El 1 de mayo, la Unión Europea impuso sanciones comerciales a los EEUU. Estas sanciones, por valor de 7,26 millones de euros (unos 9,1 millones de dólares), fueron una respuesta a las medidas anti-dumping norteamericanas, dirigidas a proteger a las compañías estadounidenses, que fueron consideradas ilegales por la Organización Mundial del Comercio (OMC). El comisario […]
El 1 de mayo, la Unión Europea impuso sanciones comerciales a los EEUU. Estas sanciones, por valor de 7,26 millones de euros (unos 9,1 millones de dólares), fueron una respuesta a las medidas anti-dumping norteamericanas, dirigidas a proteger a las compañías estadounidenses, que fueron consideradas ilegales por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El comisario de Comercio de la Unión Europea, Peter Mandelson, justificó las sanciones afirmando que los pagos realizados por la Administración norteamericana a compañías de EEUU han sido planeados para que continúen durante al menos dos años más. Las nuevas sanciones se añadirán a otras medidas punitivas y elevarán la cantidad total de las sanciones aprobadas por la Unión Europea contra EEUU a 29,4 millones de euros (unos 37 millones de dólares). Desde mayo de 2005, los europeos han estado pagando más por los textiles, maquinaria, maíz y productos de papel de EEUU debido a estas sanciones.
Los pagos ilegales que el gobierno norteamericano ha realizado a las empresas de EEUU han sido justificadas en base a la así llamada Enmienda Byrd, aprobada por el Congreso de EEUU en 1916, que permite a la Administración norteamericana distribuir entre las compañías estadounidenses los ingresos conseguidos mediante el cobro de cantidades obtenidas a través de la imposición de gravámenes a empresas extranjeras que reciben subsidios de sus gobiernos o realizan prácticas de dumping (competencia desleal). Estos fondos se pagan a las compañías para cubrir ciertos gastos -tales como la adquisición de nuevas tecnologías y las inversiones en instalaciones-. Durante la primera distribución anual de estos fondos, que tuvo lugar en enero de 2002, fueron repartidos 207 millones de dólares, que fueron a parar en su mayor parte a fabricantes del sector del acero. Según fuentes norteamericanas, este año la cantidad se ha incrementado hasta los 270 millones.
El fallo de la OMC
Sin embargo, la UE y siete países -Canadá, Brasil, Chile, India, Japón, Corea del Sur y México- han mantenido que esta enmienda violaba claramente la letra y el espíritu de las leyes de la OMC. A petición de estas naciones, el Órgano de Apelación de la OMC confirmó en marzo de 2000 que la Enmienda Byrd era incompatible con las reglas de la organización y proporcionaba una ventaja a las empresas de EEUU en el terreno de la competencia. La regla añadía que, según las reglas de la OMC, las tarifas a las importaciones son las únicas fórmulas que se permiten como respuesta al dumping. El entonces comisario de Comercio europeo Pascal Lamy saludó la decisión del panel y la describió como una «reafirmación de que la OMC es un sistema basado en reglas y sus miembros no pueden ignorar sus obligaciones con impunidad.»
La OMC dio de plazo a EEUU hasta finales de 2003 para acomodar su legislación a sus demandas. Washington, por su parte, prometió trabajar con el Congreso para anular la norma, pero no tomó ninguna medida efectiva en este sentido. De esta forma, la OMC dio a los demandantes, incluyendo la UE, la opción de imponer sanciones. Estas sanciones de la UE han elevado presión sobre el gobierno norteamericano para obligarle a respetar las reglas de la OMC.
Existen otros problemas en las relaciones económicas entre EEUU y la Unión Europea. Ambas partes han rechazado las propuestas de la otra para abrir sus respectivos sectores agrícolas al libre comercio. La UE y EEUU están también envueltos en una disputa por los subsidios y ayudas que suministran a dos constructores de aviones rivales -la Boeing Co. de EEUU y el Airbus SAS de Europa-. Esta disputa está siendo abordada en la actualidad por un panel de la OMC.
A pesar del tamaño, relativamente pequeño de estas sanciones, Associated Press señala que algunos expertos norteamericanos están preocupados por la disputa comercial de su país con el bloque europeo y han pedido a la Administración estadounidense que ejecute tan rápido como sea posible el fallo de la OMC.