Japón anunció este martes un plan de ajuste fiscal para tratar de reducir su deuda pública, que representa cerca del 200% de su Producto Interno Bruto (PIB) y es la más abultada de los países industrializados.
El nuevo primer ministro, Naoto Kan, ha hecho de la reforma de las cuentas públicas la prioridad de su gestión. Planea congelar los gastos durante al menos tres años en un intento de evitar un colapso similar al griego, según el propio gobierno.
Kan se comprometió a mantener las emisiones de bonos del Tesoro por debajo de los US$486.000 millones hasta 2013.
Primer examen
Igualmente, el primer ministro japonés está considerando un significativo aumento del impuesto sobre el consumo, aunque esto no ocurriría de manera inmediata, como explica el corresponsal de la BBC en Tokio, Roland Buerk.
Si Japón se ve en la necesidad de seguir endeudándose, podría precipitarse a una crisis, añade Buerk.
Sin embargo, explica nuestro corresponsal, la situación podría no ser tan crítica como aparenta, debido a que el país tiene un superávit comercial y aún puede recibir préstamos con algunos de los intereses más bajos del mercado.
Además, los analistas apuntan que la mayor parte de los bonos japoneses están en poder de inversores locales, lo que reduce el riesgo de bancarrota del Estado.
El plan de ajuste fiscal se anunció antes de las elecciones parciales para el Senado del 11 de julio, que son vistas como el primer examen para el gobierno de Kan, quien asumió su cargo a principios de mes.
http://www.iarnoticias.com/2010/noticias/asia/0107_ajuste_japon_22jun2010.html