Uno de los invitados del II Forum Social Nordestino, que terminó este domingo, en Salvador, el profesor de la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE), Edgar Rebouças, en su conferencia habló sobre «Los derechos universales, la democratización del Estado, del poder y del conocimiento», una discusión interesante sobre la comunicación que tenemos – y la que […]
En esta entrevista para Adital, el profesor habló sobre el proceso de no renovación de la red venezolana RCTV y de la campaña «Quien financia el bajo nivel está en contra de la ciudadanía», que pretende expandirse a todo Brasil, y del Observatorio de Medios de Comunicación y Derechos Humanos, que tiene la intención de regular la calidad del contenido de las emisoras locales.
Adital – Dentro del contexto de esta conferencia, ¿cómo usted va a presentar el debate sobre comunicación?
Edgar Rebouças – La comunicación no pertenece a los empresarios de los medios, pertenece a todos. Entonces nos remitimos a aquel principio de considerar la comunicación como derecho humano, buscando su democratización. Pretendo mostrar cómo históricamente este derecho pertenecía a la sociedad y en qué momento fue expropiado por los empresarios de los medios de comunicación. Es posible todavía decir quiénes son estos actores que luchan en el campo de la comunicación, sea que estén ligados a los gobiernos, a las empresas o a la sociedad civil y presentar una experiencia de control social que es el caso de la campaña «Quién financia el bajo nivel está en contra de la ciudadanía».
Adital – ¿Cómo repercutió en el país el reciente caso de la no renovación de la RCTV?
Edgar Rebouças – Este caso de la no renovación de la concesión de la RCTV fue muy interesante porque se puede discutir en el país la cuestión de las concesiones. Una investigación del profesor Pedrinho Guareschi, sobre medios y democracia, puso sobre el tapete que sólo el 1,5% de los entrevistados sabían que las televisiones y radios eran concesiones de funcionamiento. O sea, más del 90% de las personas creen que la televisión pertenece a una persona y no entienden esta cuestión de la concesión. Fue un tiro en el pie lo que las emisoras brasileras se dieron a sí mismas, cuando comenzaron a criticar la no renovación de la concesión diciendo que era censura o autoritarismo. Abrieron un debate: ¿existe concesión? Entonces, ¿por qué Chávez puede no renovar una concesión y Lula no? Allí vieron que si Lula quisiera también él puede hacer lo mismo. Era algo que antes no era parte del debate. Estamos viviendo un momento donde se puede estar discutiendo la comunicación, sea clasificación indicativa, concesión, reglamentación de publicidad. Antes nadie hablaba de esto.
Adital – ¿Y qué avances podemos señalar en este debate?
Edgar Rebouças – Se intentó poner la clasificación indicativa como una censura. Pero hay una apreciación de la sociedad de que la clasificación indicativa, ante tanta grosería, ante tan bajo nivel que tiene la TV, fue algo bueno de parte del Gobierno. Entonces el Ministerio de Justicia tiene autoridad, sí, para decir en qué horario el programa debe pasarse e indicar si es para esta o aquella franja eraria. En tanto las empresas decían que no, se comenzó a ver que la sociedad cree en el gobierno, a pesar de todos los problemas que puede haber en él. Ahora está discutiéndose mucho sobre la reglamentación de publicidad de alimentos que causan obesidad. La Anvisa y el Ministerio de Salud están queriendo reglamentar la publicidad. Las empresas ya comenzaron a decir que esto es censura. Pero la sociedad cree en la Anvisa porque sabe que es ella quien cierra la carnicería, la que cierra la farmacia que está vendiendo remedios vencidos. Entonces las instituciones están siendo creíbles.
Adital – ¿Cómo anda la campaña «Quien financia el bajo nivel está en contra de la ciudadanía»?
Edgar Rebouças – La campaña tiene cuatro años. Vamos para el quinto en noviembre. Ha sido interesante porque nacionalmente ha obtenido muchas conquistas: cambios en la grilla de programación, algunos programas cambiaron completamente el tono. Datena y Ratinho son algunos ejemplos. Además de programas policialezcos y otros que ridiculizan a las personas suavizaron significativamente el tono. El caso de João Kleber fue muy interesante. La justicia estuvo del lado de que él está faltando el respeto a los derechos humanos, ridiculizando a los homosexuales. Mucha gente habla haciendo una broma con el gay, con el negro, con el judío, con la mujer, esto es histórico. Es histórico, pero es hora de parar. Entonces el gran desafío que la campaña está teniendo este año es pasar a la regionalización. Nacionalmente, las emisoras que están en red ya se dan cuenta hasta qué punto pueden avanzar. Pero regionalmente esto todavía no ocurre, principalmente aquí en el Nordeste. Lo que queremos es colocar esto en el Nordeste.
Adital – ¿Y cómo va a ocurrir la regionalización de la campaña y qué existe ya de concreto sobre esto?
Edgar Rebouças – Estamos haciendo una experiencia piloto del Observatorio de Medios de Comunicación y Derechos Humanos en el Nordeste para conseguir que las emisoras regionales también se den cuenta que tienen responsabilidad. Y hasta aquel debate de la RCTV va a ser bueno para esto. Si la sociedad presiona usted no va a tener la concesión renovada. Su empresa es para brindar un servicio público, no es para hacer lo que le plazca.
Esta experiencia piloto comenzó en Recife, donde se creó el Observatorio de Medios de comunicación y Derechos Humanos. Estamos grabando los programas, haciendo informes y pareceres y enviando al Ministerio Público, al de Justicia, a las Ongs, al Tribunal de Justicia y a los anunciantes. En este material, colocamos que tales programas no están respetando los derechos humanos.
Entonces, a partir de Recife, vamos a hacer una reunión en Fortaleza y otra en Salvador para crear esas ramificaciones de la campaña y crear una gran red de observación.
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]