La embajadora de Cuba en Austria, Norma Goicochea, acusó hoy al banco austríaco BAWAG de organizar una «cacería de brujas» por haber cerrados las cuentas de un centenar de clientes de nacionalidad cubana. El banco pasará en las próximas semanas a manos del fondo de inversión estadounidense «Cerberus» y justifica su decisión con su deber […]
La embajadora de Cuba en Austria, Norma Goicochea, acusó hoy al banco austríaco BAWAG de organizar una «cacería de brujas» por haber cerrados las cuentas de un centenar de clientes de nacionalidad cubana.
El banco pasará en las próximas semanas a manos del fondo de inversión estadounidense «Cerberus» y justifica su decisión con su deber de cumplir las leyes de embargo de EEUU contra Cuba.
La decisión de cerrar las cuentas de los cubanos en Austria «viola las leyes internacionales y de decisiones del Consejo de la Unión Europea (UE)», manifestó Goicochea ante la prensa en Viena.
«No está solamente afectada la soberanía de Cuba, sino también la de Austria, ya que se está aplicando un ley de Estados Unidos en el territorio austríaco», dijo la diplomática y agregó que esta medida es «inaceptable» para el gobierno cubano.
«El banco Bawag está participando en la política de genocidio contra el pueblo cubano al apoyar el embargo de Estados Unidos contra Cuba», afirmó Goicochea.
El Bawag, que hasta su venta al fondo «Cerberus» estaba en manos de la Confederación de Sindicatos de Austria ( GB), avisó la semana pasada a sus clientes de nacionalidad cubana que ya no son deseados.
El banco asegura que la cancelación de las cuentas de los cubanos es una exigencia impuesta por los nuevos propietarios.
Esta decisión ha provocado en Austria un arduo debate público y numerosas organizaciones y también varios diputados de la oposición han amenazado con cancelar sus cuentas en ese banco.
Cerberus, presidido por el ex secretario del Tesoro de EEUU John Snow, ganó este año un concurso público para hacerse con la cuarta entidad financiera del país centroeuropeo por un precio de unos 3.200 millones de euros.
La GB se vio obligada a vender su banco tras conocerse que éste fue protagonista del mayor escándalo financiero de la historia de Austria, al perder más de 1.000 millones de euros a mediados de la década de 1990 en negocios especulativos en el Caribe.