El Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) divulgó hoy un comunicado donde reporta ocupaciones en seis estados brasileños para reclamar la aplicación de la Reforma Agraria. Según el texto las acciones recuerdan el 11 aniversario de la Masacre del Dorado de Carajás, ocurrida el 17 de abril de 1996 cuando policías del estado de […]
El Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) divulgó hoy un comunicado donde reporta ocupaciones en seis estados brasileños para reclamar la aplicación de la Reforma Agraria.
Según el texto las acciones recuerdan el 11 aniversario de la Masacre del Dorado de Carajás, ocurrida el 17 de abril de 1996 cuando policías del estado de Pará asesinaron a 19 Sin Tierra.
El domingo último 170 familias del movimiento acamparon en una hacienda abandonada del grupo Suzano Papel y Celulosa para protestar contra el monocultivo de caña de azúcar y eucalipto.
Otros 300 sin tierra ocuparon esta mañana la secretaría de Obras del Municipio de Nova Santa Rita, en Río Grande do Sul para exigir mejorar la infraestructura de los asentamientos en la región.
Además, tres centenares de familias ocuparon la hacienda Salgador en Presidente Vargas, estado de Maranhao, para reivindicar que sus 45 mil hectáreas improductivas pasen a la Reforma Agraria.
En Bahía otros cinco mil iniciaron desde anoche una marcha de 110 kilómetros desde Feria de Santana hasta Salvador donde expondrán sus reivindicaciones.
En Pernambuco, unas 400 familias ocuparon otras dos haciendas improductivas próximas a las ciudades de Bonito y Jataúba, indica el reporte del MST.
En tanto, añade, en Piauí, los miembros del movimiento entraron la víspera el palacio Karnak, sede del gobierno estadual, para reclamar prioridad a las políticas rurales.
El MST decidió reforzar además este mes sus acciones contra las grandes empresas del agronegocio, especialmente las transnacionales como Celulosa Aracruz, Votorantim, Stora Enso, Nortox y Cargill.
Según afirmaron las transnacionales imponen monocultivo con énfasis en la exportación, causan desempleo a pequeños agricultores, agraden el medio ambiente e imponen precios a productos agrícolas.