Audio(7´46´´ / 1,81 Mb) -Paraguay está situado en la parte central de América del Sur. Como Bolivia, el país no tiene salida al mar. Durante la dictadura brasileña, en la década del 60, el régimen militar, para no realizar la reforma agraria en el país, impulsó a los agricultores para que ocupasen y comprasen tierras […]
-Paraguay está situado en la parte central de América del Sur. Como Bolivia, el país no tiene salida al mar. Durante la dictadura brasileña, en la década del 60, el régimen militar, para no realizar la reforma agraria en el país, impulsó a los agricultores para que ocupasen y comprasen tierras paraguayas -más baratas que las de Brasil.
En entrevista a la Agencia Noticias del Planalto, Gustavo Codas, paraguayo y asesor de relaciones internacionales de la central sindical brasileña Central Única de los Trabajadores (CUT), dice que gran parte de la frontera agrícola está basada en grandes latifundios capitalistas que se dedican fundamentalmente a la producción de soja transgénica.
También dice que se espera durante el segundo mandato de Lula una renegociación del Tratado de Itaipú. Este tratado, firmado en 1973, define reglas para el aprovechamiento hidroeléctrico del Río Paraná por Brasil y Paraguay. Oiga ahora la entrevista con Gustavo Codas.
Agencia Noticias del Planalto: ¿Cuáles son las consecuencias de la presencia de muchos hacendados que basan su producción en la soja transgénica en la región de frontera de Brasil y Paraguay?
Gustavo Codas: Hoy día, lo que tenemos, básicamente, en buena parte de la franja de frontera de Paraguay con Brasil es la presencia de grandes latifundios capitalistas que se dedican fundamentalmente a la producción de soja transgénica en el lado paraguayo. Lo que esto ha significado en este caso es un aumento muy grande de la violencia y de las tensiones en la región, porque, evidentemente, las características que la plantación de soja transgénica tiene es muy agresiva en relación a otras culturas y en relación a las comunidades originales de campesinos e indígenas que inicialmente se encontraban en la región hoy ocupada por la soja. Entonces, lo que se ha registrado es tanto casos de conflictos de tierra, conflictos entre campesinos paraguayos y estas empresa brasileñas, la intoxicación de comunidades por causa del uso extensivo de venenos por parte de los plantadores de soja, mucho más allá de lo que es los límites de sus propias plantaciones. Este es un cuadro que hoy tiene alguna gravedad en lo caso paraguayo porque evidentemente el avance y la generalización de la plantación de soja ha hecho de que este tipo de conflictos crezca.
ANP: Y delante de esta situación, ¿cuáles son las fuerzas sociales identificadas?
GC: Bueno, en el caso de Paraguay hay diversas organizaciones campesinas actuando en el campo, en estas regiones afectadas por las plantaciones de soja. Hay que considerar, en primer lugar, que hay un aspecto complicador de que en Paraguay rige una legislación que determina, así como prácticamente en todos los países, que en una franja de límite, limítrofe con los otros países, en el caso con Brasil, no puede haber tierras en propiedad de extranjeros. Entonces hay un primer elemento de este conflicto que tiene que ver con la presencia de propietarios extranjeros, en este caso brasileños, en un área donde por la legislación paraguaya no podrían tener propiedades. Entonces, aquí hay un tema que es de tipo jurídico, pero también político, porque evidentemente involucra a la relación entre Brasil y Paraguay.
ANP: El Tratado de Itaipú, la mayor hidroeléctrica del mundo, fue firmado entre los generales de las dictaduras de Brasil y de Paraguay. ¿Cuál es su evaluación sobre sus consecuencias y daños causados al país?
GC: El tratado de Itaipú fue firmado en el año 1973, año en que Brasil era gobernado por el general Médici. Una de las faces más crueles, violentas y autoritarias de la propia dictadura militar, y en el paraguayo era general Stroessner, también una dictadura sangrienta. Este tratado que fue el que permitió la construcción de Itaipú, en los años siguientes y que hoy Itaipú sirve para suministrar una buena parte del consumo de energía eléctrica en Brasil, este tratado, como digo, sin embargo, tiene una serie de cláusulas y acuerdos posteriores que son perjudiciales para los intereses de la nación paraguaya. Y entiendo yo que, para este segundo mandato del presidente Lula, y sobretodo si en Paraguay resulta electo un presidente que realmente defienda los intereses mayoritarios, habrá condiciones de una renegociación para que ambas partes, tanto Brasil como el Paraguay, tengan beneficios equitativos en relación a lo que significa hoy Itaipú.
ANP: En la actual coyuntura de América Latina, muchos gobiernos progresistas encontraron apoyo de la población. ¿Cómo se vive esto en Paraguay?
GC: Podemos decir, en un cierto sentido, que en Paraguay también están soplando estos vientos de cambios, de la aspiración de la gente a superar los marcos heredados del neoliberalismo, del autoritarismo, de la dominación oligárquica que nuestros países han sufrido a lo largo de las últimas décadas. Y esperemos entonces que todo este proceso, que es bastante complicado de la constitución, de un amplio frente democrático para derrotar al partido colorado e implantar un proyecto de país basado en los intereses de las mayorías, esperemos que sea exitoso.