1. Cara y contracara de la «fortuna» (los dos extremos de la pirámide)La «buena marcha» de los negocios del capitalismo transnacional queda demostrada en el ranking 2005 de la revista Forbes, donde un listado de 587 multimillonarios acumula una fortuna que duplica la riqueza anual producida por un país como España, y representa casi la […]
1. Cara y contracara de la «fortuna» (los dos extremos de la pirámide)
La «buena marcha» de los negocios del capitalismo transnacional queda demostrada en el ranking 2005 de la revista Forbes, donde un listado de 587 multimillonarios acumula una fortuna que duplica la riqueza anual producida por un país como España, y representa casi la quinta parte de la gigantesca economía de EEUU, la primera potencia imperial del mundo.
Según Forbes, en el año 2005, 587 multimillonarios sumaban una fortuna de casi dos billones de dólares, una suma equivalente al presupuesto anual de EEUU, la mayor potencia imperialista del planeta, y a decenas de PBI (producción de pastel) anuales de países dependientes.
Si quiere saber cuantas tajadas del pastel se robaron esos multimillonarios, sume su fortuna, y luego divídala por la totalidad del pastel (El PBI mundial): lo que le sobra (al capitalista) de la parte que en realidad le tocaba, es el producido del robo capitalista.
La lista de «ricos entre los ricos» se incrementó en el 2005 con 64 personas, como producto, según Forbes, de la «recuperación de la economía mundial» y del alza de los mercados bursátiles, en los dos últimos ejercicios.
La suma acumulada por los 587 «afortunados» representa casi 100 veces el PBI (producto bruto interno anual) de un país como Bolivia, y casi 20 veces la riqueza anual producida por un país como Argentina.
La prensa internacional, sus periodistas y comentadores, difunden estas cifras, impresionantes y fantásticas, destilando una rara mezcla entre admiración y envidia por no estar en el lugar de los rankeados, a los que consideran personas tocadas por la «varita mágica» del éxito y el prestigio social.
«Después de dos años de caídas significativas en las fortunas de los ricos, vimos un aumento enorme en las fortunas de casi todos los que aparecen en la lista», dijo la editora asociada de Forbes, Luisa Kroll, en una conferencia de prensa efectuada en Nueva York.
En el otro extremo de la pirámide (los que fueron despojados de su tajada del pastel), según informes de la ONU del 2005, sobre una población mundial de 6.000 millones de habitantes, 2.800 millones de pobres sobreviven con menos de dos dólares al día.
Según los informes presentados por organizaciones humanitarias en la ONU en el Día Mundial de la Alimentación, en octubre del 2003- 840 millones de personas en todo el mundo carecen de alimentos básicos, y más de seis millones de niños menores de cinco años morirán en un mes (octubre de 2003) de inanición.
El fundador del imperio Microsoft, Bill Gates, figura por décimo año consecutivo en primer lugar del ranking de Forbes con una fortuna estimada en 46.600 millones de dólares. La fortuna de Bill Gates supera en más de dos veces el presupuesto mundial de la lucha contra la pobreza , estimado en 19.000 millones de dólares.
Si Bill resolviera «dejar de trabajar» podría (si la salud se lo permite) vivir 120 años más, gastando a razón de 1 millón de dólares por día. En la vereda de enfrente están los 2.800 millones de pobres que sobreviven, menos de 50 años, con 2 dólares por día.
Entre los nuevos «riquísimos» fichados en el 2005 se encuentraban la escritora británica Joanne K. Rowling, autora de la saga Harry Potter, y a la que se le calcula una fortuna de 1.000 millones; los fundadores del buscador de Internet Google, Sergey Brin y Larry Page (1.000 millones por cabeza), y el empresario textil español Isak Andic, fundador de la cadena de tiendas Mango, del que no existe ni siquiera una fotografía y al que se atribuye una fortuna de 1.600 millones de dólares.
Multimillonarios como el financiero estadounidense Warren Buffet, segunda fortuna del mundo tras Bill Gates, con 42.900 millones, han incrementado su patrimonio vertiginosamente. Buffet, de 72 años, ha visto crecer su fortuna en 12.400 millones de dólares en apenas 12 meses. Y lo mismo ha sucedido con el tercer y el cuarto clasificados en el ranking de milmillonarios, el alemán Karl Albrech (23.000 millones) y el príncipe saudita Alwali Bin Talal al Saud, feliz poseedor de 21.500 millones de dólares.
La «buena marcha de los negocios» también ha derramado dólares por miles de millones en América Latina. El mexicano Carlos Slim ha logrado casi duplicar su fortuna en un año y situarla en 13.900 millones de dólares, con lo que ha escalado al puesto 17 entre los riquísimos del mundo, a los que también pertenecen los brasileños Josep y Moise Safra (4.700 millones) y el venezolano Gustavo Cisneros (4.600 millones).
En América Latina, Según un informe de la CEPAL de agosto del 2003, en el año 2002, el número de latinoamericanos que vive en la pobreza alcanzó los 220 millones de personas, de los cuales 95 millones son indigentes, lo que representa el 43,4 % y 18,8% de la población respectivamente.
En un capítulo especial dedicado al tema del hambre realizado en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), la CEPAL estima que el 11% de la población está subnutrida.
Casi un 9% de la población infantil menor de 5 años sufre desnutrición aguda (bajo peso) y un 19,4%, desnutrición crónica (baja talla respecto a la edad). Esta última reviste especial gravedad por la irreversibilidad de sus efectos negativos.
En el otro extremo de la pirámide, la mayoría de las súper-fortunas difundidas por Forbes provienen de «negocios» relacionados con la finanzas, el «espectáculo», el deporte, la «cultura», las grandes producciones de Hollywood, las grandes cadenas de diarios, radio y televisión, la moda y los cantantes «fashion», y en general todo lo que «divierte y entretiene» a los televidentes y espectadores de todo el mundo, mientras el otro resto del planeta se muere de hambre marginado del «circuito» laboral y comercial del sistema.
Las comparaciones numéricas de las cifras de riqueza concentrada en pocas manos con la pobreza y la marginación humana extendida masivamente por todo el planeta, son infinitas, y ponen al descubierto, más que ninguna imagen o palabra, la verdadera naturaleza del sistema capitalista instalado como «única civilización» posible en el mundo.
A partir se saber sumar, dividir o multiplicar, o simplemente utilizando una calculadora digital, cualquiera está en condiciones de averiguar para que sirven la instituciones, la economía, la cultura y toda la fachada jurídica y social del sistema capitalista vendido todos los días como un orden «natural» por la estructura de los medios masivos de comunicación.
2. Trasnacionales (el Arma Mortal 1)
En el mundo capitalista «transnacionalizado» del Imperio norteamericano las 200 empresas multinacionales mas poderosas dictan y condicionan la política mundial y el comportamiento de gobiernos, ejércitos, o instituciones mundiales oficiales o privadas.
Son los amos invisibles del Planeta: los que manejan a los países y a presidentes por control remoto, como si fueran títeres de última generación.
Las cadenas del viejo colonialismo militar reaparecen en la etapa de la globalización como cadenas financieras y económicas sostenidas por el poder tecnológico-militar-nuclear del Imperio norteamericano.
El comercio mundial (en más de un 50%) y la inversión de capital en el extranjero (en más de un 75%) se concentran en tres únicos polos: EEUU, Japón y la Unión Europea. Y excluye áreas enormes del planeta, en África por ejemplo, marginándolas de los flujos de mercancías y de capitales.
El hecho primordial, el más fundamental de esta etapa económica: el dominio abrumador de un reducido número de empresas transnacionales de dimensiones gigantescas, mayores que Estados, sobre la producción, el comercio y las finanzas mundiales.
La concentración del capital mundial en estos mega-grupos o mega-compañías, en una proporción aplastante, que implica modificaciones de todo tipo, en la economía, en la sociedad, en la vida política, en la cultura, etc., es seguramente el aspecto más definitorio de la llamada «globalización económica».
Aproximadamente un tercio de todo el comercio mundial se concentra dentro de las 37.000 «multinacionales» censadas en 1994(5), entre sus casas matrices y sus filiales, y otro tercio entre unas y otras, en definitiva dentro del sector multinacional.
Pero incluso estas cifras son pobres para retratar la realidad de la globalización económica controlada por estos monstruos económicos financieros que superan a los gobiernos. .
Hay que quedarse con las 200 mayores empresas, por ejemplo, para lograr una imagen realista del sistema económico que gobierna la vida material de los seis mil millones de seres humanos que habitamos este planeta.
La cifra de negocio anual de estos gigantes es nada menos que la cuarta parte (26,3%) de la producción mundial, crece a un ritmo doble de lo que crece el Producto Interior Bruto de los 29 países industrializados que integran la OCDE, y supera ya a la producción total sumada de los otros 182 países que no forman parte de la OCDE, pero donde vive la inmensa mayoría de la humanidad.
La lista de estos 200 gigantes está en perpetuo movimiento, precisamente porque las fusiones y absorciones entre ellas, y entre las mayores de ellas, constituyen uno de los medios principales de mantenerse en la cumbre de esta pirámide del poder económico.
Pero, para dar nombres, enumeremos, por ejemplo, a algunas de las mayores empresas transnacionales de carácter no financiero: Shell, General Motors, Ford, Exxon, IBM, Exxon, AT&T, Mitsubishi, Mitsui, Merck, Toyota, Philip Morris, General Electric, Unilever, Fiat, British Petroleum, Mobil, Nestlé, Philips, Intel, DuPont, Standard, Bayer, Alcatel Alston, Volkswagen, Matsushita, Basf, Siemens, Sony, Brown Bovery, Bat, Elf, Coca-Cola… entre las clásicas; Microsoft, Cisco, Oracle, entre las nuevas. Entre los bancos: IBJ/DKB/Fuji, el Deutsche, BNP/Paribas, UBS, Citigroup, Bank of America, Tokio/Mitsubishi…
¿Dimensiones de estos gigantes?
La petrolera BP es la segunda empresa más grande del mundo, seguida por Exxon Mobil, Shell, General Motors, Daimler Chrysler, Toyota Motor, Ford Motor, General Electric, Total, Chevron en orden de magnitud de sus entradas hasta 2005. Cada una de ellas son economías mayores que Portugal, Israel, Irlanda o Nueva Zelanda.
La empresa más grande del mundo sigue siendo Wal-Mart, cuyo volumen de ventas es mayor que el producto bruto interno de Noruega, Arabia Saudita y Austria. Wal-Mart es la vigésima economía de planeta.
The New York Times comenzó a hablar de la «walmartización» refiriéndose a cómo Wal-Mart había presionado la baja de salarios y la seguridad social de los trabajadores en sus tiendas en Estados Unidos.
Situación que se repite por todo el mundo donde se instala esta transnacional, después de liquidar a las tiendas locales pequeñas, como efecto inmediato de su instalación en esos mercados.
Entre las 100 multinacionales mayores hay supermercados como Carrefour, Home Depot, Metro y Royal Ahold, procesadoras de alimentos, como Nestlé y el Grupo Altria (propietaria de Kraft Foods y Phillip Morris), junto a grupos financieros como Citigroup, ING y HSBC, y empresas de informática y telecomunicaciones como IBM, Siemens, Hitachi, Hewlet Packard, Samsung y Sony.
En procesado de alimentos y bebidas, Nestlé mantiene su poderío duplicando o triplicando el volumen de ventas de sus competidores más cercanos: Archer Daniel Midlands, Altria, PepsiCo, Unilever, Tyson Foods, Cargill, Coca-Cola, Mars y Danone.
En cifras del año 2004, las 200 multinacionales más grandes del planeta concentraban 29 por ciento de la actividad económica mundial.
Entre las petroleras, en el año 2005, la Exxon registró ingresos netos durante 2005 de 36.130 millones de dólares (5.71 dólares por acción), un incremento de 10.800 millones en relación con el 2004, que supera a los PBI juntos de países como Bolivia, Paraguay, y Uruguay.
El consorcio petrolero Royal Dutch Shell, uno de los mayores del mundo, cerró el 2005 con beneficios netos de 22.940 millones de dólares, nuevo récord para ese indicador, informaron hoy fuentes del sector. La compañía anglo-holandesa se benefició el pasado año de los elevados precios del crudo, pues los mayores ingresos corresponden a las actividades de prospección y explotación de yacimientos.
Ese resultado, indicaron analistas, es el mayor de la historia para una empresa que cotiza en la City británica, si bien quedó detrás de la estadounidense Exxon Mobil, que llegó a 33.860 millones de dólares de beneficios.
Muchos analistas pensaban que la ola de fusiones corporativas que comenzó en los noventas estaba bajando, pero el valor de las fusiones y compras entre empresas alcanzó 1.95 billones de dólares en 2004, 40 por ciento más que en 2003.
Tras el triunfo del «libre mercado» y el fin de los Estados nacionales, cada vez con más legislaciones nacionales e internacionales a su favor, las multinacionales condicionan y dominan las estructuras económico-productivas de los países, promoviendo guerras por apoderamiento de mercados y apropiándose de recursos naturales y de los sistemas de importación y exportación.
Según el informe del Grupo ETC, Oligopoly Inc 2005 (www.etcgroup.org), que monitorea las actividades de las corporaciones globales, fundamentalmente en agricultura, alimentación y farmacéutica, desde el informe anterior, publicado en 2003, las 10 mayores industrias trasnacionales de semillas saltaron de controlar un tercio del comercio global, a la mitad de todo el sector.
En agrotóxicos, las 10 principales realizan el 84 por ciento de las ventas globales. Son: Bayer, Syngenta, BASF, Dow, Monsanto, Dupont, Koor, Sumitomo, Nufarm y Arista.
Dentro de semejante nivel de concentración, los analistas prevén que únicamente sobrevivirán tres: Bayer, Syngenta y BASF. Monsanto no ha renunciado a este lucrativo mercado, pero su rezago relativo -del tercer al quinto puesto- se debe a que está enfocada a la producción de transgénicos como frente de venta de agrotóxicos.
Las 10 farmacéuticas más grandes controlan 59 por ciento del mercado: Pfizer, Glaxo SmithKline, Sanofi-Aventis, Jonson y Jonson, Merck, AstraZeneca, Hoffman-La Roche, Novartis, Bristol Meyers Squibb y Wyeth.
Las diez mayores trasnacionales en productos veterinarios tienen 55 por ciento del mercado.
Las 10 mayores empresas biotecnológicas (dedicadas a subproductos para la farmacéutica y la agricultura) son apenas 3 por ciento de la totalidad de ese tipo de empresas, pero controlan el 73 por ciento de las ventas. Las principales son Amgen, Monsanto y Genentech.
3. La locomotora imperial (los beneficiarios del Arma Mortal 1)
Un informe del Financial Times de mayo de 2002, analiza que casi un 48% de las mayores compañías y bancos en el mundo son de los EE.UU. y un 30% son de la Unión Europea , sólo 10% son japoneses.
En síntesis, casi 90% de las mayores corporaciones trasnacionales que dominan la industria, la banca, y los negocios son estadounidenses, europeas o japonesas. Africa y América Latina no figuran en la lista.
Cinco de los 10 principales bancos , seis de las 10 principales compañías farmacéuticas y/o biotecnológicas , cuatro de las 10 principales compañías de telecomunicaciones , siete de las principales compañías de tecnologías de la información , cuatro de las principales compañías de petróleo y gas , nueve de las 10 principales compañías de software , cuatro de las 10 principales compañías de seguros y nueve de las 10 principales compañías de comercio minorista, son estadounidenses.
La concentración de poder económico de los EEUU es aún más evidente en el círculo de las mayores compañías, donde los Estados Unidos tienen una abrumadora presencia y dominio.
Entre las 10 principales transnacionales del mundo: 90% son propiedad estadounidense; de las principales 25, 72% son propiedad estadounidense; de las principales 50, 70% son estadounidenses y de las principales 100, 57% son propiedad estadounidense.
Los flujos de los sectores financiero, farmacéutico, de software y de seguros están formados por las diez principales compañías estadounidenses y europeas.
Los mercados mundiales están divididos entre las principales 238 compañías y bancos de los EE.UU. y las 153 de la Unión Europea, y el 80% de las principales corporaciones de petróleo y de gas son propiedades estadounidenses o europeas.
La concentración del poder económico mundial en las corporaciones y bancos norteamericanos, y en menor medida, en los de la Unión Europea, revela claramente la condición de «socios principales» de los países europeos en las estrategias económico-militares de EEUU por todo el planeta.
Esto revela por sí solo, la falsead del discurso «opositor», en la ONU y en los foros internacionales, que practican potencias europeas como Francia, Alemania o la misma Rusia, en relación a las guerras por conquista de mercados lanzadas por Bush y los halcones.
Como se refleja en los números y estadísticas, en la realidad, estas potencias siempre han jugado -y siguen jugando- de socios principales de las políticas de conquista militar y rapiña capitalista lanzada por los gerentes políticos-militares de turno en el Imperio de Washington.
3. El rey desnudo (o el capitalismo que «nadie ve»)
Este capitalismo que «nadie ve», expresado brutalmente en el ranking de multimillonarios de Forbes, o en el listado de ganancias y facturación de las trasnacionales capitalistas, está ahí, al alcance de nuestras narices.
No es la resultante de la «brecha entre ricos y pobres» como sostienen los curas y los encuestadores, sino el emergente descarnado y real de la explotación del hombre por el hombre que ha tocado niveles de impunidad nunca vistos en la historia de humanidad.
Ya no se necesitan pensadores, ni filósofos, ni científicos ni expertos en nada para «ver» en acción la obra genocida del capitalismo caníbal y asesino de su propia especie: basta con consultar el ránking Forbes, o el activo patrimonial y el ránking ganancial de las trasnacionales en cualquier medio especializado.
No hay que ser un genio en finanzas ni un ilustrado en Ciencias económicas: solo hace falta saber sumar, restar, multiplicar y dividir.
Y a partir de la comprobación fáctica de los números, de las estadísticas reales y descarnadas, quien quiera esconder la cabeza y vivir en el sistema ignorando y marginando del lenguaje diario la palabra «capitalismo genocida», que lo haga.
Quien quiera seguir deslumbrándose con la «democracia», las «elecciones», los «derechos humanos» y el «pacifismo» exportados como estrategia de dominio por el Departamento de Estado norteamericano, que lo haga.
Quién quiera practicar el «antiimperialismo» sin practicar el «anticapitalismo», que lo haga.
El ser humano dentro del sistema capitalista en un «ser libre y autodeterminado» para todo, menos para conseguir trabajo y comida.
Ud. es tan libre como la Estatua de la Libertad, esa mole levantada en Nueva York, no muy lejos del templo financiero de Wall Street, justo por donde se desplazan habitualmente los gerentes, gurúes, ejecutivos y accionistas «afortunados» del ranking de Forbes: los hacedores del Arma Mortal 1.
Manuel Freytas – [email protected]