A medida que las bolsas de China se han disparado a niveles históricos este año, los inversionistas locales temen que se trate de una burbuja y se han vuelto más selectivos a la hora de escoger títulos. ¿El resultado? El mercado se eleva aún más, ya que los inversionistas vierten su dinero en las grandes […]
A medida que las bolsas de China se han disparado a niveles históricos este año, los inversionistas locales temen que se trate de una burbuja y se han vuelto más selectivos a la hora de escoger títulos.
¿El resultado? El mercado se eleva aún más, ya que los inversionistas vierten su dinero en las grandes empresas que dominan los índices bursátiles.
Consideradas seguras, estas compañías son las favoritas de los fondos mutuos y los inversionistas institucionales.
A pesar del creciente temor en torno a una burbuja, muchos analistas insisten en que vale la pena comprar los títulos de las mayores empresas chinas que cotizan en bolsa.
Se pronostica que éstas entregan crecimiento a un riesgo más bajo. Normalmente se trata de compañías estatales en sectores como la energía, telecomunicaciones, metales y bienes raíces.
Normalmente, los inversionistas extranjeros no pueden adquirir estos valores, que se cotizan en las bolsas de Shanghai y Shenzhen.
Pero algunas de estas empresas también cotizan en Hong Kong.
Estas grandes compañías se han convertido en el motor más importante del reciente impulso bursátil.
Desde el 6 de julio, el índice compuesto de Shanghai ha crecido 57%. Pero el índice de las 50 empresas más grandes de esa bolsa ha crecido aún más desde entonces: 64%.
Mientras tanto, el índice de empresas pequeñas y medianas de la bolsa de Shenzhen se ha elevado 23% durante ese período.