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BRIC, una comunidad de economías emergentes tras la crisis

Fuentes: RIA NOVOSTI

Al estallar la crisis financiera global se hicieron muchos pronósticos con respecto a sus posibles repercusiones en el mundo. La crisis afectó tanto a las economías desarrolladas como a las emergentes. No obstante, algunos países lograron nadar y guardar la ropa, y resistir mejor su embate, concretamente, los integrantes del grupo BRIC. Según estimaciones, los […]

Al estallar la crisis financiera global se hicieron muchos pronósticos con respecto a sus posibles repercusiones en el mundo.

La crisis afectó tanto a las economías desarrolladas como a las emergentes. No obstante, algunos países lograron nadar y guardar la ropa, y resistir mejor su embate, concretamente, los integrantes del grupo BRIC. Según estimaciones, los países del BRIC hoy por hoy tienen muchas posibilidades para superar la depresión en breve, utilizando cada uno su propio camino para hacerlo.

Un ambicioso grupo de cuatro países

Sin embargo, el BRIC en realidad no es una alianza oficialmente establecida. Este acrónimo está formado con las iniciales de Brasil, Rusia, India y China y fue acuñada por los economistas de Goldman Sachs en 2001. Según las previsiones de esta consultoría, el PIB conjunto de estos cuatro países en franco desarrollo superará al del G-7, es decir, al grupo de las siete mayores economías del mundo (EEUU, Canadá, Japón, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia) en 2050.

El potencial del BRIC es evidente. Estos países tienen el 40% de la población del planeta, les corresponde el 14,6% del PIB mundial. En los últimos años, el ritmo del crecimiento económico del BRIC ha sido de un 10% anual.

A primera vista, los países del BRIC tienen muy poco en común, a excepción del hecho de su fuerte crecimiento. Entre las diferencias principales están sus modelos económicos, diferentes en cada caso.

China se ha convertido en la fábrica-ensambladora del mundo desde finales del siglo pasado, cuando las empresas occidentales se dieron cuenta de que era una fuente inagotable de mano de obra barata, y empezaron a trasladar allí su producción.

El desarrollo de la economía india también se ha visto favorecido por los bajos costes salariales, pero los condicionantes de su ascenso han sido un tanto diferentes que en China. La India cuenta con un sistema elitista de educación superior de gran calidad, creado por los ingleses a finales del siglo XIX durante la época colonial. Como resultado, a principios de este siglo la India tiene una de las tasas de analfabetismo más altas del mundo, pero también el mayor número de ingenieros cualificados y ocupa el primer lugar en la exportación de software y servicios informáticos.

La economía de Brasil crece gracias a las inversiones, principalmente estadounidenses, en la agricultura. Por su lado, Rusia es el líder mundial en la exportación de materias primas e hidrocarburos.

Se puede hacer constar que los países del BRIC han desarrollado las áreas económicas más importantes, es decir, los sectores energético, minero, agrario, industrial y de altas tecnologías. Sin embargo, no se puede decir que las economías de Brasil, Rusia, India y China sean mutuamente complementarias porque, en realidad, los principales destinos de sus relaciones comerciales son EEUU y la UE. Además de una considerable dependencia de las tecnologías occidentales.

En cualquier caso, los parámetros económicos de estos cuatro países exigían su unión, sobre todo, para reducir la dependencia del sistema financiero occidental y del dólar estadounidense. De hecho, se trataba de una revisión del sistema financiero de Bretton Woods y la creación de nuevos centros económicos independientes.

…y sólo queda el IC

Pero la crisis económica ha puesto en entredicho no sólo los ambiciosos planes de los dirigentes de los países del BRIC, sino también la existencia de este grupo. Y más, teniendo en cuenta que el principal criterio utilizado por los economistas de Goldman Sachs respecto al BRIC fue el de un rápido ritmo de crecimiento económico. Según los resultados de 2009, sería oportuno reducir el acrónimo BRIC hasta el IC. Las economías de China y la India se han visto menos afectadas por la crisis que algunas de las principales economías del mundo, y solamente han ralentizado su crecimiento. La economía de Brasil no crece y la de Rusia ha sufrido una contracción. Es más, los indicadores rusos fueron los peores del BRIC y en comparación con los países del Grupo de los Veinte (G-20).

La crisis ha vuelto a confirmar que los países del BRIC dependen en gran medida de Occidente. Rusia, con su economía capitalizada por la industria extractora, está en la peor situación. Era imposible prever las consecuencias de la drástica caída de la demanda, de los precios del petróleo y del gas natural en el mercado mundial. A China también le ha costado mantener su crecimiento económico. Durante el primer semestre de 2009, las exportaciones chinas, que generaban un 80% de los ingresos del país, se redujeron en un 25% y el crecimiento económico se ralentizó un 40%.

Los indicadores económicos del Imperio Celeste habrían sido peores en 2009, si una vez estallada la crisis, el gobierno chino no hubiera inyectado ingentes cantidades de capital para apoyar el sector real e impulsar la demanda interna. Al gastar US$600.000 millones China logró cerrar el año pasado con los indicadores casi iguales a los del año anterior, es decir, con un crecimiento del PIB en un 8,7%.

La coordinación de las medidas anticrisis por parte del BRIC todavía no ha pasado del terreno de las declaraciones. Los ministros de Finanzas de este Grupo se reunieron en dos ocasiones, en noviembre de 2008 y en marzo de 2009, es decir, en plena crisis. En mayo de 2009, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, se entrevistó con los titulares de los servicios de seguridad de los países del BRIC. A mediados del pasado junio, fue convocada la primera cumbre de esta comunidad en la ciudad rusa de Ekaterimburgo (los Urales).

Se alcanzaron acuerdos respecto a asuntos como la incentivación de la economía real, el desarrollo de infraestructuras, los mercados internos y las relaciones comerciales y monetarias dentro del BRIC, y entre el BRIC y otros países. Se iban a realizar transacciones usando las monedas nacionales de los países del BRIC.

Sin embargo, la crisis lo ha cambiado todo, al menos de momento, y la política para superarla no está siendo controlada por estos países, sino por sus principales socios comerciales.

El mundo tras la crisis

Según algunas estimaciones, en 2010, la economía mundial empezará a recuperarse de la crisis financiera. El progreso ya es evidente, aunque los ritmos de la recuperación económica son muy diferentes en sitios diferentes. Hoy en día, los mejores indicadores se registran en los países asiáticos, sobre todo en China, que supera a EEUU, cuya economía retrocedió un 2,5% en 2009.

Y han vuelto los pronósticos esperanzadores respecto al BRIC. Goldman Sachs prevé un rápido crecimiento de estas economías, y según las proyecciones de enero de 2010, los países del BRIC, posiblemente, superarán en conjunto al G-7 ya en 2032.

El optimismo de los analistas de Goldman Sachs parece justificado. Por ejemplo, en 2009, China superó a Alemania como el mayor país exportador del mundo por volumen comercial. Las exportaciones chinas alcanzaron casi US$1,07 billones en comparación con US$1,05 billones de Alemania (según los datos acumulados de los 11 meses de 2009).

En términos del PIB, China ocupa el tercer puesto, adelantada sólo por EEUU y Japón, y podría subir en breve al segundo lugar.

El optimismo es también la tónica dominante en las valoraciones de los indicadores brasileños con una economía básicamente agraria y de los rusos con la economía basada en materias primas y agentes energéticos. Por ejemplo, el Banco Mundial prevé para 2010 un crecimiento del 5,5% en Rusia, apuntando que este acelerado ritmo está condicionado por los bajos indicadores iniciales, factor que, por otra parte, también es común en los demás países del BRIC.

http://www.argenpress.info/2010/04/bric-una-comunidad-de-economias.html