El Banco Mundial (BM) advirtió este jueves sobre la existencia de «un problema de integración» en México a consecuencia de la «brecha» de desarrollo entre el norte industrializado y el sur orientado a la agricultura. En declaraciones a La Jornada, Francois Bourguignon, vicepresidente y economista en jefe del Banco Mundial, comentó que «se tendría que […]
El Banco Mundial (BM) advirtió este jueves sobre la existencia de «un problema de integración» en México a consecuencia de la «brecha» de desarrollo entre el norte industrializado y el sur orientado a la agricultura.
En declaraciones a La Jornada, Francois Bourguignon, vicepresidente y economista en jefe del Banco Mundial, comentó que «se tendría que ser ciego» para no ver la diferencia en el grado de desarrollo de México. La brecha en el nivel de bienestar del norte y sur del país, añadió, se ha cerrado un poco respecto del «pico» registrado a mediados de los años 90, después de la crisis derivada de la devaluación del peso a finales de 1994, «pero es cierto que la diferencia de grado de desarrollo es realmente enorme».
Este jueves, en la reunión anual del BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que concluirá el próximo lunes, fue presentado el resultado de la evaluación de los programas del Banco Mundial con los países de ingreso medio, un grupo de 86 naciones, entre ellas México.
En la presentación, Vinod Thomas, director general de evaluación del BM, destacó que con un ingreso promedio de 8 mil 300 dólares anuales, medidos en paridad de poder de compra para hacerlos comparables con otras naciones, México «se encuentra en la frontera» de ser clasificado como un «país de alto ingreso».
Sin embargo, por el hecho de que alrededor de 40 por ciento de la población sigue en la pobreza, y 14 de cada 100 mexicanos viven debajo de la línea de dos dólares de ingreso por día se combina con una elevada inequidad en la distribución del ingreso, tanto entre personas como a escala regional, para hacer de México una nación que sigue sujeta a recibir asistencia para el desarrollo.
Bourguignon hizo referencia a que en México persiste una diferencia de ingreso notable entre regiones, así como estructuras monopólicas entre sectores que junto con la falta de ingresos fiscales suficientes «lastran» el desarrollo económico.
«En México coexiste una población con elevado ingreso en el norte, mientras en los estados del sur definitivamente tienen un nivel más cercano a los países de bajo ingreso», mencionó Bourguignon.
Según las clasificaciones del BM, una nación está en los estándares de ser clasificada como de bajo ingreso con una percepción anual menor a mil 500 dólares anuales. El promedio para México es de 8 mil 300 dólares al año, lo que da cuenta de la diferencia entre las regiones.
El vicepresidente y principal economista del Banco Mundial destacó en la entrevista que persiste la diferencia de ingreso regional en México. «Se tendría que ser ciego para no ver la diferencia, parece que últimamente se cerró un poco la brecha que estuvo al máximo a mediados de los 90. Se ha cerrado un poco, pero es cierto que la diferencia de grado de desarrollo es realmente enorme».
Apuntó que la primera consecuencia del diferente grado de desarrollo regional está en «los problemas de integración del país; si no hay comunicaciones entre las regiones y no hay convergencia en el nivel de ingreso de bienestar de las regiones, eso contribuye a una división social, seguramente a algunos juegos políticos de una manera u otra y eso no es algo bueno».
-El informe de la Oficina de Evaluación, menciona que México está en el límite entre una nación de medio y alto ingreso, pero también habla sobre la inequidad y la desigualdad. ¿Cómo ir solucionando este rezago?
-Hay muchos ejemplos de países y regiones donde había ese problema de desigualdad regional y con el tiempo se resolvió. Uno puede mirar la Unión Europea. Era exactamente el problema que tenían, y no solamente resolvieron los problemas de desigualdad entre los países miembros, sino también dentro de las naciones. En España, por ejemplo, impulsaron el desarrollo de Andalucía o Galicia, que estaban rezagadas respecto al resto del país. Si eso fue posible en España y en Europa, tiene que ser posible en México. Para que eso suceda se deben tener recursos, y durante mucho tiempo el presupuesto en México no ha sido suficientemente alto.