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Diálogo imaginario

Robert Rubin (del Citibank) le manguea 500 mil millones a Ben Bernanke (de la Reserva Federal) para salvar al Citibank

Fuentes: Financial Sense.com

Traducción para Rebelión Horacio J. Garetto

Robert Rubin: Presidente, soy su viejo amigo Bob, Bob Rubin, el presidente del Citybank.

Bernanke: Oh Bob, ¡que placer!, ¡que bueno volver a escucharte!, ¿que puedo hacer por ti?

Rubin: Mira Ben, tenemos algunos problemitas. Pero es imprescindible que seamos discretos. No podemos permitir que esto se filtre hacia los mercados. Creo que estamos insolventes.

Bernanke: ¿¿¿Queeee??????

Rubin: Mirá, tenemos alrededor de 65 mil millones en capital, pero tenemos 55 mil millones en CDO (collateralized debt obligations, N. del T. «obligaciones de deuda colateralizadas» , traducido literalmente, simplificando «paquetes de hipotecas» compradas con descuento) que nadie nos la va a comprar.

Bernanke: ¿Nadie, nadie?

Rubin: No podemos venderlas ni por un dólar. Parece que no quiere más nadie esa clase de papeles. Creeme. Estoy tan shokeado como vos.

Bernanke: Pero acaso ¿no tienes un montón de flujo de fondos? Eso es lo que estuve oyendo en la CNBC (N. del T.: cadena de TV).

Rubin: Bueno, sí, tenemos también 80.000 millones de dólares en vehículos estructurados de inversión, (o SIV, por su sigla en inglés) . 80.000 millones más en «conduit exposure», y mucho, mucho más en apuestas con derivados pero que pueden no salir como queremos y por lo tanto no valer lo que dijimos que valían durante los últimos dos años. Tú sumas todo eso e igual puedes encontrarte con que no tienes suficiente dinero para cubrir tus responsabilidades.

Bernanke: Comprendo. No lo tenía presente.

Rubin: Tenemos mucho flujo de fondos pero nuestros acreedores nos creen menos. El conjunto puede estar empezando a desmoronarse. Si esta información se hiciera pública ya también estaríamos empezando a ver a nuestros depositantes a abandonarnos. Ah, y con la economía probablemente entrando en recesión seguramente tendremos un montón de pérdidas con nuestra división de tarjetas de crédito.

Bernanke: Entiendo. Y comprendo la importancia de lo que Ud. me señala. Pasé años estudiando la Gran Depresión.

Rubin: Exacto, pero lo grave acá son también las tremendas cantidades con las que los otros bancos están comprometidos con nosotros Hay 45 billones en Credit Default Swaps en el sistema. así que no podría decirte cuántos billones tenemos con los otros bancos. Pero pienso que deben ser billones. Si esto comenzara a desmoronarse, bueno, ya te imaginas en que puede terminar todo esto.

Bernanke: En un total hundimiento del sistema financiero americano.

Rubin: ¡Exactamente! Y por eso es que tienes que ayudarme, Ben.

Bernanke: Estoy para eso Robert. Ese es mi trabajo. Debiera ya haberte quedado claro, luego de tu paso como funcionario del gobierno. ¿Qué querrías que hiciera?

Rubin: Nececito que me des 500 mil millones. Eso es lo que necesito No en préstamo. Y nada de disminución de tasa de interés. Eso no nos va a ayudar. Eso solo nos va a estirar la sobrevida hasta que llegue el día final. Mira que logró Japón con las bajas tasas de interés. Su mercado bursátil sigue por debajo del nivel de hace 17 años. No sigamos ese camino. Lo que necesitamos es plata fresca y real.

Bernanke: Pero lo que yo digo es que nosotros nunca salvamos inversores y tenedores de bonos de los riesgos que ellos resolvieron tomar.

Rubin: Sí, pero acá estamos hablando de nada más y nada menos que del sistema financiero americano entero.

Bernanke: Pero ¿por qué no el bajar las tasas?

Rubin: Porque los bancos sólo tomarían ese dinero y las mercancías y se las llevarían al extranjero. Saben que el sistema bancario es débil, así que ya no quieren prestarle dinero.Ellos quieren ganar. Es sorprendente lo egoísta que puede ser la gente.

Bernanke: Hmmmm. ¿Cómo funcionaría?

Rubin: Normalmente funciona comenzando el gobierno por decir que no hay otra opción, que si no se hace eso el colapso financiero es lo que se nos viene a todos. Ud. deberá hablar de los riesgos y de cómo el gobierno fue forzado a dar este paso para salvar el público, para proteger a la gente, etc. En devolución de favores yo llamaré a mis amigos demócratas y les contaré del gran trabajo que Ud. está haciendo, en estos tiempos tan difíciles y, por otro lado trabajaré por detrás de la escena para asegurar de que Ud. sea reelegido presidente de la Fed. Y trabajaré con mis contactos en el mundo financiero, con mis amigos, para asegurarnos de que Ud. tenga el mejor y más remunerado de los trabajos una vez que Ud. se retire de la presidencia.

Bernanke: ¿En su caso el sistema funcionó de esa manera?

Rubin: Definitivamente. Tengo un gran trabajo en el City. Gano toneladas de dinero, y sin verdaderas grandes responsabilidades. Pero se vino esta maldita contracción crediticia. La verdad que me hubiera gustado estar afuera, pero bueno, acá estoy y Sanford Weill me convenció de lo feo que quedaría que me borre. Así que está de por medio mi memoria, y, desde luego, el sistema financiero norteamericano. Igualmente, téngase presente que fueron sus muchachos los que nos metieron en este lío.

Bernanke: ¿Quéeee? ¿Mi gente? ¿Qué es lo que quieres decir?

Rubin: Quiero decir que cuando fue la historieta del Long Term Capital Management, ¿se acuerda?, que amagaba con arrastrar todo a la quiebra, Uds. bajaron la tasa de interés y las acciones se fueron otra vez a las nubes. Eso fue en 1998. La Burbuja de Internet habría que haberla pinchado, ¡no alentado! Después, en el año 2001, otra vez bajaron dramáticamente las tasas de interés. Esto provocó la Burbuja Inmobiliaria. Y Ud. y Greenspan no hicieron nada por extraer el exceso de liquidez de los mercados. En los 90′ el crédito crecía a razón de 1 billón al año. En los últimos a razón de 4,5 billones. Ud. culpa a China del exceso de liquidez. Eso sí que es astuto. No se me hubiera ocurrido algo mejor, al margen de cuán verdadero sea. Fueron Ud. y Greenspan los que crearon este océano de liquidez y nos alentaron con todo este conjunto de prácticas riesgosas. Y bueno, nosotros tomamos los riesgos alentados por Uds. … recuerde, son sus muchachos los que establecen las reglas… Uds. fueron los que nos dijeron que podíamos apalancarnos en una relación de 20 a 1 en relación a nuestro capital … fue todo legal…Washington también lo permitió…

Bernanke: Pero ¿tú tienes presente que el dólar está en su punto más bajo que nunca y que hay mucha gente desarmando sus posiciones en nuestra moneda?

Rubin: Lo sé, pero no te preocupes. Vendí la mayoría de mis acciones del Citi. Estoy bien diversificado. Pero valoro tu preocupación.

Bernanke: ¿Qué pensará la gente?

Rubin: En tanto y en cuanto que tu les expliques de lo indispensable que es todo esto, de que representa un gran bien y de que Ud. está trabajando por salvarlos, su reelección marchará. Ni hablar de lo contento que quedará la muchachada de la City de Nueva York de los grandes bancos.

Bernanke: ¿Cuáles son mis otras opciones?

Rubin: Real, ninguna. La única otra opción es que nosotros agarremos el Citybank, lo troceemos y lo vendamos en piezas. .Piensa en todo lo que pasaría si no actuamos a tiempo. Los bancos frenarán los préstamos. ¿Crees que el Mercado inmobiliario ahora anda mal? Empeoraría.. En cuanto a mi, pierdo mi puesto. Jaime Dimon disfrutará. Se perderá el legado de toda una vida de Sanford Weill’.

Bernanke: Pero si salvamos al City la gente perderá la confianza en el sistema. El dólar se hundirá. El oro se va a ir a las nubes. El barril se disparará por arriba de los USS 100 el barril y así siguiendo. La inflación estará cercana, las tasas de interés a largo plazo podrían subir. Pero bueno, no me disgusta ayudar y tampoco está mal asegurarse un poco de dinero para cuando me retire ( o me retiren) de acá.

Rubin: Lo sé. Eres un grande. Puede que, si nos esforzamos un poco, aparezcas en la tapa de la revista Times.

Bernanke: ¡Ah! ¡La revista Times! La amo.

Rubin: ¿Viste lo que es? Es magnífica. Y el último número estuvo soberbio…

Bernanke: Hmmmm. Déjame pensarlo. Me parece que tendríamos que salir con algo ingenioso de modo tal que la gente no piense masivamente que estamos ayudándolos de forma directa. Algo se nos va a ocurrir, estoy seguro. Sabes bien que tengo un Ph D.

Rubin: Lo sé. Por eso es que nosotros te apoyamos para ese cargo.

Bernanke: Ok. No te preocupes. Algo haremos y salvaremos al City.

Rubin: ¡Eso! Lo salvaremos. Llámame pronto. No tenemos mucho tiempo.

Bernanke: Ok. Déjame masticarlo un poco y te llamo enseguida.

Rubin: Ok, Hazlo, para esas cosas los académicos son buenos.

Bernanke: Hasta pronto.

Rubin: Chau.