Venezuela se convirtió este martes en el quinto miembro del Mercosur, con un gesto de reconocimiento de las asimetrías que sus socios menores, Uruguay y Paraguay, reclaman insistentemente a Brasil y Argentina. La cumbre extraordinaria de Caracas, a la que fue invitado el presidente boliviano Evo Morales, abrió también la puerta al país andino para […]
La cumbre extraordinaria de Caracas, a la que fue invitado el presidente boliviano Evo Morales, abrió también la puerta al país andino para iniciar su proceso de incorporación al bloque.
El ingreso de Venezuela estimulará las exportaciones de Brasil y Argentina al país petrolero pero, según analistas, también potenciaría conflictos en el propio Mercosur. El mercado común sudamericano representará 75 por ciento del producto interno bruto (PIB) sudamericano, con 250 millones de personas.
Según expertos, la adhesión de Venezuela amplificará el discurso radical contra Estados Unidos del presidente Hugo Chávez en el bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, en un momento en que los conflictos internos amenazan con hacer del Mercosur un acuerdo irrelevante.
Ajeno a estos desacuerdos, y buscando ampliar su influencia regional, Chávez celebró el ingreso de su país junto a sus colegas de Argentina, Néstor Kirchner; de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Paraguay, Nicanor Duarte, en una reunión a la que también fue invitado el presidente de Bolivia, Evo Morales.
El comercio entre Venezuela y el Mercosur quedará libre de aranceles en seis años, con excepciones, pero el país de nuevo ingreso, históricamente ligado al Caribe y a la región andina más que al Cono Sur, comenzará inmediatamente a participar con voz y voto de las instancias del bloque.
Desde hace meses, Paraguay y Uruguay, socios menores del Mercosur, vienen manifestando un fuerte descontento con el estado de la unión aduanera, y han coqueteado con la posibilidad, prohibida por las reglas del bloque, de buscar acuerdos de libre comercio por fuera.
El presidente Duarte reiteró sus reclamos al llegar a Caracas, donde planteó que las mayores economías de la región, incluida Venezuela, ponen trabas a las exportaciones de los productos de su país. Incluso amenazó con dejar el Mercosur debido a los desequilibrios entre los países grandes y los pequeños y por las actitudes proteccionistas de Argentina y Brasil.
En una entrevista con el Financial Times publicada este martes, Duarte indicó que mientras el Mercosur condena el proteccionismo de Estados Unidos y de Europa, esa práctica »no ha desaparecido entre nosotros».
Paraguay podría practicar una »eutanasia» del Mercosur y dejarlo »declinar», teniendo en cuenta su imposibilidad de »revitalizarlo. Si no hay ningún medio de mejorar la salud de nuestra economía, de diversificar nuestros mercados para permitirnos ser competitivos, cualquier miembro podría desconectar el aparato que mantiene con vida al Mercosur», declaró Duarte.
Optimista, Chávez declaró al recibir a Kirchner en el Palacio de Miraflores: »creo hoy, Néstor, tú lo decías, comienza una nueva etapa no sólo en la historia venezolana, sino también en la historia sudamericana. Estamos colocando piedras fundamentales para la liberación de Sudamérica, para la concreción de un gran proyecto nacional sudamericano», agregó el mandatario venezolano.
Bajo esa perspectiva, Chávez y Kirchner suscribieron acuerdos comerciales y lanzaron una iniciativa para emitir un título conjunto bautizado »Bono del Sur».