Partidos y movimientos de izquierda de América Latina y el Caribe fueron convocados hoy por el presidente venezolano, Hugo Chávez, a realizar en 2008 una reunión para crear una organización internacional. Al hablar ante miles de aspirantes a miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Chávez precisó que recientemente conversó esa posibilidad con los […]
Partidos y movimientos de izquierda de América Latina y el Caribe fueron convocados hoy por el presidente venezolano, Hugo Chávez, a realizar en 2008 una reunión para crear una organización internacional.
Al hablar ante miles de aspirantes a miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Chávez precisó que recientemente conversó esa posibilidad con los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, de Bolivia, Evo Morales y otros líderes.
Dijo que 2008 «podría ser muy bueno para convocar a una reunión de partidos de izquierda en América Latina y de allí organizar una especie de Internacional, una organización de partidos y movimientos de izquierda de América Latina y del Caribe».
Chávez atribuyó al PSUV un papel muy activo en el ámbito internacional, en el contexto de un resurgimiento de movimientos y partidos de izquierda, en Asia, Europa, Estados Unidos y Canadá.
«Hay un resurgimiento de la conciencia de los pueblos y de allí deben seguir creciendo los movimientos, líderes y liderazgos de una izquierda nueva, de un proyecto nuevo», expresó.
El mandatario recordó que más de cinco millones de venezolanos se registraron como aspirantes a militantes del PSUV y están estructurados casi 18 mil batallones (organizaciones de base) con 1,5 millones de participantes regulares en sus reuniones.
Explicó que desde el inicio consideró suficiente la creación del partido con dos millones de miembros, activos y disciplinados, con lo cual sería el partido mayor de la historia de Venezuela y de América Latina.
En su encuentro, Chávez pidió a los aspirantes a miembros del PSUV una ofensiva para garantizar la aprobación en referendo nacional de un proyecto de reforma constitucional enfilada a garantizar el socialismo en el país suramericano.