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Agrocombustibles: Organizaciones critican el gobierno brasileño

Fuentes: Púlsar

En respuesta a la presentación de la posición oficial de Brasil sobre Etanol y otros biocombustibles, organizaciones sociales realizaron un evento no oficial durante la COP 9. Se trata de la reunión global de la Convención de Biodiversidad que acontece en Bonn, Alemania, hasta el fin de esta semana. Greenpeace, Tierra y Derechos y el […]

En respuesta a la presentación de la posición oficial de Brasil sobre Etanol y otros biocombustibles, organizaciones sociales realizaron un evento no oficial durante la COP 9.

Se trata de la reunión global de la Convención de Biodiversidad que acontece en Bonn, Alemania, hasta el fin de esta semana.

Greenpeace, Tierra y Derechos y el Instituto Brasileño para la Propiedad Intelectual llenaron una sala del Hotel del evento, con la participación de más de 50 personas de diversos países.

Mientras el gobierno brasileño fue abucheado en la apertura por defender que la producción de agrocombustibles no debe ser objeto de precaución relacionada a la biodiversidad, las organizaciones mantuvieron una postura crítica al modelo.

Algunas informaciones claves, que el gobierno de Brasil prefiere no publicar, fueron dadas a conocer al inicio del evento.

Por ejemplo, se conoció que 7,2 millones de hectáreas de Brasil son ocupadas por caña de azúcar; 100 % del Etanol producido en el país viene de monoculturas, así como 90% del biodiesel viene de la soja.

Las monoculturas, siendo las principales las de soja, caña, eucalipto y maíz, ocupan 72% de toda el área usada por la agricultura del país.

«Es espantoso oír a Brasil decir aquí que la monocultura no es crimen. Monocultura es un crimen contra la biodiversidad», afirmó Camila Moreno, de la ONG Tierra y Derechos.

Paolo Arário, de la Campanha Amazonia de Greenpeace, dijo que el Etanol todavía no es una amenaza directa al bosque, pero que indirectamente ya provoca daños.

«Familias en varias partes del país dejan de criar ganado para plantar caña, como respuesta a los incentivos por parte del gobierno», dijo el activista.

Luego se preguntó «¿hacía donde va ese ganado?» y afirmó: «Al Amazonas», al tiempo que aseguró que «ya hay tres vacas por cada habitante del Amazonas hoy en día».