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Buena relación entre Paraguay y Brasil pasa por un precio justo, afirma Lugo

Fuentes: ABC Color

 La buena relación entre Paraguay y Brasil pasa por un precio justo para el Paraguay por la energía de Itaipú según acuerdo del acta de Foz de Yguazú de 1966, y el precio justo nunca puede ser un 4% del precio de mercado, dice Fernando Lugo en una carta abierta al director general brasileño de […]

 La buena relación entre Paraguay y Brasil pasa por un precio justo para el Paraguay por la energía de Itaipú según acuerdo del acta de Foz de Yguazú de 1966, y el precio justo nunca puede ser un 4% del precio de mercado, dice Fernando Lugo en una carta abierta al director general brasileño de Itaipú, Ing. Jorge Samek. La misiva, que no fue recibida en la Embajada del Brasil en nuestro país, se transcribe in extenso:

«A través de la prensa, he accedido a su opinión publicada por ‘IHU On Line’, en la cual Ud. se pregunta ‘¿qué sería del Paraguay sin Itaipú?’. Con todo respeto, quiero responder a su pregunta y considerar también su necesario complemento: ¿qué sería del Brasil sin Itaipú?

Sin Itaipú, el Paraguay, es cierto, dejaría de tener un ingreso de royalties y compensaciones del orden de US$ 300 millones/año. Esta cifra parece importante, pero es menos de la tercera parte de lo que pagamos por nuestras importaciones de petróleo (de 30.000 barriles por día, o bien, casi 11 millones de barriles por año) y que, a la actual cotización del crudo (US$ 90/barril), está en torno de (11×90=) US$ 1.000 millones/año. Podemos decir, así, que toda la energía hidroeléctrica que el Paraguay exporta al Brasil equivale a vender unos 10.000 barriles menos de petróleo por día al actual precio de mercado.

La totalidad de la energía generada por Itaipú -como Ud. mismo la calcula en la extensa entrevista que le realiza ‘IHU On Line’- ‘es equivalente a 560.000 barriles de petróleo por día’. La energía paraguaya que llega al Brasil, igual a un 40% del total, equivale a 224.000 barriles de petróleo por día. Note que, según sus propios cálculos, Ud. está reconociendo que el Paraguay recibe por ‘royalties’ y compensaciones el equivalente a menos de 10.000 barriles de petróleo por día (a precios de mercado hoy), en tanto que el Brasil evita quemar 224.000 barriles por día, gracias a la energía paraguaya de Itaipú, según, insisto, sus propios cálculos. Entonces, ¡nuestra energía de Itaipú es infinitamente más importante de lo que recibimos!

En la cuestión ambiental, ¿qué sería del Paraguay sin Itaipú? Usted afirma que ‘el medio ambiente de la región está más rico y mejor protegido con (la central de) Itaipú de lo que estaría sin ella’. Usted quizás se refiere a la margen izquierda, del Brasil, que ya estaba devastada antes de Itaipú. La margen derecha del río Paraná -el Alto Paraná paraguayo- era una selva en gran medida preservada hasta la firma del Tratado de Itaipú. Sin haber sido la única causa de la deforestación -también fue la permisividad del dictador Alfredo Stroessner y de los sucesivos gobiernos-, es indudable que Itaipú contribuyó a acelerar tal proceso al atraer población y actividad económica sin control.

Celebramos que ahora se intente proteger lo poco que quedó del riquísimo medio ambiente que había hace unas décadas, pero no es correcto afirmar, como Ud. lo hace, que el medio ambiente ‘está más rico y mejor protegido con Itaipú’. Es bueno reconocer que ha habido gravísimos daños y perjuicios.

En la cuestión política e institucional, ¿qué sería del Paraguay sin Itaipú? Dice Ud. que ‘los congresos nacionales paraguayo y brasileño ratificaron el tratado confiriéndole la legitimidad y la solidez jurídica necesarias… cada cláusula del acuerdo fue exhaustivamente discutida, pasando por el cedazo de los representantes electos en ambos países…’. ¿Cómo se atreve Ud. a hablar de ‘legitimidad y solidez jurídica’ de congresos de la dictadura, como eran los existentes en 1973 tanto en el Brasil como en el Paraguay? En el caso de nuestro país -sobre el que podemos hablar con más propiedad- solo valía la voluntad despótica del dictador. Por oponerse a la tiranía, tuvimos miles de muertos, desaparecidos, torturados y exiliados. ¿Y Ud. habla de ‘legitimidad’? ¡Por favor, hablemos en serio!

Itaipú le dio respiro al dictador. Aun cuando el Paraguay participó en solo un 15% de su construcción (el Brasil en el 85%), tal porcentaje fue enorme para la oligarquía gobernante, porque el robo, conducido por la dictadura militar brasileña y sus socios de grandes ‘empreteiras’, fue descomunal. La dictadura stronista se fortaleció y el sufrimiento del pueblo paraguayo fue mayor. La prostitución de valores fue mayúscula. Este gran robo durante toda la construcción de Itaipú está siendo pagado ahora por los pueblos del Brasil y del Paraguay (se generó una deuda en gran medida espuria), sin que Ud. haya permitido hasta ahora, junto con el Director General paraguayo, que se investiguen los descomunales robos perpetrados y que continúan sin solución de continuidad.

Sin Itaipú no se habría corrompido en forma tan extrema la clase dirigente de nuestro país y, probablemente, no tendríamos la postración moral, cultural e institucional que padecemos. Sin la corrupción de Itaipú, la mafia de origen stronista que hasta hoy desgobierna nuestro país no se habría fortalecido tanto y por tanto tiempo. ¿Quién le resarce de este daño moral, político, institucional y material al pueblo paraguayo?

En resumen, vemos que los beneficios objetivos que nos trae Itaipú son mínimos (equivalentes a exportar menos de 10.000 barriles de petróleo por día a precio de mercado, para una energía que equivale a 224.000 barriles de petróleo por día), en tanto que los perjuicios causados a la naturaleza, las instituciones, los derechos humanos y la moral del país son enormes y difíciles de reparar.

A su vez, es importante analizar, ¿qué sería del Brasil sin Itaipú?

Usted mismo reconoce que más del 20% de toda la demanda eléctrica del Brasil depende de Itaipú. Correctamente sostiene que ‘la energía producida por Itaipú es equivalente a 560.000 barriles de petróleo por día… que la hidroelectricidad es la fuente de energía eléctrica renovable más limpia del mundo… de menor costo’.

Reconoce que hoy el Brasil está ampliando la ‘instalación de termoeléctricas, movidas a gas natural, carbón y gasoíl…’, si bien busca minimizarlo apenas como un ‘seguro antiapagón’. Usted no lo menciona pero, a su iniciativa, el Consejo de Administración de Itaipú ha autorizado recientemente reducir el nivel del embalse de Itaipú porque ni siquiera las centrales térmicas, que Ud. menciona como un ‘seguro antiapagón’, dan abasto para cubrir la creciente demanda de su país, ni siquiera a costos exagerados. Solo por ello recurren a las reservas hídricas (energéticas) binacionales del embalse de Itaipú, sin resarcirle al Paraguay por los daños causados ni darnos la más mínima participación en el enorme beneficio que tendrá el Brasil con esta operación que evitaría un costosísimo racionamiento eléctrico.

¿Qué sería del Brasil sin Itaipú, entonces? Tendría que quemar arriba de medio millón de barriles de petróleo por día, es decir, más de 180 millones de barriles al año. A la actual cotización del crudo, más de US$ 16.000 millones/año. Usted mismo reconoce que el dinero puesto por ELETROBRAS y otros organismos fue de tan solo US$ 12.000 millones. Es decir, en un año el Brasil recupera lo invertido (o prestado) para construir Itaipú y aún le sobran US$ 4.000 millones. En 30 años, el beneficio es de US$ 480.000 millones, unas 48 veces el producto interno bruto (PIB) -toda la producción- del Paraguay.

Tan solo la energía paraguaya de Itaipú que hoy va al Brasil ahorra al sistema eléctrico brasileño unos US$ 7.250 millones/año, a los actuales precios de mercado. El Paraguay recibe menos del 4% (US$ 300 millones/año) de este beneficio (en royalties y compensación) y, todavía, a usted le parece que en las actuales condiciones ‘no hay ninguna situación de injusticia y ninguna relación de explotación a ser reparada en Itaipú’.

¿Cuándo se tratará de una injusticia para usted? ¿Cuándo el Paraguay reciba el 1% del precio de mercado de hidroelectricidad, o recién cuando reciba una milésima parte? Sería bueno conocer su respuesta al respecto.

Ahora bien: ¿quién se beneficia con esta baratísima energía paraguaya de Itaipú en el Brasil? Usted bien sabe que casi el 100% de las empresas distribuidoras de energía eléctrica en su país son trasnacionales, las que se benefician enormemente con los bajos precios al por mayor de la energía paraguaya. No son el pueblo brasileño ni el pequeño productor brasileño los que se benefician con la extraordinariamente barata energía paraguaya de Itaipú, sino aquellas trasnacionales que monopolizan en el Brasil el negocio de venta de la electricidad al usuario final.

Ya conoce usted, Ing. Samek, cuál es nuestra opinión acerca de qué hubiera sido del Paraguay y del Brasil sin Itaipú. Evitemos cometer similares errores a los del pasado. La buena relación entre nuestros países pasa por un ‘justo precio’, como hemos acordado ambos países en el Acta de Foz de Yguazú de 1966, precursora del Tratado de Itaipú. Es un acuerdo vigente, por lo que cabe aplicarlo en su espíritu y letra, pues el mismo es el marco jurídico que nos hemos establecido hace 41 años. El ‘justo precio’ nunca puede ser un 4% del precio de mercado. ¿O es que pagarle a un trabajador el 4% de lo que vale su trabajo puede ser calificado de ‘justo’?

El presidente Lula ya ha señalado que el Brasil no crecerá a costa a la miseria de países más pobres. Explíquenos Ud., Ing. Samek, si no es un enriquecimiento ilegítimo del Brasil llevar la energía paraguaya de Itaipú, equivalente a 224.000 barriles de petróleo por día, como usted mismo calculó, y pagar por ello menos que el precio de 10.000 barriles de petróleo.

Debido a este tipo de trato injusto, en época de buenos precios de la energía, el Paraguay se empobrece en US$ 700 millones/año (nada menos que el 7% del PIB paraguayo), pues importamos 30.000 barriles de petróleo a US$ 1.000 millones/año y, en cambio, nos pagan apenas US$ 300 millones /año por el equivalente de 224.000 barriles de petróleo. Si esta realidad de Itaipú no son un ‘trato y precio injustos’, violatorios de la vigente Acta de Foz de Yguazú, díganos usted cuánto debemos perder, por exportar mucha más energía de la que importamos, para que el mismo pueda ser catalogado por usted como ‘trato y precio injustos’.

Esperando que estas consideraciones sirvan como elementos de clarificación que tiendan a restablecer la justicia en la vigente Acta de Foz de Yguazú de 1966, lo saluda con su mayor consideración», concluye la carta abierta del precandidato presidencial de la Alianza Patriótica para el Cambio, al Ing. Jorge Samek, director general brasileño de la Itaipú Binacional.

http://www.abc.com.py/articulos.php?fec=2007-11-29&pid=375595&sec=7