Tras haberse jugado Bush su virilidad en la aprobación de un paquete de rescate bancario de 700,000 millones de dólares que deja en las manos de Hank Paulson (HP), secretario del Tesoro y ex presidente de Goldman Sachs, el rescate de Goldman Sachs y Morgan Stanley así como de otro bancos en sus operaciones de […]
Tras haberse jugado Bush su virilidad en la aprobación de un paquete de rescate bancario de 700,000 millones de dólares que deja en las manos de Hank Paulson (HP), secretario del Tesoro y ex presidente de Goldman Sachs, el rescate de Goldman Sachs y Morgan Stanley así como de otro bancos en sus operaciones de derivados crediticios, esencialmente seguros contra hipotecas impagas, el mercado consideró que esto es insuficiente. La reacción al anuncio de la aprobación del paquete del Plan Paulson fue un desplome en el mercado de Nueva York, en ese momento todavía activo. Las noticias que siguieron el sábado 4 de que el Hypo Bank alemán estaba por quebrar y requirió de un rescate de 70 mil millones de dólares y la reunión en la cumbre de jefes de Estado de Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña, el domingo 5, donde acordaron no tener un esquema análogo al Plan Paulson, llevó a una caída brusca de las bolsas asiáticas de 4.5%, las primera en abrir en la semana, ya que lo hacen el domingo en hora del hemisferio occidental. Esto fue seguido por un derrumbe en las bolsas europeas que abrieron el lunes 7 de octubre a la baja y siguieron su derrumbe otro 4.5% en medio de noticias alarmantes sobre la caída de la demanda de automóviles. Esto será seguido por Nueva York que abrirá seguramente con el mismo ritmo, o más.
Octubre es el mes de las grandes crisis financieras. La de 1987, la de 1929 ocurrieron en octubre. La información sobre la economía estadounidense se actualiza cada tres meses y la ultima información antes del cierre del año sale a fines de setiembre, por eso son en octubre. Este año, la noticia fue que la suma de pérdida de empleos del año es de 800,000 puestos de trabajo y que hay una caída en la demanda automotriz de más de dos dígitos. La tasa de crecimiento fue menor que la esperada y la de inflación creciente. Sumado a los problemas de los bancos que han quebrado y cambiado de manos entre la quincena de setiembre e inicios de octubre parece que octubre del 2008 será recordado en los libros de la historia financiera. (http://www.bea.gov/newsreleases/national/gdp/2008/gdp208f.htm)
La noticia de ingresos y gastos de personas que debe salir publicada el 29 de setiembre aun no ha sido hecha pública. http://www.bea.gov/newsreleases/2008rd.htm
Desde octubre del 2007, en que los índices de bolsa comenzaron a caer, se supo que se entraba en una situación financiera crítica. Cuán critica era la pregunta que todos se hacían. La otra pregunta era si tendría relación con el sector real o no. Primero fue que las hipotecas no estaban siendo pagadas a tiempo, luego fue que los derivados crediticios diseñados para cubrir a los poseedores de hipotecas en caso de incumplimiento incumplieron. Los montos asegurados eran mucho mayores que lo que podía cubrir realistamente porque en el diseño del instrumento no estaba un cese de pagos masivo. A esto le siguió la quiebra del banco IndyMac en California en julio del 2008. Siete bancos colapsaron en el año 2007 y hasta la fecha, 12 en el 2008. Desapareció la venerable banca de inversión completa llevándose consigo a Merrill Lynch, cuyo edificio es esencia de Wall St, Lehman Brothers, el más antiguo de todos, y las divisiones de banca de inversión de Citibank y de UBS. Hay veinte bancos expuestos a los riegos de los derivados crediticios relacionados a hipotecas. Diez de estos han desparecido. Faltan los otros diez que incluyen a UBS de Suiza, Deutsche Bank de Alemania, Barclays de Inglaterra entre los más vistos. Citibank y Bank of America junto con JP Morgan están en esta lista y deben ser parte de la idea de Paulson de rescatar bancos.
Mientras la crisis se desarrolla, la tasa de interés interbancaria de Londres, LIBOR, ha llegado a un record histórico y el crédito interbancario se ha secado, dejando el funcionamiento del sistema atascado. Sin créditos no hay ventas en el mundo moderno, y devolver créditos sin renovarlos, descapitalizará las empresas. Las que sobrevivan serán más fuertes en el futuro y se regresará a un orden económico más real. La etapa del auge maniaco descrito por Kindleberger terminó y pasamos al pánico. «Manías, pánicos y cracks: historia de las crisis financieras», es lectura obligada. Tambien lo es el capitulo 24 del tercer tomo del Capital de Marx que ha recuperado vigencia al analizar el proceso mediante el cual ocurren estas crisis.
Para terminar la interrogante es como se contagian estas. Una primera evidencia es que donde hay bolsas de valores, los agentes internacionales retiran sus inversiones al mismo tiempo que lo hacen de las bolsas mayores. De esta forma todas las bolsas caen en simultáneo. Esto es lo sistémico de la crisis.
A eso le sigue que si se utilizan acciones como garantías para préstamos bancarios, de pronto, los bancos se encuentran sobreexpuestos en relación al tamaño de las garantías. Entonces los bancos quiebran. Aquí yace la importancia de tener regulaciones bancarias que impidan el uso de acciones como garantías crediticias.
En tercer lugar, si el banco ingresó al mercado de derivados crediticios por ser rentable, sin duda al ser un problema, masivo el de las hipotecas, y los derivados en cierta parte importante estar relacionados a los derivados, pues se lleva al banco. En líneas generales los bancos latinoamericanos, mediorientales y asiáticos no entraron en derivados ni tampoco los africanos.
En cuatro lugar, cuando sube la tasa de interés interbancaria en dólares, presiona a todos los agentes bancarios que operan en esa moneda. En la medida en que utilizan las líneas en euros o en otras monedas hay mucha menos presión o no hay presión. Para los bancos que utilizan líneas de crédito en dólares, la tasa de interés puede subir, como pasó en 1998, llevando entonces a una crisis bancaria en todo el mundo al quebrarse las cadenas de pagos por el alto costo del dinero. Ahora la cadena de pagos se ha roto en los Estados Unidos y esto no ha repercutido masivamente en el resto del mundo. Lo que ha repercutido en Europa sobre todo es la caída de las hipotecas y los derivados vinculados a ellas. Esto se está llevando a bancos ingleses, españoles alemán e islandeses y posiblemente suizos que invirtieron en esos instrumentos. La crisis parece global pero es de Estados Unidos.
En quinto lugar, río abajo, los efectos inflacionarios de los aumentos desmesurados de liquidez en la economía estadounidense llevarán a un alza en las tasa de interés. Esto no lo puede hacer la FED en el año 2008 porque precipitaría una crisis aún más profunda pero lo tendrá que hacer en el 2009 en algún momento. Cuando esa alza ocurra, llegará a ser positiva, es decir por encima de la tasa de inflación, en dos o tres puntos y eso va a afectar la tasa de crecimiento de todos en la medida en que estemos enganchados al mercado crediticio en dólares.
Para Ecuador, Panamá y El Salvador, este puede ser un buen momento para desdolarizarse, porque el dólar les puede traer más inflación y problemas bancarios que operar en su propia moneda. En este marco de pánico, lo que está claro es que la mejor moneda es la propia en América del Sur, y que las economías más insertas a los Estados Unidos van a sentir más pesadamente el contagio de la crisis.
Finalmente, hay una carrera a favor del dólar, que la ha llevado a revaluarse hasta 1.35 dólares por euro desde su pico de 1.60. El argumento de los analistas estadounidenses es que su economía está sólida y es la moneda más sólida del mundo. En realidad lo que está pasando es que los agentes desde Estados Unidos están vendiendo sus posiciones en las bolsas alrededor del mundo y poniendo ese dinero en dólares junto con posiblemente la actuación del fondo de estabilización monetario establecido en 1936 para estos casos. La economía de los Estados Unidos puede entrar en una profunda recesión acompañada de una inflación importante.
– Oscar Ugarteche, economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México, e integra la Red Latinoamericana de Deuda, Desarrollo y Derechos (Latindadd). Es presidente de ALAI e integrante del Observatorio Económico de América Latina (OBELA) www.obela.org