Argentina y Brasil desdolarizaron su comercio bilateral. Según el ministro de Hacienda brasileño, esta iniciativa es el preámbulo de una futura moneda única. De lograrse, la integración sería irreversible
Los Gobiernos de Argentina y Brasil decidieron desdolarizar su comercio bilateral. ¿Qué significa esto? Que entre ambas naciones ya no va a ser necesario pagar las transacciones comerciales en la moneda norteamericana. Se va a usar el peso argentino o el real brasileño.
Aunque en principio se volvió a las prácticas que más molestan a los socios menores del Mercado Común del Sur (Mercosur), Paraguay y Uruguay, lo realmente trascendente fue la afirmación del ministro de Economía de Brasil, Guido Mantega, que definió a la medida como el «preámbulo» para la creación de una moneda única en el bloque comercial. Un paso trascendental de carácter irreversible para la integración regional.
El lunes, el ministro brasileño viajó a Buenos Aires para reunirse con su par argentina, Felisa Miceli, y acordar el establecimiento de este nuevo escenario por ahora bilateral. «Acordamos una serie de iniciativas comunes entre ellas la posibilidad de crear un mecanismo para que las transacciones comerciales se realicen en monedas locales», dijo Mantega en conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda.
Pero de inmediato, la prensa presente pudo enterarse que esta línea se viene trabajando hace algún tiempo. El propio Mantega reveló que funcionarios del área técnica de ambos bancos centrales ya trabajan en el tema, y anunció que «en la primera y segunda semana de agosto se presentarían las primeras propuestas» al respecto.
Durante el encuentro, ambos ministros avanzaron también en el proyecto de creación del Banco del Sur, institución multilateral cuyo objetivo es el financiamiento de proyectos de infraestructura con fondos del brasileño Banco Nacional de Desarrollo (Bndes) y el argentino Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), y no con las reservas monetarias de los bancos centrales.
El ministro tocó otros temas a ser abordados en forma bilateral. En este sentido, Argentina y Brasil van a impulsar cambios en el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la próxima Asamblea de ese organismo, a realizarse en Singapur en septiembre.
Respecto de este organismo, Mantega señaló la posibilidad de llevar una propuesta para rediscutir los aportes que realiza cada país, lo cual sería una forma de «redistribución de poder» dentro del organismo.
También se habló de elevar un plan para que se creen «líneas contingentes» para que los países lo utilicen «sólo para atender desequilibrios financieros» transitorios. «Se trata de que, como socios, tenemos obligaciones y queremos tener derechos. No es justo que el FMI sólo imponga obligaciones», dijo el funcionario de Brasilia.
No todo lo anunciado fue a favor de la integración. Mantega se encargó de aclarar que su país no va a participar de la iniciativa de los presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez de emitir el «Bono del Sur». «No hemos sido invitados» respondió sin brindar mayores detalles el ministro brasileño.
La integración avanza. Si efectivamente se dan los pasos para la creación de un signo monetario regional, no va a haber vuelta atrás. En otros ámbitos también se avanza día a día. Por ejemplo, en Buenos Aires se encuentra reunida hasta el viernes una comisión técnica integrada por funcionarios locales, de Bolivia, Brasil y Venezuela para avanzar en los aspectos tarifarios y ambientales vinculados con el Gasoducto del Sur, que va a unir a estas cuatros naciones. Medidas como estas permiten aventurar los mejores pronósticos sobre la región.