lugar en paralelo con la 8ª Reunión de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica (COP-8) y 3ª Reunión de las Partes del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad (MOP-3).
El espacio pretende ser un lugar para que las organizaciones de la sociedad civil brasileñas y de otros países puedan intercambiar experiencias, debatir y afirmar posiciones comunes en relación con los temas de actualidad de la biodiversidad. La programación incluirá debates, seminarios y reuniones y estará abierta al público y puede ser consultada en el website de Internet www.terradedireitos.org.br.
Uno de los temas centrales a ser discutido en el Foro se refiere a la decisión sobre la identificación del transporte transfronterizo de organismos vivos modificados (OVMs, los transgénicos). Para la organización Tierra de Derechos, esta definición es muy importante, porque es la identificación clara y precisa la que posibilitará la adopción de medidas de bioseguridad por parte de los países importadores e inclusive, permitir que los países puedan rechazar la importación de OGM (Organismos Genéticamente Modificados).
Parte de los países signatarios del Protocolo sostienen que la identificación del transporte de OVM debe incluir sólo la expresión «puede contener», no representando identificación precisa. Además, varios otros aspectos del Protocolo y de las legislaciones nacionales sobre bioseguridad (como la responsabilidad por daños) quedarán prácticamente sin aplicabilidad. «Esto significa la completa desregulación del comercio internacional de OGM, lo que dificultará y mucho las medidas contra la contaminación genética», afirma la entidad.
La otra opción de identificación, defendida por la mayoría de los países es la leyenda «Contiene OVM», que implica especificar con exactitud el tipo de OVM, sus características y medidas de bioseguridad necesarias para evitar la contaminación», explica María Rita, asesora jurídica de la ONG Tierra de Derechos. En rigor, el mecanismo que debería posibilitar, en Brasil, el rotulado, sería suficiente para posibilitar la identificación en la exportación. «Es inadmisible que cualquier otro criterio, y no los que expresen respeto por la bioseguridad, sean adoptados para definir las reglas de identificación en el ámbito del Protocolo de Cartagena».
MOP (Meeting of Parties) es la sigla utilizada, en el ámbito de la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB), para designar la reunión de los países miembros del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad. La tercera reunión de las partes tiene lugar en Curitiba, a partir de este lunes 13, y hasta el día 17 de marzo. En esas reuniones, los representantes de los países miembros analizan documentos y toman decisiones sobre las medidas necesarias para la implementación y cumplimiento del Protocolo.
Las discusiones estarán centradas en temas relacionados como contaminación, bioseguridad y comercio; geopolítica de los transgénicos; áreas libres de transgénicos; privatización de los recursos genéticos y la agricultura campesina y bioseguridad; así como la contaminación genética y soberanía alimentaria.
Desde el día 20 de marzo en adelante, cuando comience la COP-8, otros asuntos entran en la agenda, por ejemplo el de la privatización de áreas naturales protegidas, el mundo real del agua, los contaminantes y la biodiversidad, biodiversidad y amenazas a las zonas costeras y marinas – manguezales y carcinicultura, nuevas formas de biopiratería.
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]