Intervención de Fed y FMI dan respiro a mercados ante temores a una crisis inmobiliaria en EU. Inyectaron 323 mil 300 millones de dólares a sistemas financieros de las principales economías
Los principales bancos centrales del mundo reforzaron este viernes acciones para tratar de evitar que los problemas del sector inmobiliario de Estados Unidos se traduzcan en una crisis generalizada en los mercados bursátiles. El Fondo Monetario Internacional y en especial el banco de la Reserva FEderal recurrieron a medidas que en el último siglo sólo tomaron cuando se colapsaron las bolsas.
El creciente temor a que la crisis inmobiliaria se extienda a otros sectores de la economía de Estados Unidos mereció una respuesta de los bancos centrales tan contundente como la que tuvieron inmediatamente después de los atentados que hicieron desaparecer de la faz de la tierra las torres gemelas de Nueva York en septiembre de 2001.
En los últimos dos días, los bancos emisores de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Canadá, Suiza y Australia inyectaron liquidez a sus sistemas financieros por un total de 323 mil 300 millones de dólares -monto que equivale a 35 por ciento del producto interno bruto de México- en un intento por frenar la sacudida en los mercados financieros de todo el globo, que continuó este viernes.
Las bolsas de valores terminaron la semana en terreno negativo, aunque con un respiro después de las inusuales intervenciones de los mayores bancos centrales del mundo y de llamados a la calma por parte de autoridades monetarias y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Perdió la BMV 1.55 por ciento
En México, al término de una jornada con tendencia perdedora de principio a fin, el Indice de Precios y Cotizaciones, principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores, retrocedió este viernes 463.49 unidades, para situarse en 29 mil 420.47 puntos, una caída de 1.55 por ciento y que borró las ganancias de los días previos.
El principal indicador del mercado, que en la semana bursátil que ayer concluyó reportó avance en tres sesiones por dos de pérdidas, acumuló en los últimos cinco días un retroceso de 251.30 puntos, que equivalen a una disminución de 0.85 por ciento. En lo que va del año, no obstante el resultado de las semanas recientes, acumula un avance de 11.24 por ciento.
Alejandro Werner, subsecretario de Hacienda, descartó que la crisis inmobiliaria en Estados Unidos y su efecto en las bolsas de valores del mundo pueda afectar a la economía mexicana, que, dijo, está sólida y no ha resentido ningún impacto.
«Este fenómeno no ha afectado a los mercados domésticos, le ha pegado a la bolsa, donde hay ciertos movimientos, pero los títulos en moneda nacional y la deuda gubernamental en moneda nacional ha tenido movimientos muy ligeros», aseguró Werner.
Pero entre analistas bursátiles y financieros la opinión fue contraria. El mercado mexicano siguió la tendencia marcada por las principales plazas del mundo, que ayer nuevamente retrocedieron por nuevas evidencias de que los problemas del sector inmobiliario de Estados Unidos, derivado de un alto número de préstamos hipotecarios con baja recuperación, puede tornarse en crisis mayor que se transmita a otros ámbitos del aparato productivo y sistema financiero de la mayor economía del mundo.
Joel Virgen, analista de Banamex-Citigroup, destacó el hecho de que los datos sobre el comportamiento de la economía, que apuntan a una recuperación de la actividad en el segundo semestre, han quedado de lado en el ánimo de los inversionistas. «Los datos económicos quedaron de lado para dar lugar a otra jornada de alta volatilidad en los mercados internacionales y nacionales», comentó.
Mencionó que con la pérdida de 1.55 por ciento ocurrida este viernes, el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores ha descendido 8.5 por ciento desde el 23 de julio, «fundamentalmente afectado por la tendencia internacional relacionada con el mayor grado de aversión al riesgo».
Los apagafuegos
El índice Dow Jones de la Bolsa de Valores de Nueva York limitó sus pérdidas al cierre de la jornada y finalizó con un retroceso de 0.23 por ciento, para cerrar en 13 mil 239.54 unidades, 31.14 unidades menos que la víspera. El índice compuesto Nasdaq, que refleja el comportamiento de acciones de empresas de tecnología y servicios, cerró en dos mil 544.89 puntos, un retroceso de 0.45 por ciento, reportó Afp.
En América Latina, informó Reuters, los mercados financieros cayeron por segundo día consecutivo, golpeados por temores de los inversionistas a que los créditos hipotecarios de alto riesgo terminen por afectar al sistema financiero y transmitirse a la economía estadounidense.
Una región con alta dependencia económica de Estados Unidos, América Latina fue particularmente afectada en los últimos días por la crisis inmobiliaria estadounidense. El índice Bovespa de la Bolsa de Valores de Sao Paulo, Brasil, la mayor de la región, perdió 1.48 por ciento, para situarse en 56 mil 638 unidades. En Argentina, el indicador Merval de la bolsa de Buenos Aires cerró con una caída de 1.65 por ciento, para situarse en dos mil 53.13 unidades, reportó Reuters.
La misma agencia informativa dio cuenta de que la Reserva Federal de Estados Unidos, conocido como Fed, inyectó al sistema financiero un total de 38 mil millones de dólares el viernes, la mayor cantidad de liquidez desde los días posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001. Además, la Fed tomó la inusual decisión de emitir un comunicado fuera de calendario en el que informó que proveería de la liquidez necesaria para facilitar el funcionamiento ordenado de los mercados financieros.
«En las actuales circunstancias, las instituciones de depósito podrían experimentar necesidades de financiamiento inusuales debido a las dislocaciones de los mercados de dinero y crédito», señaló la Fed, citada por Reuters. La última vez que el banco central estadounidense hizo una declaración similar fue inmediatamente después de los atentados de septiembre de 2001.
Antes de los ataques del 11 de septiembre de 2001, la última vez que la Fed había tenido que salir a tranquilizar a los mercados con promesas de liquidez fue el 20 de octubre de 1987, el día después del llamado «lunes negro», cuando la bolsa de valores de Nueva York tuvo la mayor caída en un día de su historia, 22.6 por ciento, superior incluso a la del 28 de octubre de 1929, que fue de 12.8 por ciento, y marcó el inicio de la Gran Depresión de Estados Unidos.
Otros bancos centrales también mantuvieron ayer las inyecciones de recursos a sus sistemas financieros, operaciones que comenzaron a realizar el jueves. En total, la aportación conjunta significó una inyección de capital de 323 mil 300 millones de dólares.
Los bancos centrales realizaron las aportaciones adicionales de recursos a sus sistemas financieros para garantizar liquidez suficiente y evitar de esa manera una alza fuerte de las tasas de interés de corto plazo, que de ocurrir se trasladaría a los países en desarrollo, como México.
El FMI, también en un comunicado que no estaba programado, afirmó este viernes que «los agudos vuelcos» en los mercados financieros mundiales aún no han desafiado la estabilidad del sistema y la rápida acción de los bancos centrales debería asegurar un ajuste ordenado.