El motivo principal del viaje del venezolano es iniciar su rol de negociador entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Chávez recibió el apoyo del presidente francés Nicolas Sarkozy.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, visita hoy a su par de Colombia, Alvaro Uribe, en un encuentro donde, además de temas comerciales y de integración bilateral, será central el inicio de su rol de mediador entre la Casa de Nariño y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Al respecto, ayer el jefe de Estado de Francia, Nicolas Sarkozy, llamó por teléfono a su par venezolano para dialogar sobre este tema, debido a que la ex candidata a la presidencia colombiana, Ingrid Betancourt -que se encuentra secuestrada por las FARC desde febrero de 2002- tiene también nacionalidad gala.
Caracas confirmó la conversación entre ambos mandatarios en un comunicado, donde afirmaron que tienen la disposición para reunirse próximamente, aunque no se precisó fecha ni lugar. Además de Betancourt, cuyo secuestro provoca gran solidaridad en Francia, las FARC mantienen retenidos a tres estadounidenses, cinco ex congresistas, un ex gobernador y varios efectivos del Ejército y de la policía, algunos próximos a cumplir 10 años en cautiverio.
Chávez ofreció el territorio venezolano para que se lleven adelante las conversaciones entre la administración de Uribe y las FARC e incluso puso a disposición a su país para que se llevara a cabo el intercambio, posibilidad ya desestimada por el grupo guerrillero.
El presidente Sarkozy le expresó al mandatario bolivariano que la liberación de los rehenes «y en particular la de nuestra compatriota Ingrid Betancourt, sigue siendo un objetivo de primera importancia para él», según el vocero presidencial en París, quien agregó que Sarkozy «aseguró a Hugo Chávez de su pleno apoyo, y de su interés» por su gestión y de «su voluntad, en acuerdo con el presidente Uribe, de acompañar sus esfuerzos».
A su vez, Sarkozy mantuvo ayer un contacto telefónico con Uribe, en el cual le expresó sus expectativas frente al papel de mediador que cumple el mandatario venezolano para un canje de rehenes de las FARC, según una fuente del Elíseo. «Ellos conversaron durante doce minutos sobre la situación de los secuestrados en poder de las FARC. El presidente Sarkozy se declaró a la expectativa por el papel que pueda realizar el presidente Chávez en torno al canje y ambos (Uribe y Sarkozy) acordaron conversar con mayor frecuencia», aseguró la fuente que requirió el anonimato.
La entrevista entre los mandatarios sudamericanos va a concretarse durante la jornada en una casa de campo cercana a la capital Bogotá, por espacio de unas seis horas, aunque es intención de Chávez permanecer dos días en Colombia para recibir a familiares de secuestrados por las FARC.
El encuentro se llevará a cabo en Hato Grande, la hacienda de la Presidencia colombiana, ubicada cerca de la población de Sopó, a unos 45 kilómetros al norte de Bogotá, en el departamento de Cundinamarca. Los mandatarios también van a tocar asuntos como el comercio, la agricultura, la energía, el desarrollo fronterizo y la reciente polémica por la instalación de peajes en una zona de Colombia próxima a la frontera.
No obstante, esos temas aparecen eclipsados frente al canje humanitario, que para muchos analistas colombianos sólo será posible si hay cierta «presión» de la comunidad internacional.
Aunque Chávez ha reiterado sus buenos oficios para ayudar al país vecino, su involucramiento se acentuó a partir de un pedido que le realizase la senadora colombiana Piedad Córdoba, quien es la «facilitadora» designada por Uribe para alcanzar un acuerdo.
Según refleja la prensa colombiana y venezolana, la primera actuación de Chávez ocurrió a comienzos de la semana pasada, cuando se entrevistó en Caracas con Córdoba y luego recibió a familiares de varias personas que están secuestradas por las FARC. En ese encuentro pidió una «señal» al máximo jefe del grupo guerrillero, alias «Manuel Marulanda Vélez» o «Tirofijo», y medios de prensa de Bogotá aseguran que el grupo ya envió un mensaje, que se mantiene en reserva y seguramente será analizado hoy por los dos mandatarios.
Las FARC proponen desde hace varios años la liberación de rehenes que tienen en su poder a cambio de la excarcelación de al menos medio millar de sus militantes, pero exigen para ello el despeje militar de una zona del departamento de Valle del Cauca. Uribe, a su vez, manifestó que está dispuesto a pactar el canje pero sin llevar adelante la desmilitarización, aunque plantea que si este proceso concluye con éxito, establecerá una «zona de encuentro» en la cual se pueden reunir voceros de ambas partes para iniciar un diálogo de paz.
Uribe ordenó hace algunas semanas la excarcelación del llamado «canciller» de las FARC, Rodrigo Granda, cuya libertad fue pedida por el presidente francés, que buscaba una muestra de buena voluntad del gobierno colombiano para lograr la liberación de Betancourt.
En Cartagena, en tanto, el jefe del Estado anunció las FARC van a entregar los cadáveres de 11 legisladores regionales que murieron en junio, un tema que no involucra a Chávez pero que se inscribe en la expectativa por un entendimiento.
De todos modos, se trata del inicio de una alternativa de solución a un problema de vieja data en Colombia.