Cada día mueren en el mundo 4.500 niñas y niños menores de cinco años por enfermedades vinculadas a la falta de saneamiento y agua potable. Para hablar de ese drama, exponer sus experiencias y buscar soluciones, 100 menores de 30 países se reúnen en México.
El Foro Mundial del Agua de los Niños, que inició sus sesiones este jueves, cuenta con niñas y niños que protagonizan historias conmovedoras, líderes o integrantes de proyectos sobre agua e higiene en escuelas y comunidades, y que tendrán la oportunidad de expresar sus puntos de vista a varios ministros.
«Nos va a escuchar, pues los niños somos los más afectados por la crisis del agua y si no hacemos algo ahora el futuro será difícil pues las generaciones que vienen no van a tener agua suficiente», dijo a IPS la colombiana Anyeli González, de 16 años.
González participa de un proyecto sobre conservación de agua y ambiente en el cual estudiantes de diferentes escuelas organizan presentaciones artísticas en sus comunidades con marionetas y música para crear conciencia sobre los problemas de los recursos hídricos.
González, del departamento colombiano de Caldas, y otros menores de Asia, África y América Latina llegaron a México invitados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el no gubernamental proyecto Water Education for Teachers, de Estados Unidos, y el Foro Japonés del Agua.
La cita infantil es paralela al IV Foro Mundial del Agua, inaugurado este jueves en la capital mexicana con la participación de más 13.000 delegados de gobiernos, organizaciones no gubernamentales y empresariales y funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Al igual que el Foro, la reunión de los niños se extenderá hasta el próximo miércoles.
Según Unicef, «los primeros y más afectados por el agua no apta para el consumo y la higiene son las niñas y niños. Se trata de problemas con efectos devastadores sobre todos los aspectos de la vida de un menor, desde la supervivencia y el desarrollo hasta la educación».
Más de 4.000 millones de casos de diarrea que se producen cada año en el mundo por insalubridad y falta de agua adecuada colocan a los menores «al borde de la muerte», advierte esa agencia de la ONU.
Al igual que en otros asuntos vinculados a la salud, los más afectados son los pobres. Una niña o niño nacido Estados Unidos o Europa tiene 520 menos probabilidades de morir de una enfermedad diarreica que un recién nacido de África subsahariana, donde apenas 36 por ciento de la población tiene acceso al saneamiento, afirma Unicef.
Hay más de 220 millones de niños y niñas enfermos por parásitos intestinales, lo que les impide crecer adecuadamente y asistir a la escuela con regularidad. En definitiva, esos problemas son una barrera para superar la pobreza.
Las mujeres y los menores de los países más pobres caminan un promedio diario de seis kilómetros transportando 20 litros de agua para llevarlos a sus hogares. El tiempo que les toma esta tarea se resta al de otras labores productivas y de educación.
«Los niños tenemos mucho que hacer a favor del agua. Podemos ser mejores sólo con aprender a lavarnos las manos, lo que evitaría que muchos nos enfermemos, pero también ayudando a nuestros amigos y vecinos a usar mejor el agua», expresó González.
Ella comparte en México su experiencias con personas como Dolly Akhter, de 15 años, quien vive en un barrio pobre de la cuidad de Dhaka, en Bangladesh, y es parte de un grupo que da consejos a sus vecinos sobre cómo mejorar su higiene y el uso de letrinas.
También está la keniata Charlotte Akoth, de 13 años y habitante de Nairobi, a cargo de enseñar en su escuela de 2.000 alumnos conceptos básicos de higiene y uso adecuado de las 18 letrinas disponibles.
Otro presente es Suresh Baral, de 13 años. Vive en el poblado de Pumbi Bhumbi, en Nepal, y es presidente de un club de saneamiento de su escuela. Allí promueve la recaudación de fondos para programas de higiene y para financiar pequeños créditos destinados a la construcción de letrinas.
«Sólo el hecho de estar aquí en México en el Foro ya nos compromete mucho. De aquí regresaremos para trabajar con más compromiso y enseñar a los adultos la importancia de cuidar el agua», declaró la colombiana González.
Según Unicef, los niños se reunirán con varios de los ministros que asisten al Foro Mundial del Agua para analizar la manera en que la niñez puede ayudar a resolver la crisis del agua.
«Ese es uno de los actos más importantes de esta reunión de niños, pues varios de los ministros que vienen al Foro Mundial los van a escuchar y a dialogar con ellos», dijo a IPS Donna Goodman, experta de Unicef en agua y saneamiento.
Aunque en el mundo hay suficiente agua para todos, 1.100 millones de personas no disponen de ese recurso básico para la vida, y 2.600 millones carecen de acceso a las letrinas más rudimentarias.
En 2000, los gobiernos del mundo se comprometieron a reducir a la mitad la proporción de personas sin agua potable, con plazo en 2015, como uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El IV Foro Mundial del Agua sigue a otros realizados en Marruecos, en 1997, Holanda, en 2000, y Japón, en 2003.
Aunque no se trata de una cita organizada por la ONU y no tiene potestad para adoptar medidas obligatorias, es el ámbito más importante para discutir los problemas de los recursos hídricos.