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Alcántara va a tener el primer Banco Comunitario Quilombola

Fuentes: Adital

  Marcada por la pobreza y por los altos índices de trabajo esclavo, la población del municipio de Alcántara, interior del Estado de Maranhão, va a tener nuevas oportunidades para desarrollar sus potencialidades y para promover la producción local. El día 20 de noviembre, Día Mundial de la Conciencia Negra, será inaugurado, en Alcántara, el […]

  Marcada por la pobreza y por los altos índices de trabajo esclavo, la población del municipio de Alcántara, interior del Estado de Maranhão, va a tener nuevas oportunidades para desarrollar sus potencialidades y para promover la producción local. El día 20 de noviembre, Día Mundial de la Conciencia Negra, será inaugurado, en Alcántara, el primer Banco Comunitario Quilombola. 

La institución será parte de la Red Brasilera de Bancos Comunitarios, que actualmente ya cuenta con 13 bancos de este tipo, con sedes en cuatro estados brasileros. Ceará, además de pionero, es el estado que concentra la mayor parte de este tipo de bancos. En total, son ocho las instituciones implantadas en los municipios de Fortaleza, Santana do Acaraú, Palmácia, Paracuru, Maranguape, Maracanaú, Irauçuba y Beberibe.

Según Joaquim Melo, coordinador del Banco Palmas, con sede en Fortaleza, la meta es de que para antes del final de este año otros cuatro bancos comunitarios sean establecidos en Brasil. Para el 2008, la previsión es que por lo menos 50 bancos comunitarios sean creados en el Nordeste de Brasil. La iniciativa parte de la Red Brasilera, conjuntamente con la Secretaría Nacional de Economía Solidaria, ligada al Ministerio de Trabajo, que ha apoyado a las instituciones principalmente en la capacitación del personal.

Valorizar el potencial de cada comunidad, dar oportunidad a los pequeños productores y productoras, generar renta, elevar la autoestima, promover el desarrollo local, crear nuevos emprendimientos. Son acciones de este tipo las que constituyen el accionar cotidiano de los bancos comunitarios brasileros. A través de ellos, miles de personas que antes no tenían acceso a líneas de crédito, actualmente desarrollan su propio negocio, generando empleo e ingreso de dinero a otros pequeños productores y productoras de su comunidad.

Generalmente creados a partir de la iniciativa popular, los bancos comunitarios tienen como característica fundamental la gestión realizada por la propia comunidad. De acuerdo con la Red Brasilera de Bancos Comunitarios, para ser considerado banco comunitario la institución debe tener como principio la oferta de crédito apuntando, principalmente, al fortalecimiento de la producción y del consumo locales.

«No basta ofrecer crédito», dice Joaquim Melo. Para que el Banco Palmas sea instalado, por ejemplo, la Asociación de Vecinos del Conjunto Palmeiras, barrio con 30 mil habitantes en la periferia de Fortaleza (Ceará), planeó una forma de crear en el barrio un grupo de «prosumidores», o sea, personas que en vez de sólo consumir también producen. A partir de esta idea, la Asociación creó, en 1998, el Banco Palmas. 
La institución, en vez de sólo ofrecer crédito a las personas para pagar cuentas atrasadas, estimulaba la producción de pequeños artefactos que pudiesen ser vendidos dentro de la propia comunidad. El objetivo era garantizar micro-créditos para la producción y el consumo local, con intereses muy bajos, sin la exigencia de consultas en registros, comprobación de ingresos o garantía fiadora.

En el Banco Palmas, no existe SPC, Serasa o consulta de cheque. Quien da el aval de confianza del tomador del crédito son los propios vecinos. Son ellos los que garantizan la buena fe de aquellos que piden préstamos al Banco, asumiendo si la persona es responsable o no. A la hora de cobrar, también son los vecinos los que entran en acción ayudando al Banco a recaudar el dinero de vuelta.

Para permitir que el dinero circule dentro de la propia comunidad, fue creada la moneda social Palmas. Con ella, la población comenzó a tener acceso al consumo en diversos establecimientos del barrio, lo que dio impulso a la economía local. De mercaditos hasta el transporte colectivo, todo el comercio del barrio pasó a realizarse a través del Palmas. La circulación es libre en el comercio local y, generalmente, quien compra con la moneda social recibe un descuento promovido por los comerciantes, productores y productoras para incentivar el uso de la moneda.

Partiendo de un capital de R$ 2 mil, prestado a cinco personas, el Banco

Palmas tiene actualmente una cartera activa de R$ 300 mil y ya cuenta con 1.400 clientes. En casi diez años de creación, el banco ya financió por lo menos 220 emprendimientos del barrio, permitiendo que actualmente la población local produzca por lo menos el 5% de lo que consume.

Con los créditos obtenidos en el Banco Palmas, la comunidad del Conjunto Palmeiras ya creó inclusive una marca propia de confección: la Palmafashion, que ya cuenta con 22 empleados. Además, ya fueron creadas también en el barrio la Palmalimpe, de material de limpieza, con cinco empleados; la Palmacouros, de carteras o bolsos y cintos con tres empleados; la Palma Limpieza de Ambientes, de servicios de limpieza con siete empleados; la Palmart, de artesanías en tejido con seis empleados; y la PalmaNatus, produciendo jabones y remedios naturales con tres empleados.

Las notas sobre Economía Solidaria son producidas con el apoyo del Banco del Nordeste de Brasil (BNB).

Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]