Según un estudio canadiense publicado recientemente, el dicloroacetato (DCA), una sustancia conocida, fácil de producir, sin patente y muy barata, redujo cáncer de pulmones, de mama y de cerebro en ratones de laboratorio. Publicado en la revista Cáncer Cell, el estudio de investigadores de las universidades de Alberta y Ottawa fue hecho en ratones de […]
Según un estudio canadiense publicado recientemente, el dicloroacetato (DCA), una sustancia conocida, fácil de producir, sin patente y muy barata, redujo cáncer de pulmones, de mama y de cerebro en ratones de laboratorio.
Publicado en la revista Cáncer Cell, el estudio de investigadores de las universidades de Alberta y Ottawa fue hecho en ratones de laboratorios con tumores humanos y en tubos de ensayo con células tumorales humanas.
Esta sustancia – que se produce con la clorinación del agua, por ejemplo – indujo la apoptosis (muerte de las células cancerígenas), redujo la proliferación e inhibió el crecimiento de tumores, sin aparente toxicidad, en las pruebas mencionadas en el estudio.
El DCA es un «modulador metabólico» utilizado desde hace mucho tiempo para desórdenes metabólicos y no se le conocen efectos secundarios, a diferencia de la tóxica quimioterapia usada contra el cáncer.
Evangelos Michelakis, profesor asociado de medicina de la Universidad de Alberta e investigador principal del estudio, afirma que hay que ver si se pueden reproducir los resultados en seres humanos.
Lo más prometedor en esta experiencia es que ese ácido ha sido usado sin problemas y desde hace mucho tiempo para tratar problemas como la acidosis láctica, y «no afecta a las células normales», según el doctor Michelakis.
El doctor en bioquímica Luís Rokeach, de la Universidad de Montreal, afirmo que el DCA es una sustancia química muy conocida y que puede ser producida fácilmente a muy bajo costo. Una dosis de DCA cuesta 1,5 dólares.
El doctor Rokeach, de la la Universidad de Montreal señala que es muy prometedor que el DCA actúe sobre la mitocondria, las unidades que dentro de las células producen la energía.
Este estudio, según Michelakis, desafía uno de los postulados fundamentales de la biología del cáncer, que las mitocondrias son dañadas de manera permanente por el cáncer.
En la experiencia de los investigadores canadienses se demuestra que las funciones de las mitocondrias pueden ser rehabilitadas y que eso permite que las células cancerosas mueran (apoptosis).
Según los investigadores canadienses el DCA revive las funciones de las células normales y estimula la apoptosis en las células cancerosas.
El doctor Darío Altieri del departamento de Biología del Cáncer del Colegio de Medicina en la Universidad de Massachusetts dijo que esta «excitante» investigación tiene «mucho potencial» y debe ser llevada rápidamente a nivel de un estudio clínico.
Pero, según Altieri, esto quizá no suceda por «razones económicas», debido a que el DCA no está sujeto a una patente y las empresas farmacéuticas no sacarán ganancias de este ácido que, según Rokeach, «puede ser fabricado hasta en una cocina».
Este es un problema real según el doctor Michelakis, quien espera que organismos públicos, como el Instituto Canadiense de Investigaciones de Salud, se ocupen de las investigaciones clínicas.
El DCA «no permitirá que alguien gane miles de millones, pero quizá ayude a la gente con cáncer», según el investigador canadiense