El Venesat-1 Simón Bolívar fue lanzado al espacio el 29 de octubre por un cohete en China, con lo cual Venezuela se convirtió en el cuarto país latinoamericano en contar con un satélite artificial propio, junto a Argentina, Brasil y México. «Este es un acto de liberación. Contamos ahora con un satélite socialista, para construir […]
El Venesat-1 Simón Bolívar fue lanzado al espacio el 29 de octubre por un cohete en China, con lo cual Venezuela se convirtió en el cuarto país latinoamericano en contar con un satélite artificial propio, junto a Argentina, Brasil y México.
«Este es un acto de liberación. Contamos ahora con un satélite socialista, para construir el socialismo en nuestro país y cooperar con otros pueblos», dijo el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tras seguir el lanzamiento por televisión desde una estación rastreadora en Luepa, en el sudeste de su país. A su lado, el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien hizo escala en camino a San Salvador para asistir a la XVIII Cumbre Iberoamericana que comenzó este miércoles, vaticinó que, con el nuevo artefacto, «la telecomunicación ya no será sólo un tema de negocio, sino un derecho humano».
El Simón Bolívar estará situado a 36.000 kilómetros de la superficie terrestre, en la órbita 78-Oeste cedida por Uruguay, y le permitirá a su señal de 1.300 megahercios (MHz) abarcar desde el sur de México hasta la mitad norte de Argentina y Chile.
El proyecto ha costado 406 millones de dólares, con financiamiento parcial de China, 241 millones de los cuales se invirtieron en la construcción y lanzamiento del satélite y entrenamiento del personal, y los restantes 165 millones en las dos estaciones terrenas en los poblados El Sombrero (centro) y Luepa (sudeste) que operarán el sistema.
El objetivo «es impulsar los proyectos sociales que la revolución bolivariana propone al pueblo, por ejemplo de educación o telemedicina, así como para abaratar y agilizar los sistemas de telecomunicaciones», dijo a corresponsales la ministra de Ciencia y Tecnología, Nurys Orihuela, poco antes de viajar a China para el lanzamiento.
«Podemos administrar voz, video y datos; señales de radio y televisión, Internet, transmisión y control de procesos bancarios o datos que deseen intercambiar redes de investigadores», agregó Orihuela.
Las redes de comunicaciones que usan satélites en Venezuela se han concentrado en sus regiones del norte, más pobladas y con mayores ingresos, pero no las zonas más deprimidas de las provincias del sur, que ahora se cubrirán desde el Simón Bolívar.
Luis Holder, jefe del proyecto, puso como ejemplo un aislado municipio en el oriental delta del río Orinoco, hábitat de los indígenas warao, cuyos 11.000 habitantes se beneficiarán de un programa de educación a distancia y telemedicina, posibilitando consultas a distancia con especialistas de los mejores hospitales del país.
Orihuela dijo que ahora remotas comunidades fronterizas con Brasil y Colombia ya no tendrán que seguir la radio y televisión de esos vecinos, pues accederán fácilmente a las de Venezuela. Entre los primeros usuarios del nuevo satélite estarán la estación televisora gubernamental Canal 8 y la red multiestatal latinoamericana Telesur.
«Al permitirnos lanzar un conjunto de programas sociales, damos un paso más hacia nuestra independencia y hacia el socialismo», subrayó Chávez, para quien «un satélite al servicio del capitalismo se lanza para hacer dinero, mientras que el Simón Bolívar será para favorecer el desarrollo y la integración de nuestros pueblos».
Chávez agradeció a Uruguay por la cesión de la órbita que tenía reservada para ubicar al módulo geoestacionario y, como hizo en la víspera en Ecuador, reiteró su oferta de compartir los beneficios del nuevo satélite. El convenio con Venezuela establece que Uruguay, a cambio de ceder su órbita, dispondrá de 10 por ciento de la capacidad del satélite Simón Bolívar a partir de 2009, que le permitirá sin costo alguno, entre otras cosas, ampliar la cobertura de estatal Canal 5 de televisión, mejorar las comunicaciones en todo el país y, en particular, habilitar el acceso a Internet a zonas rurales
Los países andinos, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, acariciaron por décadas el proyecto de lanzar un satélite común, primeramente llamado Cóndor y luego Simón Bolívar, pero nunca desembolsaron los recursos requeridos y una órbita reservada fue alcanzada por un satélite mexicano.
El lanzamiento del Simón Bolívar se cumplió de forma exitosa desde Xichang, 1.700 kilómetros al sudoeste de Beijing, a la medianoche de China (poco después del mediodía en Venezuela), transportado por un cohete del tipo Changzheng (Larga Marcha), que lo ubicó a unos 200 kilómetros de la Tierra.
Dentro de unos 10 días deberá situarse en su posición definitiva y dentro de mes y medio comenzará a operar junto a otros 3.000 satélites artificiales que orbitan el planeta.
El artefacto, que pesa 5.100 kilogramos, medirá 28 metros de ancho cuando despliegue los paneles solares que le proveen energía. Su vida útil estimada es de 15 años.
Transmitirá en banda C (radio y televisión) para la mayor parte de la región, y en las de tipo K (Internet y datos) con tres antenas: Ka para Venezuela; Ku para Venezuela, Guyana, el Caribe oriental, Haití, República Dominicana y Cuba; y Ku para Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Los posibles usos para labores militares o de espionaje fueron descartados por los responsables venezolanos. El satélite «es transparente ante toda la información que se transmita a través de él y no está diseñado para hacer interferencias o controlar información», aseguró Holder.
«Es un proyecto social. No hay nada que tenga que ver con espionaje o con procesos bélicos», subrayó por su parte Orihuela.