Líderes empresariales del sistema capitalista advirtieron el miércoles a los gobiernos mundiales que la reforma del sistema financiero (cuya columna vertebral es el impuesto bancario) podrían perjudicar incipiente recuperación global de la peor recesión económica desde la década de 1930.
Las advertencias surgieron como respuesta a los planes del presidente estadounidense, Barack Obama, de imponer tributos y poner límites a los grandes bancos, en el día de apertura del Foro Económico Mundial, un encuentro anual de cerca de 2.500 líderes empresariales y autoridades económicas en el centro turístico suizo de Davos.
El fantasma de la regulación estricta y de la intervención estatal el sistema financiero (el rubro de mayor rentabilidad del capitalismo especulativo) era la mayor nebulosa que aparecía en el horizonte de las potencias y de los consorcios participantes.
La incertidumbre respecto a si China frenará su ritmo febril de crecimiento y las preocupaciones sobre cómo Grecia pondrá fin a su crisis fiscal, también preocupaban a los empresarios trasnacionales y a los representantes de las potencias centrales.
Obama golpeó a los mercados el 21 de enero con su propuesta para detener las operaciones propias de intermediación, y a forzar al sector financiero a pagar impuesto por su enorme rescate financiado con dinero de los contribuyentes.
«Sería desafortunado que las próximas reformas regulatorias estén basadas en un mensaje populista», dijo Dennis Nally, presidente global de contadores de PricewaterhouseCoopers (PwC) a Reuters.
El presidente del banco Barclays, Bob Diamond, rechazó el intento de Obama de limitar el tamaño de los grandes bancos y restringir sus operaciones de toma de riesgos.
«No he visto pruebas que sugieran que reducir a los bancos y hacer a todos los bancos más pequeños o más limitados sea la respuesta», sostuvo en la jornada de apertura del foro.
«Sin riesgo, no tenemos una industria bancaria (…) Tener bancos que sean bien gestionados y dispuestos a asumir riesgos, y especialmente dispuestos a asumir riesgos fuera de las fronteras, es esencial si queremos tener empleo y crecimiento económico», puntualizó.
En la visión de los participantes más relevantes del foro, los límites propuestos por Obama para los bancos de Wall Street recibieron al principio un cauteloso apoyo de los gobiernos europeos, pero podría complicar los intentos por desarrollar un consenso global sobre regulación financiera en el grupo de los 20 países desarrollados y economías emergentes (G-20).
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, afirmó al diario Wall Street Journal que las reformas propuestas en Estados Unidos eran «relevantes e interesantes» y que compartía el mismo objetivo que las medidas europeas.
«Ellos van en la misma dirección que nuestra posición, a poder asegurar que el sector bancario centre su financiación en la economía real, que es su papel clave», señaló Trichet. Pero pidió coordinación, para evitar lagunas jurídicas en el sistema financiero internacional integrado.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que ha liderado la campaña europea por la regulación del sistema financiero demandando una «moralización del capitalismo», iba a marcar la tónica de la agenda durante el miércoles.
No obstante, según las agencias internacionales, en la apertura del Foro de Davos, entre los participantes son mayoría los que se oponen a una regulación del sistema financiero internacional en los términos propuestos por Obama.
http://www.iarnoticias.com/2010/secciones/europa/0002_apertura_foro_davos_27en2010.html