(1´31´´ / 358 Kb) – El agricultor Francisco Martins, testigo del asesinato del presidente del Sindicato de los Trabajadores Rurales de la ciudad de Rondon do Pará, en el norte de Brasil, conocido como Dezinho (en noviembre de 2000), está pidiendo, de nuevo, protección a la Justicia. Francisco reconoció a uno de los autores materiales, […]
(1´31´´ / 358 Kb) – El agricultor Francisco Martins, testigo del asesinato del presidente del Sindicato de los Trabajadores Rurales de la ciudad de Rondon do Pará, en el norte de Brasil, conocido como Dezinho (en noviembre de 2000), está pidiendo, de nuevo, protección a la Justicia. Francisco reconoció a uno de los autores materiales, ayudando la policía a llegar a uno de los mandantes del crimen: el hacendado Décio Barroso Nunes, conocido como Delsão. De los siete acusados de comandar la muerte de Dezinho, hasta ahora ninguno fue condenado.
Intimidado por las constantes amenazas de muerte, el agricultor no compareció al primer juicio, en diciembre de 2006. Él estaba incluido en el Programa Estadual de Protección a Testigos, en Pará, pero fue apartado del programa por la demora del juicio, que permaneció tres años suspendido y fue retomado el año pasado.
El caso del asesinato de Dezinho es un ejemplo más de la gravedad de la violencia en el campo practicada en Pará, uno de los estados con los más grandes índices de amenazas, agresiones y muertes en áreas rurales. La Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) calcula que, solamente en este estado, más de 700 personas fueron muertas por conflictos en el campo en los últimos 33 años, siendo que, de éstos, cerca de 500 casos siguen todavía sin ser develados.