Del 2 al 10 de diciembre en la ciudad de San Pablo, Brasil se realizó la muestra central de la III edición del Festival Latinoamericano de la Clase Obrera (Felco) con la presencia de realizadores de Argentina, Bolivia, Brasil y Chile, dando continuidad a las realizadas en 2004 en Argentina y en 2005 en Bolivia.
El Felco es una instancia para colectivizar e incentivar las experiencias de lucha de la clase obrera latinoamericana y mundial, a través de la acción y debate común entre los grupos y realizadores de cine militante. Partimos de una caracterización política general: el agotamiento histórico de un régimen social, el capitalismo, que en la profundidad de su crisis arrastra al conjunto del planeta y la humanidad a la barbarie. La rebelión es la respuesta a esta decadencia. El cine militante así como otras expresiones artísticas son producto de este estado de rebelión y también parte, ya que son una forma de difundirla y expresarla.
De los debates y proyecciones en San Pablo y en las muestras itinerantes realizadas en varios estados de Brasil, participaron miembros de importantes movimientos de lucha (MST, MTST, MTSTC), así como varios exhibidores y productores audiovisuales.
El siguiente texto contiene las principales conclusiones de la Asamblea del Felco Brasil 06 sobre el marco político en el que desarrollamos nuestra actividad. Es nuestro aporte al debate que pretendemos promover y continuar entre los realizadores de cine militante y la clase trabajadora en general.
Una época de guerras y revoluciones El imperialismo verdugo de Irak, Afganistán y el pueblo palestino acaba de recibir una lección ejemplar de la heroica resistencia en El Líbano. En los Estados Unidos millones de trabajadores inmigrantes salen a la huelga y a las calles para luchar por sus derechos, y en Francia, los jóvenes se levantan contra el empleo precario y la represión en los barrios periféricos.
Los gobiernos imperialistas empiezan a sentir bajo sus pies un temblor que parecía amenazar sólo a los explotadores del tercer mundo.
El estancamiento de imperialismo en Medio Oriente es cada vez más patético y la derrota de Bush en las elecciones parlamentarias es sólo el inicio de un impasse mayor. Sin embargo, el imperialismo no tiene intenciones de cesar en su carrera armamentista y en la extensión de las guerras, invasiones y bloqueos por todo el planeta. Ante la gravedad de este verdadero terrorismo contra los pueblos del mundo y los llamados países del «eje del mal», nos colocamos del lado de Cuba, Palestina, Irak, Haití, y todos los pueblos de los países oprimidos.
El lucro capitalista tampoco repara en la destrucción del medio ambiente. Papeleras contaminantes, explotaciones mineras a cielo abierto, tala indiscriminada de bosques y selvas y devastación de recursos naturales definen a un sistema en descomposición. La defensa del medio ambiente es uno de los puntales de la lucha contra la penetración imperialista. Ni Kirchner -accionista de las mineras contaminantes- ni Lula -privatizador de la Amazonia- serán quienes enfrenten la catástrofe ambiental. Asistimos al levantamiento de pueblos enteros contra los emprendimientos contaminantes. Este es el camino para una lucha consecuente contra las multinacionales del saqueo y la contaminación.
La rebelión contra los gobiernos que ejecutan los mandatos del imperialismo marca la impronta de la etapa, y Oaxaca nos muestra que los levantamientos populares siguen recorriendo América Latina, sumando capas cada vez más amplias de la población y apelando a los métodos de la acción directa. Mientras millones de latinoamericanos son hundidos en la miseria y el desempleo, los trabajadores salen una y otra vez a defender sus condiciones de vida, el salario, las libertades democráticas, el derecho a la vivienda, a la tierra, a la educación.
La respuesta a las luchas es la represión indiscriminada y la criminalización de la protesta, sustentadas en la impunidad que gozan, de los crímenes tanto dictatoriales como democráticos, las fuerzas represivas en toda América Latina. Trabajadores petroleros presos y el compañero Julio López desaparecido en Argentina, represión y enjuiciamiento a los pueblos mapuches en Chile, persecución y encarcelamiento de compañeros del MST de Brasil, son muestras de este método. A esta denuncia sumamos el reclamo por la libertad de los cinco compañeros cubanos presos en cárceles estadounidenses.
Desvíos … La burguesía ha fracasado sistemáticamente en todos sus intentos por aplastar a sangre y fuego la insurgencia obrera y popular. Cuando esto sucede, y no está madura aún una dirección revolucionaria, aparecen como bomberos alternativas que se presentan como progresistas, nacionalistas y hasta socialistas, que intentan encuadrar estas rebeliones para evitar la emergencia de una alternativa política de los trabajadores.
Es la «izquierda posible»… para el capital: «nacionalistas» más apurados en pagar toda la deuda externa que en resolver las desesperantes necesidades de sus pueblos, pseudo socialistas más dispuestos a socorrer al carnicero Bush que sus predecesores enviando tropas a Haití.
Los gobiernos de Lula, Kirchner, Bachelet, Tabaré, cuentan con el aval del imperialismo para contener a las masas y aplicar los planes capitalistas. Lula y Kirchner que subieron prometiendo los planes de hambre cero o redistribución de la riqueza, utilizan los superávit fiscales, no para aumentar salarios o jubilaciones, sino para cancelar por adelantado la deuda con el FMI.
Tabaré es un directo representante de los intereses de las multinacionales papeleras en el conflicto de Gualeguaychú, y Kirchner (que también lo es) intenta maniobrar para desactivar la rebelión popular convocando como mediador al rey de España o quejándose ante La Haya. Bachelet no ahorra palos para los estudiantes secundarios a la hora de defender la mercantilización de la educación.
… y desafíos En los países donde el imperialismo no puede imponer sus propios candidatos, y donde los procesos de rebelión de los pueblos están más avanzados, han surgido líderes nacionalistas que proponen un camino «antiimperialista» sin cuestionar al régimen capitalista. Ni siquiera Venezuela, a la que apoyamos frente a cada uno de los ataques de los escuálidos y el imperialismo, se salva de esta caracterización. ¿Puede pensarse un camino hacia el socialismo del siglo XXI sin que sean expropiados los medios de comunicación en manos de los golpistas venezolanos y extranjeros y los recursos petroleros en manos de las multinacionales Chevron, Exxon, Texaco y Shell?
En Bolivia, bajo la presión de años de levantamientos por la nacionalización del agua y de los recursos energéticos, el gobierno de Evo Morales -vaciando de contenido los reclamos populares- ha acordado con las petroleras una falsa nacionalización de los hidrocarburos que sólo consiste en la renegociación de los contratos y el aumento de los impuestos. El nacionalismo del MAS es impotente frente al imperialismo y la oligarquía. Por eso la derecha levanta cabeza y, envalentonada por el apoyo imperialista, plantea las autonomías como forma de enfrentar al proceso revolucionario con una balcanización del país.
La integración latinoamericana no será obra de los explotadores sino de la unión de todos los sectores explotados de nuestro continente para terminar con toda forma de explotación y sentar las bases de la revolución social latinoamericana. El Felco se compromete con este objetivo y pone a su disposición esta herramienta de lucha y formación política que son las exhibiciones y los debates de los films realizados desde la perspectiva de la clase obrera.
San Pablo, Brasil, 10 de diciembre de 2006