La organización estadounidense Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) emitió el pasado 7 de diciembre un reporte en el que sugería que establecer el mercado petrolero en Euros sería beneficioso para las economías europeas, y vaticinaba la futura implantación del PetroEuro, en detrimento del dólar. En el informe, titulado «Considerando al Petroeuro», el CFR destaca que […]
La organización estadounidense Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) emitió el pasado 7 de diciembre un reporte en el que sugería que establecer el mercado petrolero en Euros sería beneficioso para las economías europeas, y vaticinaba la futura implantación del PetroEuro, en detrimento del dólar.
En el informe, titulado «Considerando al Petroeuro», el CFR destaca que el alza del precio del crudo en los últimos años es verificable en dólares, moneda estándar del mercado petrolero, pero que medido en Euros (o yenes, o libras esterlinas) ha sido mucho menor. Es decir, si el mercado fuera medido en otra divisa, los países consumidores se habrían visto mucho menos afectados por las fluctuaciones del mercado.
El Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations, o CFR, por sus siglas) es un think tank basado en Washington, que busca influir en la política exterior de EEUU. En su consejo asesor hay representantes de algunas de las principales corporaciones estadounidenses (Citigroup, Catterpillar, Carlyle), académicos conservadores, y políticos influyentes como Colin Powell y Madeleine Albright. Su presidente honorario es el heredero de la familia Rockefeller.
La clave está en la OPEP
El informe refiere la reciente discusión en el seno de la OPEP sobre cambiar al Euro, planteada por Venezuela, Irán, y Argelia, así como la cautela planteada por Arabia Saudita y Kuwait, y la decisión final de la organización de estudiar el tema.
Al evaluar la posible implantación de un mercado en euros, subraya que en la superficie, el impacto de cambiar de divisa sería mínimo para los países productores, ya que podrían seguir convirtiendo sus haberes a una moneda de escala global. No obstante, asegura, que se producirían algunos cambios «más sutiles».
Entre ellos, destaca el efecto psicológico, derivado de la señal de que los productores no confían en el futuro de los EEUU, podría «afectar la confianza de los inversores», dañando aún más el dólar. Asimismo, varias naciones de la OPEP (fundamentalmente Arabia Saudita, Kuwait, y los Emiratos Árabes Unidos) estarían entre las más afectadas globalmente si bajara el dólar, debido a que cuentan con inmensas reservas en moneda estadounidense, que rivalizan en escala con las de China. No obstante, otras naciones miembro ya han diversificado sus reservas, con Irán a la cabeza.
Beneficios para la Unión Europea
Por otra parte, el cambio de moneda beneficiaría notablemente a países y corporaciones de la Unión Europea, al reducir el riesgo en sus relaciones comerciales con países petroleros. Asimismo, se reduciría la demanda global de dólares, eliminando una de las vías por las que EEUU ha financiado sus déficit presupuestarios y comerciales.
La cuestión radica entonces en dilucidar si OPEP tomará la decisión, continúa el informe. La presión de Arabia Saudita, cuya economía está amarrada a la salud del dólar, apunta a que la decisión no se tomará en lo inmediato. No obstante, el CFR vaticina que cada vez más países petroleros seguirán el ejemplo de Irán, diversificando sus reservas en dólares. De hecho, si bien Riyadh cuenta con un apoyo notable en su posición, ya Nigeria y Angola están explorando la diversificación de sus reservas.