Delegados debaten entre formar una nueva central obrera a la izquierda del PT y la CUT, mantener la coordinación de las luchas o transformar CONLUTAS en un movimiento político-social
En estos momentos sesiona en Sao Paulo, el Congreso Nacional de Trabajadores (CONAT), organizado por CONLUTAS (Coordinación Nacional de Luchas. Mas de 3.500 delegados obreros y campesinos de todo el país, delegaciones estudiantiles, invitados y delegaciones internacionales llenan todos los auditorios de esta «fazenda» y los organizadores debieron hacer milagros para garantizar el alojamiento de las delegaciones que superaron los números previstos. El congreso sesionara hasta el domingo 7 de Mayo.
La discusión central será si CONLUTAS se transformara o no en una nueva central de los trabajadores del Brasil en oposición por la izquierda al gobierno de Lula, el PT y su Central Única de los Trabajadores (CUT).
Iniciada por el PSTU y sus frentes sindicales a principios del 2004, CONLUTAS se ha transformado en el centro de coordinación de importantes campañas políticas y sindicales de la vanguardia obrera del país y sus miembros (que pertenecen a la mayoría de los partidos a la izquierda del PT, pero también muchos que aun siguen siendo miembros del mismo) han participado en centenares de elecciones sindicales, muchas de ellas con triunfos resonantes.
¿Se lanzará en el CONAT una nueva Central Sindical?
De acuerdo a los organizadores, la Federación Sindical Democrática de los metalúrgicos de Minas Gerais (FSDM-MG) y el Sindicato de Metalúrgicos de San José dos campos, así como delegaciones importantísimas de decenas de gremios, vienen defendiendo antes de este encuentro la necesidad de formalizar la creación de una nueva central sindical. ANDES/SN, entidad nacional de los profesores universitarios, y otras delegaciones obreras, por el contrario, sostienen que CONLUTAS deben seguir funcionando como hasta ahora, es decir, una corriente de coordinación de las luchas obreras.
Muchos delegados destacan que CONLUTAS ha ido creciendo progresivamente y que las dos marchas nacionales que organizaron, así como también la creciente deserción de cuadros y sindicatos del PT y la CUT hacen necesario que se dé a esta coordinación un ámbito superior de relaciones, las que unen a sindicatos y corrientes sindicales, en una nueva central obrera que integre sectores del MST (Movimiento de los Sin Tierra) y de estudiantes como sectores auxiliares de la misma.
¿Cómo podrían lanzarse campañas agresivas contra el pago de la deuda externa – argumentan aquellos que desean formar una nueva central sindical – o luchar efectivamente para sobrepasar las propuestas salariales que propone el gobierno sino se posee la institución que centralice y movilice esos reclamos?
La CUT – sostienen – necesita un contrapunto organizativo-político, no solamente una coordinación de sus tendencias combativas al interior de la misma.
Los que están en contra de la formación de una nueva central sindical – por su lado – dicen que esta solo puede ser formada al calor de grandes rebeliones obreras y campesinas que aún no se han materializado. Solo esta luchando la vanguardia – dicen – y no podemos separarnos del grueso de la masa obrera, popular y campesina.
El PSTU y sus formaciones sindicales están proponiendo que CONLUTAS se convierta en un «fenómeno inédito en el Brasil.» Una especie de «movimiento político, social» en donde, sin embargo, los sectores obreros queden disueltos en un vasto movimiento de estudiantes, movimientos de los oprimidos, campesinos, etc.
Algunos otros sectores, pequeños en verdad, como el CAS (Corriente al Socialismo) o la Asociación Oeste de Diadema, SP llevan este argumento de disolver el carácter obrero de una nueva entidad al extremo cuando le agregan a la propuesta, el hacerla una organización «soviética.»
Una nueva central obrera no debe ni puede desconocer la presencia de opresiones particulares como la de las mujeres y los negros, pero debe incluirlas en su programa y luchar para movilizar al conjunto de la clase obrera y las organizaciones particulares creadas en torno a esas opresiones deben ver en la clase obrera como la organización dirigente para la obtención de sus reivindicaciones.
De lo contrario, ni el movimiento obrero ni las organizaciones de los oprimidos lograrían sus objetivos, pues estos se mantendrían juntos aunque federados, es decir reunidos pero separados.
En cuanto a los soviets, esos son organismos revolucionarios creados por la clase obrera y sus aliados bajo circunstancias próximas a la toma del poder y como expresión del doble poder que solo la lucha de masas puede imponer.
Otros de los argumentos del PSTU y sus delegados sindicales es que solo la mitad de los trabajadores se hallan representados por los sindicatos y que los sindicatos aun mantienen características que los hacen progresivos y en los cuales es posible luchar por reformarlos. Quienes no coinciden con el PSTU sostienen que el numero que representan los sindicatos no es lo central, sino como los sindicatos movilizan a sus representados para representar al conjunto de los explotados, estén o no afiliados a los sindicatos. En el segundo caso, nos dijo un delegado «el PSTU hace fetichismo de los sindicatos. Lo que dice es cierto hasta cierto punto. Pero hay un punto de inflexión en que la burocracia sindical se convierte en una muralla insalvable y es necesario construir nuevas herramientas de lucha.» Organizaciones como el CDES (Centro de Debates y Estudios Socialistas) – que logró llegar al congreso con medio centenar de delegados y en alianza con otras organizaciones de izquierda — que lograron mucho apoyo en una docena de plenarios para la conformación de una nueva central sindical combativa, clasista, democrática e independiente – son la apoyatura de federaciones sindicales que tienen por objetivo formar una central de los trabajadores en las que tengan cabida todas las luchas de los oprimidos, como parte integral de un movimiento obrero que se radicaliza.
Entre algunos sectores del Congreso, persiste la idea de que la verdadera estrategia del PSTU es convertir al CONLUTAS en un adjunto de su estrategia y tácticas electorales. Esto, sin embargo, no impide que todos los presentes sostengan un punto de vista común con relación a confrontar al gobierno de Lula, el PT y la CUT desde la izquierda.
La organización del CONAT
Es de destacar el carácter representativo y democrático de la convocatoria. De acuerdo a los estatutos del Congreso, cada delegado debe representa 500 trabajadores o fracción mayor de 250 y todos, sin excepción, tuvieron que ser electos en asambleas de base. Las secciones locales, así como las federaciones locales de los mismos, tienen plenos derechos de elegir delegados, pero los partidos políticos no pueden hacerlo, limitándose sus representantes a ser invitados al Congreso, aunque sus miembros pueden ser candidatos, pero deben ser elegidos por asambleas sindicales de base.
En cuanto a las oposiciones sindicales de sindicatos de CONLUTAS o de otras centrales, estas tendrán dos delegados iniciales y un adicional por cada 500 trabajadores de su base de representación. Es decir, que rige un criterio de que estén también representados las minorías de los sindicatos involucrados en el Congreso, no solo sus direcciones oficiales o mayoritarias.
Sin embargo, estos aspectos formales democráticos y amplios son, hasta cierto punto, manipulados por los organizadores del PSTU que controlan las plataformas. Por ejemplo, el punto sobre que tipo de organización debe ser CONLUTAS, se le dió la presentación al dirigente obrero del PSTU, Ze Maria, que también fue su candidato presidencial para la primera vuelta en las ultimas elecciones (en la segunda, el PSTU llamo a votar por Lula) quien introdujo la discusión con un signo de apoyo a la política de «movimiento político-social» y luego se introdujeron presentadores del movimiento de la mujer, de los negros, de los homosexuales, etc. con el objetivo de marcar desde un principio de la discusión la política propuesta por el PSTU.
Otras discusiones importantes
Otros centros de la discusión están siendo la situación nacional e internacional en la que seguramente tendrán una importancia muy grande los aportes tanto de las delegaciones de los grupos políticos presentes, y las direcciones sindicales, así como también las delegaciones internacionales, entre las que se encuentran delegaciones de Argentina, Francia y otros países de Latinoamérica.
Existe entre los concurrentes una tenor generalmente crítico no solo hacia el gobierno de Lula, al que califican como ejecutor de la política neoliberal de sus antecesores y un defensor del capital financiero (que se enriquece a ritmos pavorosos bajo su gestión) sino también hacia la mayoría de los gobiernos llamados «populistas» o de centro-izquierda que han surgido en Latinoamérica (incluyendo los de Kirchner, Tabaré Vázquez, Morales y Michelet). Aparentemente, por lo que pudimos observar hasta el momento, solo Hugo Chávez cuenta con una enorme simpatía entre los participantes.
Demás esta decir que organizaciones como Convergencia Socialista (CS) de la Argentina, que participa con delegados fraternales del Congreso, ha introducido como tema de debate, la cuestión del hegemonismo brasileño en el MRCOSUR y la caracterización del potencial surgimiento del Brasil como imperialismo regional, un tema generalmente ignorado o tocado de soslayo por la izquierda brasileña.
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