ATTAC España señalaba en un comunicado publicado en su web el pasado 25 de Junio el carácter ilegítimo del papel que se auto impone el G-20 en la llamada gobernanza mundial. Igualmente enunciaba los intereses claramente diferenciados y contrapuestos de las distintas potencias que lo conforman, las cuales a su vez son feroces competidoras entre […]
ATTAC España señalaba en un comunicado publicado en su web el pasado 25 de Junio el carácter ilegítimo del papel que se auto impone el G-20 en la llamada gobernanza mundial. Igualmente enunciaba los intereses claramente diferenciados y contrapuestos de las distintas potencias que lo conforman, las cuales a su vez son feroces competidoras entre ellas en el comercio mundial y también ya en los mercados financieros.
El G-20 tiene dos posiciones claramente diferenciadas: por un lado las potencias centrales, tradicionalmente ricas e imperialistas o al menos intervencionistas en el resto del mundo (USA, Unión Europea), que son las que han generado la fase actual de la crisis ECONÓMICA Y FINANCIERA MUNDIAL, con sus productos basura y su apuesta por la economía casino, alejada de la economía productiva y real. Entre los países ricos -y esa es la novedad de este G-20-, han surgido discrepancias, pues entre la receta Obama y la europea hay grandes diferencias. La Unión quiere contener el déficit público a toda costa, con planes de ajuste, y los EE.UU., que no tienen estado del bienestar, creen en la iniciativa e inversión pública para superarla.
Europa apuesta por convertirse en un clon de los USA destruyendo sus logros sociales y laborales, mientras los norteamericanos apuestan por socializar pérdidas e invertir dinero público para rescatar su omnipotente sector privado. En ambos casos a costa de los mismos, las clases trabajadoras y la ciudadanía de estas potencias, o bien con fondos públicos o bien con la eliminación del bienestar, pagarán la crisis del capitalismo.
Los BRIC y sus aliados -la otra postura del G20-, denuncian que la crisis la han creado Europa y los USA y es cierto. Viven una mezcla de capitalismo salvaje y primitivo, con serios intentos en varios de estos países de mejorar la vida y el poder adquisitivo de sus poblaciones, en su conjunto, o al menos segmentariamente como la India y Rusia, con unas nuevas y pujantes clases medias y altas. Poseen, además, los BRIC poderosos sectores públicos: en la industria, los servicios, la energía, y disponen de Banca Pública (en casos como el de China), hegemónica, mientras en otros -como Brasil- ésta es muy importante, o bien se encuentra en fase de recuperación como en Rusia. Esto les hace percibir la crisis de forma muy distinta.
China es, además, el principal proveedor de fondos públicos e inversiones financieras hacia los EE.UU. y Europa, pero también unos de los principales inversores en América Latina y por supuesto en África. No obstante, debe sostener el capitalismo o bien tendrá grandes pérdidas en sus inversiones financieras y bonos del Tesoro estadounidense. El panorama es, pues, muy complicado.
Alternativas al G20
Desde ATTAC hemos insistido en varios comunicados que las únicas propuestas serias de carácter gubernamental que por ahora existen son las que propuso el G-192 es decir la Asamblea General extraordinaria de las Naciones Unidas de Julio de 2009. Pues a pesar de sus carencias, encaraba y describía todos los problemas de la crisis sistémica al tener en cuenta los desajustes financieros, pero también la pobreza, y considerar los impuestos globales, además de preocuparse por la alimentación y el medio ambiente. Igualmente, las recomendaciones del G-77 + China, que articula Evo Morales como resultado de la cumbre de Cochabamba. El G-20 ignorando el G-192, es decir la Asamblea general de la ONU, está demostrando su inoperancia, pero también la imposibilidad de solucionar la grave situación que vivimos con medidas desde dentro del sistema y neoliberales. Por eso han fracasado.
El «sálvense quien pueda» entonado por el G20 se hace cada vez más peligroso para la humanidad, pues pone encima de la mesa posibles soluciones bélicas y por supuesto más pobreza en una guerra comercial, sustentada sobre la explotación y la mano de obra barata.
Es decir, el fracaso del G20 es la constatación de que el capitalismo no tiene soluciones para remontar la crisis, más que perjudicando a los ciudadanos y ciudadanas, a las clases trabajadoras. Favoreciendo los intereses de los poderosos y los especuladores, subvencionando a los Bancos, causantes todos ellos de esta crisis, trasvasándoles dinero público e incrementando la injusticia entre los y las que sostienen con su esfuerzo la economía real.
Es pues imprescindible una reacción cívica ante esto. Una articulación internacional a través de los Foros Sociales mundiales y regionales. La urgente implementación de un sujeto político ciudadano global, que aúne experiencias, resistencias, propuestas alternativas y las logre imponer.
Si bien hay que citar la existencia de dos programas por los que los gobiernos progresistas o de los estados empobrecidos deben pelear, y anteriormente citados, en un primer caso, el del G-192 de la ONU y los acuerdos de la Comisión Stiglitz, que son un primer paso. En segundo lugar el de la Cumbre de los Pueblos en defensa de la Madre Tierra de Cochabamba, también articulados en el G-77 + China.
Pero no podemos dejar de plantear que, si bien las resistencias populares y ciudadanas pueden converger como en Cochabamba y junto a gobiernos antineolibrales y amigos, las propuestas y alternativas de los Foros Mundiales, Foro de las Alternativas, Redes de Movimientos Sociales, organizaciones internacionales como Vía Campesina, ATTAC, la CSI (Confederación Internacional de Sindicatos), y la voluntad que muchos y muchas manifestamos en avanzar hacia una V Internacional, participativa, plural y radicalmente democrática, son las más justas y elaboradas que existen actualmente, habiéndose producido ya una coincidencia en el discurso muy importante y que yo resaltaría en los siguientes aspectos:
Lucha frente a la Dictadura de los Mercados, a la que el G20 no se enfrenta y que el G8 (Primer G y que sólo las ocho potencias más ricas forman) encarna.
Denuncia de los implementadores de la Dictadura de los Mercados, el FMI, el Banco Mundial y la OMC.
Implantación de Impuestos Financieros Globales y Tasas contra los movimientos de capital especulativo.
Supresión de los Paraísos Fiscales.
Soberanía Alimentaria.
Justicia climática y defensa del planeta tierra.
Fin del crecimiento depredador del planeta y sus recursos naturales, que además es suicida.
Lucha por la total igualdad de género.
Paz y fin de las guerras imperialistas y de ocupación.
Que en el caso del estado español, se debe ver complementado por la exigencia de dotarnos ya de Banca Pública y del freno al tijeretazo del gobierno, la derecha y la CEOE, de reducir sueldos, pensiones, servicios públicos, negociación colectiva y crédito a familias, pymes y autónomos.
Frente al G-20 en Europa, la jornada de Movilización del 29 de Septiembre debe ser un día de inicio de acciones ciudadanas en defensa del bienestar y frente a quienes nos quieren imponer los planes del FMI y convertir a Europa en un espacio de los mercaderes sin derechos y sin espacios públicos, sin gasto público, sin sector público, es decir sin democracia real.
Pero ya que de confrontar con la Dictadura de los Mercados se trata, hay que volver a luchar por la libertad de expresión, actualmente secuestrada por los intereses gran empresariales y su influencia sobre los medios públicos. Basta de mentiras y de engaños. Alto a las campañas de desprestigio y a la criminalización de los movimientos y sindicatos.
Libertad de asociación, reunión y manifestación y alto a los intentos de amedrentar a los y las activistas sociales, sindicalistas, militantes de izquierdas y ciudadanía crítica mediante medidas de policía política y control represivo.