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La Organización de Cooperación de Shanghai y la crisis capitalista

Fuentes: Bases Socialistas/ CEPRID

En los días de agosto, cuando la crisis financiera en EEUU y Europa crecía sin que se vislumbrara su final, en Rusia, la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) -bloque conformado por China, Rusia, Kazajstán, Tayikistán, Uzbekistán y Kirguizistán- desarrollaba maniobras militares denominadas Misión Paz 2007. Un día antes de la exhibición final, en Bishkek […]

En los días de agosto, cuando la crisis financiera en EEUU y Europa crecía sin que se vislumbrara su final, en Rusia, la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) -bloque conformado por China, Rusia, Kazajstán, Tayikistán, Uzbekistán y Kirguizistán- desarrollaba maniobras militares denominadas Misión Paz 2007. Un día antes de la exhibición final, en Bishkek -capital de Kirguizistán- se realizó la 7º Reunión Cumbre de los Países de la OCS, a la que asistieron como observadores Irán, y Mongolia y Pakistán y como invitados, los presidentes de Afganistán y Turkmenistán. A escala mundial, la OCS es un bloque cuya importancia no puede desdeñarse; cuyo PBI total rondaba en 2006, los 3,70 billones de dólares. Estos países ocupan 3/5 de la superficie de Eurasia y sus habitantes constituyen un cuarto de la población mundial. Tomando en consideración el posible ingreso de nuevos miembros, el recurso humano de este conjunto de naciones llegaría a totalizar 3.000 millones de personas, dispondría de la mitad de las reservas planetarias de petróleo y gas, así como la mitad del potencial militar de la humanidad.

Muchas veces el azar tiene un papel relevante en la historia. Cuando los países de la OCS, preparaban su 7º cumbre y las maniobras militares de la Misión Paz 2007, con seguridad, no preveían la crisis que azotaría al capitalismo occidental en los mismos días en que estas se llevarían a cabo en la provincia rusa Cheliabinsk, en los Urales.

Mientras en occidente la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco Central de Europa debieron asignar cerca 900.000 mil millones de dólares al sistema financiero de EEUU y la UE para paliar la crisis, en el centro de Asia, la OCS realizaban el 16 de agosto la cumbre de Bishkek. Allí se firmaron ocho documentos, entre ellos, el Tratado de buena vecindad, amistad y cooperación a largo plazo y la Declaración de Bishkek que aboga por crear «una arquitectura moderna de seguridad internacional y un orden mundial democrático y equitativo». Al mismo tiempo, entre el 7 y 17 de agosto realizaron las maniobras militares denominadas Misión Paz 2007.

Durante los ejercicios militares de la Misión Paz 2007, los periodistas presentes pidieron al presidente ruso que comentara la visión de Occidente donde la OCS es percibida como una organización militar que se contrapone a la OTAN. «Ello no responde a la realidad, tal comparación es inadecuada tanto en el contenido como en la forma» respondió Putin y en declaraciones posteriores afirmó: «Actualmente, la OCS es una organización que se dedica a cuestiones políticas y económicas». Por su parte el líder chino, Hu Jintao señaló que Misión de Paz 2007 «fue todo un éxito». En tanto el jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Yuri Baluyevski, aseguró que las maniobras tenían como objetivo reforzar la cooperación en la OCS a la hora de combatir las amenazas para la seguridad de la región. Baluyevski, aludió al terrorismo, el extremismo islámico, el separatismo, el narcotráfico y la proliferación de armas de destrucción masiva como los mayores peligros.

De todas maneras, el hecho de que en las maniobras participaran alrededor 6.000 efectivos y más 1.000 unidades de equipos bélicos, 500 de los cuales aportó Rusia, no es un hecho que resulte intrascendente para Europa y EEUU. Sobre todo si se tiene en cuenta que a EEUU, se le denegó el permiso para que enviara observadores a las maniobras.

Sin embargo, tanto Misión Paz 2007, como la 7º cumbre de la OCS, prácticamente no fueron relevantes para la prensa occidental que raramente dedican alguna línea a este bloque. Aunque sólo con observar el peso político y económico de las naciones que lo componen -y las que estarían en vías de sumarse- se puede ver la dimensión de la alianza. Quizás allí resida la razón de la prensa para restarle importancia o ignorarla mientras pueda. Un ejemplo de la mirada Occidental, la del diario Clarín que el 18 de agosto tituló: «Rusia y China buscan sellar un pacto militar», aludiendo a las maniobras. En tanto la información sobre la cumbre quedaba subsumida detrás de la cuestión militar. Cabe la pregunta: ¿la OCS, es sólo un pacto militar entre Rusia y China?

Origen de la Organización de Cooperación de Shanghai

En 1996, los jefes de Estado de Rusia, China, Kazajstán, Tayikistán y Kirguizistán sostuvieron en Shanghai una reunión en la que se establecieron los primeros acuerdos de lo que sería conocido como «Los 5 de Shanghai «. En junio del 2001, coincidiendo con el quinto aniversario de aquella reunión, los jefes de Estado de estos países -a los que se sumó Uzbekistán- volvieron a reunirse en Shanghai y allí anunciaron oficialmente el establecimiento de la OCS.

A escala mundial, la OCS es un bloque cuya importancia no puede desdeñarse; cuyo PBI total rondaba en 2006, los 3,70 billones de dólares. Estos países ocupan 3/5 de la superficie de Eurasia y sus habitantes constituyen un cuarto de la población mundial. Tomando en consideración el posible ingreso de nuevos miembros, el recurso humano de este conjunto de naciones llegaría a totalizar 3.000 millones de personas, dispondría de la mitad de las reservas planetarias de petróleo y gas, así como la mitad del potencial militar de la humanidad.

Si bien el desarrollo militar del bloque es importante y algunos países como Rusia le están imprimiendo un ritmo creciente a esa rama industrial; esta alianza representa la unión de una de las mayores potencias económicas del planeta: China, con los mayores productores de gas y petróleo, fuera de Medio Oriente.

Una mirada a los países de la OCS

Los países centro asiáticos

Kazajstán, Tayikistán, Uzbekistán y Kirguizistán, son países que formaban parte de la exURSS. Su importancia estratégica, reside en las reservas de gas y petróleo -en muchos casos todavía no suficientemente conocidas- y en su papel de países de «paso» de los oleoductos rusos hacia Oriente y Europa. En este sentido, la administración de Putin concretó una serie de acuerdos con estas repúblicas centroasiáticas que le aseguran que seguirán utilizando los oleoductos rusos para exportar su petróleo y gas hacia Europa y en el caso de Kazajastán, el transporte de petróleo ruso hacia China a través del oleoducto Atasu-Alashankov.

Durante la cumbre en Bishkek, circularon versiones que daban cuenta de charlas informales entre las distintas representaciones y líderes, en las que se trataron las perspectivas de la ampliación de la OCS. Una importante corriente de opinión estaría a favor de que a corto plazo se admita a India, Irán, Mongolia y Pakistán. En forma indirecta lo atestigua la declaración hecha por el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov: «En la OCS está vigente una moratoria provisional sobre la admisión de nuevos miembros. Es de esperar que los jefes de los Estados prioricen la necesidad de incrementar la cooperación concreta con los Estados observadores, dando las correspondientes encomiendas para agilizar el partenariado con éstos».

Rusia

Con la llegada de Vladimir Putin al poder, hubo cambio importante en la política interior y exterior de este país. Putin encarna al sector capitalista, cuyos intereses están más ligado a las, aún, poderosas palancas económicas que controla el Estado, lo cual le da el matiz «nacionalista» a su política de gran potencia. Está característica lo ha llevado ha confrontar con los sectores neoliberales con vinculaciones con el loby sionista estadounidense, que tomaron el control del Estado durante el gobierno de Boris Yeltsin. Putin promueve un papel predominante del Estado en todas las esferas de la vida rusa, pero fundamentalmente en el terreno energético y militar.

En el último tiempo, este país, continúa desarrollando un capitalismo «a la rusa», que a pesar de todo contiene muchos elementos del antiguo régimen. Es decir en Rusia la propiedad privada y el libre mercado al estilo occidental no han podido penetrar profundamente en la sociedad, ya que en muchas áreas de la economía rusa todavía están atravesando una etapa de transición entre la economía planificada del viejo régimen stalinista hacia formas netamente capitalistas.

Paralelamente Rusia esta redefiniendo su doctrina militar, al mismo tiempo que el Estado ha vuelto a tomar el control del complejo industrial-militar. Por ejemplo, en los últimos años este país se ha convertido en el segundo exportador más grande del mundo de aviones de combate, al mismo tiempo es un importante productor y exportador de armas. Entre ellas los famosos fusiles de combate Kaláshnikov.

En cuanto a su doctrina militar, el general Majmut Gareev presidente de la Academia de Ciencias Militares afirmó recientemente que: «Los factores ecológicos y energéticos constituirán, en los próximos diez o quince años, las principales causas de conflictos políticos y militares. Ciertos estados se esforzarán por tomar controlar y acaparar los recursos naturales y las riquezas energéticas, como ha ocurrido en Irak, y la gente no tendrá más opción entre resistir o morir».

En otro pasaje de sus declaraciones el militar ruso expresó: «El análisis de las tendencias de desarrollo de la situación internacional muestra que la política que sigue EEUU conducirá inevitablemente a una confrontación con una parte importante del mundo. Y las condiciones se están concretizando y reuniendo objetivamente para una intervención de Rusia en calidad de árbitro geopolítico». En relación con la política interna dijo: «En cuanto a las amenazas internas, las más peligrosas son el terrorismo y el separatismo, que son generalmente atizadas desde le exterior y cuyo objetivo es romper la unidad y la soberanía territorial de Rusia». Situación económica y social en Rusia

A pesar de su desarrollo y crecimiento en los últimos años Rusia ha sufrido un considerable retroceso en las áreas sociales con respecto a la época en que era parte de la Unión Soviética. Como en casi todos los países capitalistas, el crecimiento del PBI en los últimos años no ha significado reducción de la pobreza. El auge petrolero y la reactivación económica, trajeron como consecuencia que la selecta clase rica rusa acumula cada vez más capital. Moscú tiene 25 magnates con más de 1000 millones de dólares y se calcula que en todo el país hay unos 88.000 millonarios. Paralelamente, empresarios extranjeros han reconocido a Rusia como uno de los mercados más prometedores para la inversión. Al mismo tiempo admiten que en la actualidad es un centro internacional de influencia económica y política, absolutamente nuevo, mucho más fuerte que antes y estable. Según las previsiones de los «hombres de negocios» occidentales, Moscú será en diez años la segunda capital financiera de Europa, después de Londres y la quinta o sexta, a escala global.

A pesar de todo y aunque hay una mejoría económica en la población, las asimetrías sociales han aumentado. El índice de Gini, es el indicador que mundialmente se utiliza para medir la distribución de la riqueza en la sociedad y las diferencias entre los más ricos y los más pobres. Según este índice un porcentaje del 30 % muestra una sociedad relativamente igualitaria, pero cuando el índice supera el 40 se está ante diferencias importantes entre ricos y pobres.

El informe de Desarrollo Humano de Naciones Unidas del 2004, indica para Rusia el 45,6 cuando en 1995 era del 38,7 %. En el mismo período según el Banco Mundial el porcentaje de gente que vive bajo la línea de la pobreza disminuyó del 24,7% al 17,8 por ciento. Sin embargo en Rusia, igual que otros países capitalistas de Occidente -entre los que se incluye Argentina- el 35% de la gente que cobra menos que el mínimo vital o que están cerca de ese límite son familias de trabajadores. Es decir, los pobres son, en su gran mayoría, asalariados o jubilados.

De todas maneras algunos analistas rusos consideran que durante el año 2006 la Federación Rusa entró en la segunda fase de su recuperación. Evgueni Primakov (Ex jefe de la KGB, y sucesivamente ministro de Relaciones Exteriores y luego primer ministro bajo la presidencia de Boris Yeltsin), ha expresado que luego de dedicarse a recuperar el control de las riquezas naturales y a restaurar el poderío militar, Vladimir Putin ha roto con las teorías ultraliberales. Primakov afirmó: «Ahora el Estado interviene de nuevo en la economía para organizar el desarrollo del territorio, incluyendo la parte asiática de la Federación». Sin embargo Primakov alerta sobre algunos problemas actuales en Rusia a saber: el nacionalismo que muda hacia el chovinismo, las desigualdades sociales, la disminución demográfica -sobre todo en la parte asiática- y en política exterior el papel de los EEUU.

En junio, se registró un aumento de la producción industrial del 10,9 % en comparación con el nivel del año anterior; sin embargo lo que quita el sueño a los dirigentes rusos es el crecimiento de la inflación. El ministerio de Finanzas ha pronosticado que para finales de 2007 el crecimiento de la economía rusa será del 7,1 %, y el índice de alza de precios no superará el 8 % con respecto a 2006, pero varios analistas se atreven a afirmar que como mínimo ese índice será del 9,1%. Teniendo en cuenta que a fin de año será las elecciones presidenciales, – en las que Putin no puede ser reelecto- es importante para el equipo gobernante mantener una inflación de acuerdo a lo previsto por los economistas oficiales.

China

Es el otro «grande» de la OCS. El crecimiento chino le imprimió un cambio cuantitativo y cualitativo al capitalismo mundial.

China es un país que más allá de sus potencialidad en todos los ámbitos económicos cuenta con tal cantidad de trabajadores que hace palidecer a occidente. Según datos de la OIT, la fuerza de trabajo china era 737.400.000 de personas en 2002 y se prevé que en 2010 serán 824.808.000 personas.

El Buró Nacional de Estadísticas reveló que la economía china, creció un 11,9 por ciento en el segundo trimestre de 2007. En el primer semestre, la inversión llegó a los 66.500 millones de yuanes en la industria primaria, un aumento del 46,2 %; la industria secundaria a 2,55 billones de yuanes, un incremento del 28,9 %, y la industria terciaria a 3,05 billones de yuanes, un ascenso del 24,5 %. La inversión en el sector de minerales no metálicos experimentó un alza del 48,8 por ciento interanual. La inversión en la industria energética subió un 12,6 por ciento. Tras mantenerse en un nivel estable en el periodo enero-abril, la inversión en activos fijos empezó a subir en mayo y el crecimiento de enero-mayo se situó en 25,9 %, comparado con el 25,5 registrado en los primeros 4 meses y el promedio anual del 24 en 2006.

El Indice de Precios al Consumidor, creció un 5,6 por ciento en julio frente al mismo mes del año pasado, el nivel más alto en los últimos 33 meses, una situación que el Buró Nacional de Estadísticas atribuyó principalmente al brusco incremento de los precios de los alimentos.

Para mantener estables los precios, el gobierno debe continuar concediendo subsidios a los agricultores, adelantar la reforma del precio del agua, electricidad y gas, así como reforzar la supervisión de los productos relacionados con la vida cotidiana de los ciudadanos, como los alimentos, la educación y la asistencia médica. Al mismo tiempo según el buró, el gobierno deberá elevar el umbral de los subsidios a las familias con bajos ingresos e implantar un sistema de asistencia provisional para evitar que empeore el nivel de vida a causa de la subida de precios.

A pesar de todos estos indicadores, es importante señalar que lo que hace competitiva a China en los mercados occidentales -y una de las razones por las que las multinacionales occidentales, entre ellas muchas estadounidense se están relocalizando en China- es el bajísimo valor de la fuerza de trabajo china. Al igual que Rusia, en China la diferencia entre el segmento más rico de la población y el más pobre ha aumentado. Según datos del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), el índice Gini de China subió de 40,7 en 1993 a 47,3 en 2004. Las estadísticas, principalmente sobre la situación de desigualdad en Asia, muestran que en la región los ricos son cada vez más ricos, mientras que los pobres son cada vez más pobres.

En cuanto al conjunto de dificultades que atraviesa la economía china, el 6 de septiembre durante la sesión inaugural de la reunión anual del Foro Económico Mundial (FEM), conocido como «Davos de verano», el primer ministro, Wen Jiabao, afirmó: «La economía de China, en conjunto, está en buena forma, pero los factores inestables, el desequilibrio, y la falta de sostenibilidad, también afectan el desarrollo económico del país», y agregó: «Estos problemas incluyen un crecimiento económico excesivamente rápido, graves tensiones estructurales, patrones ineficientes de crecimiento, agotamiento de recursos y degradación ambiental, creciente presión en precios, y endémicos obstáculos estructurales e institucionales». Para solucionar estos desequilibrios el premier chino detalló una batería de medidas.

Lo que distingue a la transición económica y política hacia el capitalismo de China con respecto a la rusa es que esta se realiza bajo el férreo control político del Partido Comunista de China que aún mantiene el control global del proceso. Esta política del PCC, que la entiende como un ejercicio de soberanía, ha evitado hasta el momento el surgimiento y disputa entre las mafias burguesas, como en Rusia. Sin embargo, una vez liberadas las fuerzas del mercado a la competencia capitalista, los beneficios producidos por el crecimiento y el aumento del empleo en esta etapa – que se realizan sobre la base de los parámetros capitalistas de explotación- inevitablemente traerán aparejadas calamidades para la gran masa de la población. Volveremos sobre este punto al final.

Reservas y producción hidrocarburífera

Como se dice más arriba, el conjunto de países de la OCS, junto a aquellos que pueden incorporarse en un futuro cercano concentran la mitad de las reservas de gas y petróleo mundiales.

En lo referente al gas Rusia, es el país con mayores reservas comprobadas con 1.680 millones de pies cúbicos. Pero además existen importantes reservas en Kazajstán, Tayikistán y Kirguizistán, muchas de ellas seguramente mucho mejor conocidas en Moscú que en los propios países, ya que estos fueron parte de la ex – URSS. A continuación señalamos las reservas comprobadas de estos países y entre paréntesis el lugar que ocupan a nivel mundial: Uzbekistán (15º) con 66,2 billones de pies cúbicos; Kazajistán (16º) con 65; China (21º) 53,325; Tayikistán (85º) con 0,2; Kirguistán (86º) 0,2.

Es importante señalar que países participaron en la 7º Cumbre de la OCS, como Irán se encuentra en el 2º lugar de este ranking con 940 billones de pies cúbicos y Turkmenistán (14º) cuenta con 71 billones de pies cúbicos,. (fuente: Energy Information Administration – año 2005).

En cuanto a la producción de gas, Rusia marcha a la cabeza de los países del mundo, en 2004 su producción fue de 22,40 billones de pies cúbicos. El resto de los países produjeron: Uzbekistán (13º) 2,11 billones de pies cúbicos; China (15º) 1,43979255; Tayikistán (79º) con 0,001377285; Kirguistán(82º) con 0,001024135. Volvemos a remarcar los casos de: Irán que se encuentra en 6º lugar con una producción de 2,96 y Turkmenistán (12º) produjo 2,165.614.329. (fuente: Energy Information Administration – año 2004).

Con respecto a las reservas petrolíferas la escala es la siguiente: Rusia (8º) con 60 mil millones de barriles, China (12º) con 18,25; Kazajistán (17º) con 9 y Azerbaiyán (19º) 7. En cuanto a Irán se encuentra 3º con reservas estimadas en 125,8 mil millones de barriles. (fuente: Energy Information Administration – año 2005).

Finalmente en lo referente a la producción de petróleo Rusia es el 2º país mundial con con 9.043.000 de barriles de petróleo/día (fuente: Energy Information Administration – año 2005). El club energético En septiembre de 2006, tras al cierre de la reunión del Consejo de los Jefes de los Estados Asociados a la OCS, la organización expresó en un comunicado que se había encargado al Grupo de Trabajo para Cuestiones Energéticas estudiar en un breve plazo la posibilidad de crear el Club Energético de la OCS.

En el reciente encuentro de Bishkek, el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad reiteró la propuesta de celebrar una reunión de ministros de Energía de los países integrados en la Organización de Cooperación de Shanghai. Según Ahmadineyad un encuentro de este tipo contribuiría a «optimizar la cooperación en materia del transporte, exploración, desarrollo, tránsito y transformación» de hidrocarburos.

Entre los invitados a la cumbre se encontraba el presidente de Turkmenistán. La importancia de su presencia radica que este país había mantenido una postura autónoma en política exterior, pero ahora estaría acercándose a la OCS. De hecho varios voces dentro del bloque han señalado que en el momento en Turkmenistán solicite la admisión estaría sería concedida sin inconvenientes. En la actualidad los turmenios negocian con Kazajstán y Uzbekistán el tendido de un gasoducto desde Turkmenistán a China a través del territorio de estos países.

Por su parte el coloso asiático tiene importantes relaciones comerciales con las repúblicas centroasiáticas, ricas en recursos energéticos. Actualmente, sólo Kazajstán suministra gas a China, pero también Uzbekistán -cuyas reservas podrían ser mucho más importante que lo se conoce- se encontraría dispuesto a exportar gas y petróleo a China.

De concretarse el Club Energético de OCS, podría limar los roces que todavía subsisten entre Rusia y China, pero además el bloque tendría una política común frente a Occidente, en materia energética.

En este sentido, no puede tomarse como una casualidad que el 15 de agosto, un día antes de la cumbre en la capital de Kirguistán, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, haya afirmado: «Apostar únicamente por la política de coerción respecto a Irán significa menospreciar los intereses de mantenimiento de la seguridad energética en Europa y en el mundo».

La OCS, Estados Unidos y la Unión Europea

Sería forzar cualquier análisis si se afirmara que el fin de la Organización de Cooperación de Shanghai es cerrarle el camino al capitalismo Occidental. Como viene sucediendo en los últimos años, las políticas de bloques, combinan la confrontación económica y militar a través de terceros países, con la cooperación y complementación económica. De hecho las empresas rusas tienen un papel relevante en Occidente, y como se señala más arriba cada vez más capitales occidentales se radican allí. En el caso de China, también los capitalistas occidentales están radicando sus empresas en distintas provincias chinas aprovechando los bajos salarios y la relación yuan – dólar que favorece las exportaciones chinas. Aún así, los conflictos con los EEUU y la Unión Europea están a la orden del día.

Tras la crisis económicas que se sucedieron en Rusia, su economía resurgió con gran vigor. La velocidad con que lo hizo y la política de las empresas transnacionales rusas en Occidente ha provocado descontento en círculos de poder de los países capitalistas occidentales. Por su parte Vladimir Putin expresó en una reunión con los representantes del J-8 -foro juvenil de siete países más industrializados y Rusia- que en 2006, las empresas rusas habían invertido en la economía mundial aproximadamente 140.000 millones de dólares. Algunas de estas empresas son: Gazprom, la mayor productora de gas mundial; la petrolera Lukoil con importante inversiones en redes gasolineras en EEUU; Noriisk Nickel (minería); Novoship Co (transporte); Rusal (metalurgía); OMZ (motores); Severstal (metalurgía); Mechel (metalurgía); entre otras.

En este marco es que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, se ha declarado a favor de ampliar la cooperación entre Rusia, la Unión Europea y EEUU. En ese sentido el 3 de septiembre afirmó: «La cooperación en tal formato ya ha empezado, pero sólo en unas cuestiones concretas y con demasiada precaución»- aunque al mismo tiempo reconoció que: «en el marco del «triángulo» Rusia-Europa-EEUU hay aspectos en que la posición europea es más afín a la mantenida por EEUU, pero en una serie de temas estratégicos Europa tiene más cuestiones en común con Rusia».

Paralelamente, lo que no se puede decir en forma oficial lo expresan sectores como los que hablan a través de publicaciones como la rusa El Heraldo de la Industria Militar. Allí han dicho que la integración militar y una activa línea geopolítica de la OCS ya asustaron a EEUU, y recuerda que el subsecretario de Estado para Asia Central y del Sur, Richard Boucher, en nombre de la Administración de George Bush exhortó a la OCS a renunciar a las declaraciones geopolíticas y centrarse en la economía. Estos sectores son los que afirman que la OCS y EEUU -y también la OTAN- son rivales geopolíticos en Asia Central.

Washington busca debilitar el poder creciente de Rusia

Desde la caída de la Unión Soviética, la política de Washington con respecto a Rusia se ha desarrollado en distintos frentes, que han consistido entre otros: cooptar hacia la OTAN a países del ex -pacto de Varsovia, intentar «cercar» militarmente a Rusia, impulsar gobiernos afines a EEUU en países de la ex – URSS, fomentar el separatismo, y el narcotráfico a gran escala ligado con las mafias que prosperan en la nueva sociedad de transición.

La invasión de la OTAN a Kosovo – más allá de los conflictos interétnicos que existían en los Balcanes- estaba destinada a instalar en la zona una cabeza de playa de los atlantistas apuntando a Rusia. Años después, entre muchos motivos geopolíticos de la invasión a Irak, no era ajena la intención de asentar en la zona un fuerte enclave militar apuntando – entre otros países- a Rusia. Por supuesto entre los primeros objetivos de los yanquis estaban el control de las reservas y producción hidrocarburíbera de la región.

Otra muestra de la política estadounidense hacia Rusia fue la impulsada tras el desmembramiento de la Unión Soviética. La Casa Blanca fomentó las denominadas «revoluciones de terciopelo» en Georgia, Kirguistán y Ucrania, que al decir de los analistas rusos, no fueron revoluciones, sino movimientos golpistas supuestamente democráticos orientados a sustituir gobiernos fieles a Moscú por otros que respondieran a los intereses de Washington.

Siguiendo con esta línea de «cooperación» con las nuevas repúblicas, Washington aplica una política de ayuda económica a la repúblicas centroasiáticas. Por ejemplo, Kazajstán ha recibido en 2005; 30 millones de dólares para la modernización de sus FFAA. Esta ayuda equivalía 7% del presupuesto militar kazajo. A comienzos de 2006 fue suscrito el plan de acciones bilaterales en el marco de la asociación entre Kazajstán y la OTAN.

En el caso particular de Kirguistán, es el único de los países de OCS en cuyo territorio está emplazada una base aérea norteamericana. La suma del alquiler anual de ésta todavía no se ha dado a conocer, pero, según algunas fuentes rusas sería alrededor de los 200 millones de dólares, cifra que linda el 10% del PBI de Kirguizistán. Los países miembros de la OCS han instado a Washington a que ponga plazos a su presencia militar en la zona, sin embargo la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice en una visita a Afganistán dejó claro que se mantendrán esta base hasta que la situación en este país se «normalice».

Precisamente la situación en Afganistán es otro punto de conflicto entre los países de la OCS y EEUU. tras el derrocamiento del poder de los talibanes afganos, la región se ha convertido en los últimos años en el principal corredor utilizado por los barones de la droga de Afganistán para exportarla a Europa. Y la política de la OTAN es incapaz de controlar el creciente descontrol del gobierno central. El presidente de Tayikistán, Emomalí Rajmón, aseguró hace unos meses que la producción de droga afgana había aumentado cuatro veces desde la invasión de Afganistán por Estados Unidos en 2001. Y Rusia advirtió de que este país se ha convertido en un ‘narcoestado’, pues ‘cerca del 50 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) afgano proviene de la industria del narcotráfico’.

La otra pata de la ofensiva encubierta estadounidense contra Rusia se asienta en impulsar el separatismo checheno. Al respecto en el marco de la OCS, mientras Moscú ha contado con el pleno respaldo de China en su política en Chechenia; Rusia por su parte ha respaldado a Pekín en su lucha contra los independentistas en la región noroccidental de Xinjiang, de mayoría musulmana.

El escudo antimisiles de Washington

Pero sin duda la incorporación de países del ex – Pacto de Varsovia, como Polonia, República Checa, a la OTAN ha sido uno de los hechos que más preocupa a Rusia. Y en los últimos meses esta política de Washington ha pasado a los hechos concretos. La decisión de EEUU de instalar una defensa antimisiles en Polonia y la República Checa para defender a Europa de posibles ataques de Estados considerados hostiles, como Irán y Corea del Norte ha tensado la situación entre Rusia y los países de la OTAN al punto de que se habla de una nueva «guerra fría», aunque ahora sólo entre países capitalistas. El proyecto consiste en la construcción en Polonia de una base con 10 silos para el lanzamiento de misiles capaces de derribar los cohetes lanzados contra Estados Unidos, mientras que en la República Checa sería instalada una base con radares para detectar el lanzamiento de esos artefactos.

Desde Moscú esta decisión se percibe como una amenaza directa para su seguridad. Ante la negativa de Washington de dar marcha atrás con el proyecto, el 14 de julio Rusia decidió suspender su participación en el Tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa (FACE). Las autoridades rusas declararon que esta moratoria tendrá vigencia «mientras los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no ratifiquen el acuerdo de adaptación y no comiencen a aplicar de buena fe ese documento».

China, entre la asociación y el enfrentamiento comercial

En el extremo oriental de la OCS, China mantiene una relación entre conflictiva y de activa relación comercial con el capitalismo de occidente. Durante 2006, el intercambio comercial con EEUU y la UE en 2006 superó 360 y 270 mil millones de dólares, respectivamente.

Durante la sesión inaugural del Foro Económico Mundial (FEM), a la que ya aludimos, el primer ministro chino, Wen Jiabao, afirmó: «el desarrollo de China promoverá la paz y el desarrollo mundial, y nunca planteará una amenaza para ningún país hoy» – y en otro pasaje de su intervención dijo- «Como lo ha demostrado hasta ahora, y lo seguirá demostrando, una China próspera, democrática, armoniosa, civilizada y modernizada hará una contribución cada vez más grande para mantener la paz mundial y promover el progreso humano».

Paralelamente en Sydney, Australia, en la reunión del Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC), que se realizó durante la segunda semana de septiembre el presidente de China, Hu Jintao, elogió el progreso en las relaciones chino-estadounidenses y dijo: «Los dos países han mantenido frecuentes comunicaciones de alto nivel y sostenido exitosamente un diálogo económico estratégico y un diálogo estratégico, y la cooperación práctica y realista se ha desarrollado sin contratiempos en todas las áreas». Estas declaraciones las realizó tras una reunión con el presidente de EEUU, George Bush. En otro pasaje afirmó: «Un crecimiento estable de las relaciones chino-estadounidenses no sólo es benéfico para los intereses de ambos países sino también conducente a la paz y desarrollo mundiales», afirmó.

A pesar de las declaraciones de los funcionarios chinos existen no pocos puntos de roce. No es menor el efecto que ha producido en la economía estadounidense la relocalización en China de las empresas transnacionales de ese país que ya están comprometiendo seriamente la economía de su país de origen. EEUU ahora «importa» los mismos productos que hace algunos años exportaba. La paradoja -o no- es que las empresas son las mismas, sólo que ahora están asentadas en distintas provincias chinas.

La principal fuente de choque son las presiones estadounidenses para que se reavalúe el Yuan (moneda china), para de esta forma reducir el déficit comercial bilateral alcanza actualmente los 232 mil millones de dólares a favor de China. Estas presiones han recibido su respuesta. Dos miembros del Partido Comunista de Beijing amenazaron con recurrir a lo que llaman la «opción nuclear».

Esta opción no consiste en atacar el territorio norteamericano con armas de destrucción masiva, pero el efecto sería igualmente devastador. La idea sería vender parte de los 900.000 millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense que tiene el Banco Central Chino para hacer colapsar el dólar. He Fan, uno de los miembros más prominentes de la Academia de Ciencias china, afirmó: «China ha acumulado una gran suma de dólares. Y dicha suma, de la cual una parte importante la forman bonos del Tesoro, contribuye a mantener la posición del dólar como una moneda de reserva. Rusia, Suiza y otros países ya han comenzado a reducir sus reservas de dólares. Probablemente, China no seguirá sus pasos si el tipo de cambio del yuan es estable en relación al dólar. Pero si el yuan se aprecia, el Banco Central chino se verá obligado a vender dólares, lo que podría conducir a una depreciación masiva del dólar.»

Las declaraciones de He Fan fueron publicadas en el China Daily, lo que indica que el gobierno chino sabía que las iba a hacer y muy probablemente las alentó. «Este tipo de palabras son alarmantes, no dejan lugar para la ambigüedad. Contienen una amenaza política muy clara y pueden tener consecuencias serias en un momento en que los mercados de crédito ya tienen miedo del contagio de los problemas inmobiliarios», dijo Simon Derrick, un estratega del Banco de New York Mellon al diario londinense Daily Telegraph.

Futuro de la OCS, según la OCS

El General Leonid Ivashov, que es Vicepresidente de la Academia de Problemas Geopolíticos, y fue Secretario del Consejo de Ministros de Defensa de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), Jefe del Departamento de Cooperación Militar del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa y el 11 de septiembre del 2001 cuando se realizó el atentado a las Torres Gemelas, era Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Rusas. Este general recientemente ha declarado: «En el marco de la OCS podría formularse una filosofía novedosa, basada en la armonía de civilizaciones y en el uso racional de los recursos naturales. La mayoría de los Estados seguramente apoyarán tales medidas, estoy convencido. Así se irá formando un nuevo polo político, el polo de la paz. La misión de la OCS es crear un nuevo modelo del desarrollo para la civilización humana.»

«Al imperio estadounidense podría oponerse únicamente una alianza de civilizaciones: la rusa, cuya órbita incluye a la Comunidad de Estados Independientes (CEI); la china, la hindú, la islámica y la latinoamericana. Es un espacio inmenso en el que podríamos crear mercados más equitativos, nuestro propio sistema financiero de carácter estable, nuestro engranaje de seguridad colectiva y nuestra filosofía, basada en la prioridad del desarrollo intelectual del hombre frente a la moderna civilización occidental que apuesta por los bienes materiales y mide el éxito con mansiones, yates y restaurantes. Nuestra misión es reorientar al mundo hacia la justicia y el desarrollo intelectual y espiritual.»

Conclusión

El capitalismo de los bloques, se ha constituido en un serio obstáculo para la hegemonía global que mantenía el imperialismo yanqui desde la desaparición de la URSS.

Sin embargo, ninguna de las respuestas que ha dado el sistema a las últimas crisis económicas lograron dar solución a los males estructurales del capitalismo. En ese sentido cada crisis recuerda a aquellos enfermos a los que la medicina que se les suministra para una dolencia, los afecta disparando otras dolencias, para las cuales se le proporciona, entonces, nuevas medicinas que disparan otros dolencias.

La globalización capitalista aporta numerosas «medicinas», que provienen del crecimiento a «tasas chinas». Por ahora la economía china y rusa, y tras ellas otras de Oriente empujan, transitoriamente, el crecimiento del alicaído y complicado capitalismo occidental. Sin embargo ya se avizoran los males de una economía irracional y falta de planificación.

Mucho se habla sobre el importante crecimiento del PBI de nuestros países del Tercer Mundo. El vocablo de moda es el que se señala más arriba: «crecimiento a tasas chinas». ¿Es cierto esto?. Si medimos el desarrollo del PBI, puede ser tomado como una verdad; pero también estamos creciendo siguiendo el otro ejemplo de China, a saber: fuerza de trabajo que se vende por debajo de los valores de la canasta familiar, es decir de su posibilidad de superviviencia, trabajadores flexibilizados, precarizados, etc.

Pero lo más grave, es que la demanda de recursos naturales y energéticos que impone China sobre el Tercer Mundo, lleva a la clase capitalista a utilizar esta coyuntura favorable para explotar en forma irracional los bienes que la naturaleza tardó miles de miles de miles de millones de años en formar.

No hace mucho, Fidel en unas de sus Reflexiones del comandante en jefe afirmó: «La publicidad comercial y el consumismo son inconciliables con la supervivencia de la especie. Háganse todos los cálculos posibles y se verá que los recursos naturales, el espacio, el clima, el tiempo y el sistema, al paso y en la dirección que llevan, no pueden arrojar otro resultado».

Las nuevas burguesías rusa y china, que ahora usufructúan del salto histórico que dieron esos pueblos en el siglo pasado bajo una economía socialista planificada, están tratando de posicionar a la OCS como un potente bloque económico, comercial, político y militar, dentro de la dura competencia ínter capitalista que caracteriza al inicio del siglo XXI. La reaparición de un discurso nacionalista y antiyanqui en boca de sus principales dirigentes expresa el endurecimiento de esa confrontación.

La expansión capitalista de fines del siglos XIX y del XX le costó a la humanidad, entre otras brutalidades, las dos guerras mundiales. No es probable que este nuevo bloque que irrumpe en el escenario del capitalismo, que a sus contradicciones esenciales agrega la creciente escasez de recursos del planeta y la contaminación, pueda «reorientar al mundo hacia la justicia y el desarrollo intelectual y espiritual», como afirma en sus declaraciones el General Leonid Ivashov refiriéndose a la misión de la OCS. Es más probable, que al igual que los aprendices de brujo, el papel de la OCS sea liberar fuerzas a las que no podrán controlar en el futuro cercano.

Los socialistas debemos prestar máxima atención al desarrollo de estos nuevos realineamientos que emergen en medio de la crisis del capitalismo y que la prensa comercial sistemáticamente oculta o trata en forma sesgada. Este bloque ya tiene presencia en diversos países de América Latina y su incidencia en la política de nuestros continente irá creciendo. Es en medio de estas nuevas contradicciones del mundo capitalista que deberá abrirse paso la lucha de los pueblos y las clases explotadas para superar el régimen de explotación del hombre por el hombre y avanzar al socialismo.

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Fuentes consultadas: La Nación, Clarín, Aporrea, Prensa Latina, Ria Novosti, Diario del Pueblo, Agencia Xinhua, BBC, Rebelión, Insurgente, Carrasclet, Red Voltaire, IAR Noticias. Los datos económicos fueron tomados de: http://paises.enerclub.es. Los datos del PBI corresponden al FMI. El PBI total del bloque no está en está página, pero se han sumado los de los países que lo componen.