El mero crecimiento de la economía no contribuye por sí mismo al desarrollo de los pueblos, aseguró este sábado el administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Kemal Dervis, quien abogó por un papel más activo del Estado, en particular, para mejorar los indicadores sociales. Por último, otro lastre del desarrollo, según […]
Por último, otro lastre del desarrollo, según Dervis, es la corrupción. Por eso, la transparencia es una de las llaves del desarrollo, y a esto contribuyen una prensa libre, un funcionariado fuerte y bien pagado y una legislación adecuada para castigar las prácticas corruptas.
«No creo que sólo el crecimiento y sólo la globalización beneficien automáticamente a toda la población», como muchos economistas piensan, aseguró Dervis en una conferencia de prensa en San José, tercera etapa de una gira que lo ha llevado también por Cuba y Honduras y que concluirá en Guatemala.
El gran desafío de los países en desarrollo y en particular de Centroamérica, donde subsisten enormes desigualdades sociales, es «cómo combinar la integración de estas economías en la economía mundial haciendo mayor hincapié en una mejora de la distribución de los ingresos para que toda la población se beneficie de dicha integración», dijo.
El responsable del PNUD, el mayor organismo de ayuda al desarrollo del sistema de Naciones Unidas, criticó los escasos avances realizados en América Latina y en particular en Centroamérica para mitigar las diferencias sociales.
Y los resultados son todavía más decepcionantes cuando se comparan con los de la mayoría de los países del este asiático, donde el Producto Interno Bruto (PIB) y el índice de desarrollo humano «han crecido mucho más rápidamente».
El nivel de educación y las inversiones en algunos países asiáticos se elevan a 30 por ciento del PIB explican en parte casos exitosos como Corea del Sur, Tailandia, India o China, aunque advirtió que «no se puede generalizar».
Otro factor que ha contribuido a los buenos resultados de las economías asiáticas en general es el papel fundamental del Estado fijando objetivos de desarrollo a largo plazo y movilizando las fuerzas de la sociedad, aseguró Dervis.
En la región de Latinoamérica, los dos buques insignia del desarrollo son sin duda Chile o Costa Rica, señaló.
«Es necesaria una política social del Estado más activa a largo plazo», en particular en la educación y la salud cuya mejora es esencial para mejorar el desarrollo de los pueblos, aseguró este ex ministro de Finanzas turco.
El Estado también debe intervenir en la regulación de los mercados, garantizando la competitivad, los intereses del país a la hora de negociar con las multinacionales o que el sistema del mercado dé oportunidades a todos, incluidas las pequeñas y medianas empresas, añadió.
El administrador del PNUD considera que la eliminación de la volatilidad de los mercados financieros y el comercio son esenciales para el crecimiento económcio.
En este sentido, la conclusión de la Ronda de Doha, en el marco de la Organización Mundial de Comercio, o los Acuerdos de Libre Comercio serían beneficiosos, aunque deben «complementarse con estrategias que garanticen a los ciudadanos de esos países beneficiarse plenamente del comercio».
«Espero que América Latina no evolucione entre dos modelos extremos y la elección sea sólo uno u otro», (el socialismo o el neoliberalismo) dijo el administrador del PNUD, prefiriendo el utilizado en China donde la iniciativa y las inversiones privadas se combinan con el papel activo del Estado tanto a nivel nacional como local en la elaboración de estrategias de desarrollo a largo plazo.