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Escenarios actuales de la Revolución Bolivariana

Fuentes: Argenpress

Después de la victoria del 3 de diciembre pasado, Chávez sorprendió y sobrepasó a sus seguidores más cercanos con lo que él mismo denominó el lanzamiento de los 5 Motores Constituyentes para la profundización del proceso bolivariano. Solicitud ante la Asamblea Nacional de una Ley Habilitante por 18 meses, ir a una Reforma Integral y […]

Después de la victoria del 3 de diciembre pasado, Chávez sorprendió y sobrepasó a sus seguidores más cercanos con lo que él mismo denominó el lanzamiento de los 5 Motores Constituyentes para la profundización del proceso bolivariano.

Solicitud ante la Asamblea Nacional de una Ley Habilitante por 18 meses, ir a una Reforma Integral y Profunda de la Constitución Nacional, una Gran Jornada Nacional de Educación ‘Moral y Luces’, el abordaje de una Nueva Geometría del Poder y la Explosión Revolucionaria del Poder Comunal.

Consecuente con esto, anunció la nacionalización de la empresa CANTV de telecomunicaciones, de las empresas de energía eléctricas, la no renovación (para el 27 de mayo de este año) de la concesión a una televisora golpista (RCTV) con 53 años al aire y la propuesta del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)… entre muchas otras.

Para aquel momento de enero, se decía que Chávez se había ido al centro del cuadrilátero a golpear a los sectores del capital y el problema era evitar que se devolviera a la esquina con una derrota a cuestas. Se puede decir que ha salido airoso, a pesar de que no hubo ni siquiera una celebración generalizada por parte de los trabajadores, menos aún de los telefónicos ni eléctricos en el proceso de nacionalización de esas empresas: algo preocupante que enciende una luz de alarma en el sector de los trabajadores.

Estamos hablando de anuncios y acciones que conjugan una política mucho más agresiva a las que se anunciaron e impulsaron con la ley habilitante del año 2001 y que fueron parte de las causas del golpe militar y petrolero del 2002-2003 . Los 5 Motores han generado rechazo por parte de una oposición desarticulada, y débil, pero que aspira, obstinadamente, recuperar su fuerza de movilización demostrada en el pasado y que tiene su expresión en varios millones de venezolanos que sufragaron en contra de Chávez en las elecciones de diciembre pasado.

De hecho Chávez tensiona la dualidad o multiplicidad de poderes latentes que se desprenden del choque entre el gobierno que dirige (ahora con el carácter socialista que le da) y las intenciones de modificar el Régimen (Reforma Constitucional) que apuntan a cambiar el carácter capitalista del Estado, lo cual conduce a un reacomodo de las fuerzas de clases y de las organizaciones políticas hacia un nuevo escenario de polarización y confrontación decisivo. Lo anterior sería un error perderlo de vista porque se están tocando intereses económicos y políticos de gran envergadura que podrían augurar reacomodos insólitos . Mientras que en lo inmediato, lo que pareciera copar el escenario de este año.

El escenario internacional Son los peligros que se desprenden de la presencia militar del imperialismo en el Golfo Pérsico con la cantidad de implicaciones que tiene, ya que de abrirse otro escenario de guerra en esa zona estaríamos ante la presencia de un cambio de la situación mundial de pronósticos descomunales, sin perder de vista que la intenciones intervencionistas y conspirativas podrían acentuarse en otras zonas geopolíticamente ‘vitales’ para los intereses del gran capital mundial.

El escenario interno La resistencia natural de la oposición nacional e internacional contra las medidas que asumirá el gobierno en estos próximos 18 meses, que pasa por profundización de leyes, reforma constitucional, la activación de los 5 Motores, incluido un sexto vinculado al modelo de producción socialista, referendo para hacer firme los cambios constitucionales y el anuncio de un nuevo grupo de leyes que cabalgarán estos cambios en el marco del carácter socialista que le imprime el gobierno al proceso de transición.

La dinámica que empieza a potenciarse alrededor de la construcción fundacional del PSUV, que tendrá su primera concreción orgánica a mediados de año con la instalación de las asambleas de los 26 mil Batallones Socialistas, que agruparían alrededor de 4 millones de militantes en debate permanente hasta inicios del mes de diciembre y que constituirá un salto gigantesco en calidad organizativa en esa relación Chávez-Pueblo Bolivariano vs. conspiración opositora.

Y lo más inmediato tiene que ver con la no renovación de la concesión de RCTV, con una oposición nacional e internacional que lo tratará de utilizar como factor detonante para calentar la calle: requisito indispensable para intentar promover una crisis de gobernabilidad que les permita ir a fondo en la conspiración. Algo difícil de ejecutar por sus debilidades y divisiones internas, derivadas por la carencia de una dirección que los aglutine y unifique. De allí que seguirán haciendo ejercicio de calle como remedio para solventar su déficit principal, razón por la cual no se les puede subestimar: salieron completos de las conspiraciones pasadas y en cualquier momento se pueden reagrupar producto de un ejercicio de calle que perfile su objetivo inmediato de recomponer una nueva dirección interna.

Dentro del marco anterior no seria descabellado privilegiar la hipótesis de otra confrontación, nuevamente montada sobre la consiga desesperada del: ¡ahora o nunca!, ligada a aprovechar la sensibilidad y actitud de rechazo que en el grueso de la población opositora tiene la medida de no renovar la concesión a RCTV.

Lo anterior tendría sentido, por parte de los factores de la conspiración internacional y nacional, debido al convencimiento al que estarían llegando en cuanto a que otro escenario de confrontación posterior tendría en su contra la relación Chávez-Pueblo blindada por una vanguardia colectiva de millones de militantes estructurados y organizados alrededor del nuevo partido en proceso fundacional. De allí que la no renovación de la concesión a RCTV y su rechazo en amplias sectores de la población , es lo que podría primar, por parte de la conspiración, en el desarrollo de las movilizaciones que harán en las próximas dos semanas.

Si la anterior hipótesis tiene sentido, la principal recomendación a hacer es la conformación de un Estado Mayor de Contingencia que logre sortear y desarticular todas las posibilidades de recuperación, que le brinda lo más inmediato de la coyuntura, a la oposición. De hecho, para la conspiración nacional e internacional lo que está en juego no es RCTV (ellos saben que se trata de una medida política de carácter estratégico que busca recuperar socialmente la señal con más cobertura nacional) sino la búsqueda de condiciones que permitan colocar a Chávez por fuera del poder.

Si compartimos esta apreciación central, de allí se desprenderían otras que tocan a lo más inmediato y que requieren de información precisa y detallada que nos conduzcan a prefigurar los escenarios posteriores al 27, sobre esto hemos hablado y otra vez nos colocamos, como en momentos anteriores, en cuanto a si nos mantenemos o no en el marco constitucional.

Esto último es lo que ha prevalecido, a sabiendas que la oposición a lo interno no tiene fuerza y que su intencionalidad ha sido siempre confrontarnos ante la opinión publica internacional como un régimen fuera del marco democrático y constitucional, allí ellos han ganado un terreno que abría que ver si están dispuesto a sacrificarlo lanzándose a una aventura irresponsable donde no miden que una parte importante del pueblo que no está por el cierre de RCTV, también está con Chávez.

Las marchas en estas próximas semanas nos permitirán ver si vamos hacia una polarización, si se visualiza algo en este sentido implicaría reacomodo de fuerzas y escalamiento de la conspiración.

Por qué salen los estudiantes Como se trata del sector de vanguardia donde la conspiración se apoya en estos momentos para elevar los niveles de intensidad del conflicto que pretenden generalizar en todo el país, anexamos éste cita larga de un conocedor de las luchas estudiantiles:

De acuerdo a la experiencia histórica, es probable que se eleve cada vez más la capacidad de organización del movimiento estudiantil opositor. Que incluso vayan aprendiendo a ejecutar formas de lucha más violentas, las cuales además tienen una profunda tradición histórica en Venezuela.

La protesta puede elevarse y decaer por semanas y meses, pero en el mediado plazo puede mantener cierta continuidad que le crearía problemas al gobierno. Puede vincularse con otros sectores sociales que comiencen a movilizarse, y ejecutar manifestaciones y conflictos de mayor envergadura.

Puede también amainar la protesta, si el gobierno logra neutralizar factores que pudieran prolongarla. Nos referimos a que la represión, la detención de estudiantes, la criminalización de su lucha, puede actuar en el sentido de unir y consolidar ideas que hasta ahora no son tan sólidas en esos sectores estudiantiles.

Recordemos que en los años 60 la juventud universitaria montó una decena de frentes guerrilleros en Venezuela, y se embarcó en un proceso de lucha armada casi por cuenta propia, sin apoyo de otros sectores sociales como los obreros y los campesinos. Recordemos que los protagonistas de la lucha contra Gómez fueron estudiantes, así como en la resistencia contra Pérez Jiménez. En alguna parte dijimos que en el siglo XX venezolano la clase media fue la clase revolucionaria por excelencia.

Aunque ahora se movilice por razones profundamente reaccionarias, la forma en que se conduce el gobierno les hace creer a algunos sectores que su causa es justa, que sus ideales democráticos son válidos ante un supuesto gobierno dictatorial.

La lucha por defender la revolución no es simplemente una lucha que se escenifica por la acción de los cuerpos represivos. Es una lucha que se debe dar en el debate de las ideas, en el plano cultural. Si la revolución no logra imponerse en términos de hegemonía (o contra-hegemonía, como dicen algunos), de nada servirán los mejores planes represivos, policiales, militares.

La lucha por el control de las universidades debe ser una lucha bien organizada, porque las derrotas que allí hemos sufrido pueden comprometer, en el mediano plazo, el futuro mismo de la revolución. La iniciativa gubernamental ante estos conflictos hay que transferirlo a otros personajes más ecuánimes e inteligentes, porque de lo contrario, las cosas seguirán empeorándose.