Creo que las políticas de austeridad que está llevando a cabo el gobierno socialista, en respuesta a la presión de la UE, son erróneas, por las razones que he elaborado extensamente en este forum («Las políticas promovidas por la Unión Europea son ineficaces e injustas». Sistema Digital. 07.05.10). Pero lo que encuentro incluso más reprobable son las propuestas del PP para salir de la crisis. En su presentación el 12 de mayo, ante las Cortes Españolas, de las propuestas para salir de la crisis, el Sr. Rajoy indicó que tales propuestas ya habían mostrado su efectividad cuando fueron aplicadas por el gobierno Aznar. Según Rajoy, tales medidas fueron determinantes para salir de la crisis económica anterior, que ocurrió a principios de los años noventa. De ahí la importancia de analizar cómo se salió de aquella crisis y a qué coste, tanto social como económico. La realidad es que la aplicación de aquellas políticas ahora llevaría a una situación semejante, con costes sociales y económicos mucho mayores, pues la crisis actual (la Gran Recesión) es mucho mayor que la crisis que tuvo lugar entonces.
El objetivo principal de las políticas públicas del PP para salir de la crisis fue la reducción del déficit público, igual que ahora. Y esta reducción del déficit público se hizo a base de reducir el gasto público (incluyendo el gasto público social) y no a base de incrementar los impuestos, tal como el PP está proponiendo ahora. En realidad, el gobierno del cual el Sr. Rajoy fue parte, bajó los impuestos, aprobando reformas fiscales regresivas que favorecieron especialmente a las rentas del capital y a las rentas superiores. Una consecuencia de estas políticas fue un notable crecimiento del déficit que España tenía respecto al promedio de la UE-15 en gasto público social por habitante. Tal déficit aumentó de 1.928 euros estandarizados (euros con el mismo poder de compra en países con distintos niveles de riqueza en la UE-15) en 1996 a 2.242 euros en 2004, un crecimiento de 314 euros estandarizados por habitante (ver Navarro, V., dir. «La Situación Social en España, vol. III, Biblioteca Nueva). Esto supone un incremento muy marcado del déficit de gasto público en las distintas dimensiones del estado del bienestar. Este enorme descenso del gasto público social junto con las reformas fiscales regresivas diluyó todavía más el impacto redistributivo del Estado español, uno de los estados menos redistributivos en la UE-15. Ello explica tanto el elevado nivel de desigualdad de rentas existentes en el país (el mayor de la UE-15, junto con Grecia y Portugal), como su elevada pobreza (de nuevo la más elevada de la UE-15, junto con Grecia y Portugal). Las políticas del PP incrementaron el porcentaje de la población que sufre pobreza, pasando de ser el 18% de la población en el año 1996 a un 20% en el 2003, incremento de dos puntos, que significó un aumento del número de pobres en varios millones de habitantes. Esta reducción del gasto afectó también a las pensiones públicas. El déficit de gasto en pensiones públicas por habitante de España con el promedio de la UE-15, se incrementó un 40% durante el periodo 1996-2003, pasando de ser 492 a 693 euros estandarizados, aún cuando el porcentaje de la población española por encima de los 65 años aumentó durante aquel periodo, siendo este porcentaje mayor que el promedio de la UE-15.
El retraso del estado del bienestar en España se debe no sólo a los cuarenta años de una dictadura de derechas enormemente represiva (por cada asesinato político que cometió Mussolini, Franco cometió 10.000), con escasísima sensibilidad social (cuando el dictador murió, el gasto público social como porcentaje del PIB era sólo de un 14% del PIB, el más bajo, con diferencia, de la Europa occidental), sino también al dominio conservador y liberal en la vida política y mediática de este país, que resolvió la crisis de 1993 y 1994 a base de unas políticas que, aún cuando fueron iniciadas por el gobierno PSOE en el periodo 1993-1996, se acentuaron y expandieron todavía más en el periodo 1996-2004, durante el gobierno del PP. A la vista de esta experiencia, es fácil concluir que el desarrollo de las propuestas que está haciendo ahora el PP revertiría la reducción del déficit del gasto público social de España con la UE-15, que ha estado ocurriendo en el periodo 2004-2008 (bajando de 2.242 euros estandarizados en el año 2004 a 2.114 en el 2006, último año en que la agencia de estadísticas de la UE, Eurostat ha publicado datos para toda la Unión Europea), siendo el incremento del gasto público social una de las características del periodo 2004-2008, consecuencia de las alianzas informales entre el PSOE y los partidos a su izquierda, incremento que fue reduciendo el déficit de gasto público social español con el promedio de la UE-15. La crisis actual se está intentando resolver a costa de reducir el gasto público (incluyendo el gasto público social) que determinará una reversión de esta reducción del déficit del gasto público social, que se acentuaría más si gobernara el PP, tal como la experiencia de su gobierno anterior lo demuestra. Por otra parte, las políticas fiscales y económicas del PP (que acentuaron todavía más las realizadas por el gobierno socialista) favorecieron claramente la polarización de las rentas del país, tal como señalé en la sección anterior. Mientras que los costes laborales aumentaron durante el periodo 1999-2004 sólo un 3,7%, los beneficios empresariales aumentaron un 73%.
De estos beneficios, los más espectaculares fueron los de la banca, que alcanzó niveles exuberantes, basados en gran parte en actividades especulativas, de las cuales las inmobiliarias fueron las más importantes. La desregulación del precio del suelo llevada a cabo por el gobierno PP fue un elemento clave para provocar la burbuja inmobiliaria. El maridaje banca-sector inmobiliario-industria de la construcción fue el centro del crecimiento económico, que absorbió una enorme cantidad de recursos que deberían haberse invertido en áreas más productivas y menos especulativas. La política económica del PP fue la política basada en la especulación, que ha sido causa del enorme retraso, no sólo social, sino también económico, del país. El colapso de la burbuja ha provocado el enorme problema de la falta de crédito, mientras que la reducción de la masa salarial ha creado el enorme problema de endeudamiento y escasa demanda, que es la mayor causa de la crisis, la cual empeoraría todavía más con la aplicación de las políticas del PP. Su autopromoción como el partido portador de la solución a la crisis actual carece de credibilidad, pues está recomendando las mismas políticas que nos llevaron a la crisis.