Los reguladores financieros federales de EEUU han disminuido las restricciones para los inversionistas privados que buscan comprar bancos en bancarrota a medida que la cifra de instituciones que quebraron aumentó. La junta de la Corporación Federal de Seguro al Depósito (FDIC en inglés) revisó el miércoles las reglas que propuso el mes pasado de tal […]
Los reguladores financieros federales de EEUU han disminuido las restricciones para los inversionistas privados que buscan comprar bancos en bancarrota a medida que la cifra de instituciones que quebraron aumentó.
La junta de la Corporación Federal de Seguro al Depósito (FDIC en inglés) revisó el miércoles las reglas que propuso el mes pasado de tal manera que se reduzca el monto de dinero que el sector privado debe mantener en fondos comunes de colocación en acciones de los bancos que adquiera.
El capital mínimo requerido fue reducido de 15 a 10 por ciento de los bienes del banco según la nueva política.
Las quiebras de los bancos aumentaron después de que la crisis financiera empeorara desde el otoño pasado. Hasta ahora, 81 bancos estadounidenses han quebrado, en comparación a sólo 25 el año pasado y sólo tres en 2007.
Los cierres han agotado miles de millones del fondo de seguro al depósito del FDIC, el cual asegura cuentas bancarias regulares de hasta 250.000 dólares y es financiado por cuotas pagadas por los bancos estadounidenses.
Se espera que cientos de bancos caigan en bancarrota en los próximos años debido a préstamos poco seguros para bienes raíces comerciales. Esto amenaza con agotar el fondo del FDIC. Por esto, la junta del FDIC decidió facilitar las cosas para inversionistas privados y para inversionistas extranjeros que quieran comprar instituciones financieras que quebraron.
Los fondos comunes de colocación en acciones privados han sido criticados porque toman muchos riesgos y porque pagan mucho a quienes los manejan. Sin embargo, estos días menos bancos saludables están dispuestos a comprar bancos con problemas y la profundidad de la crisis bancaria parece haber suavizado la resistencia del FDIC respecto a los compradores privados.