El Centro Tecnológico de la Marina, en São Paulo, fue el responsable por el desarrollo de las ultra centrifugadoras que empezaron a operar el 5 de mayo en las Industrias Nucleares de Brasil, que funcionan en el municipio de Resende, Rio de Janeiro. Con ello, Brasil pasó a integrar el grupo de países que producen […]
El Centro Tecnológico de la Marina, en São Paulo, fue el responsable por el desarrollo de las ultra centrifugadoras que empezaron a operar el 5 de mayo en las Industrias Nucleares de Brasil, que funcionan en el municipio de Resende, Rio de Janeiro. Con ello, Brasil pasó a integrar el grupo de países que producen y dominan la tecnología de combustible nuclear, que son Alemania, Holanda, Reino Unido, Francia, Japón, Estados Unidos, Rusia, China y Pakistán.
Las ultra centrifugadoras son aparatos que giran a alta velocidad y dividen el elemento nuclear de los átomos. En este caso, las centrífugas separan las moléculas de uranio 235 de las moléculas de uranio 238, que no produce fisión nuclear, por lo que no genera energía.
La unidad de la INB posee centenas de centrífugas, resultado de la inversión del gobierno federal de U$S 48,5 millones. Según el Ministerio de Ciencia y Tecnología, Brasil detiene la sexta mayor reserva de uranio mundial y la autosuficiencia brasileña en el enriquecimiento de uranio está prevista para 2016 con la inversión de U$S 267 millones.
Para el ministro Sergio Rezende la energía nuclear es la única alternativa que atiende la demanda de forma amplia, teniendo en cuenta la disminución de reservas petrolíferas en el mundo prevista para dentro de treinta años, y la inseguridad en el suministro de gas natural después de que el gobierno boliviano nacionalizó la reservas de gas y petróleo. Según Rezende, las energías eólica y solar no son viables a larga escala.
Traducción: Jaime Valderrama