El Gobierno de Venezuela, a través de su vicepresidente, Elías Jaua, pidió a los altos representantes de la Iglesia Católica Venezolana respeto ante el documento emitido por la Conferencia Episcopal del país, en el cual se pronunciaba en contra de las políticas asumidas por el Estado. «Como cuerpo representante del gobierno del presidente Chávez no […]
El Gobierno de Venezuela, a través de su vicepresidente, Elías Jaua, pidió a los altos representantes de la Iglesia Católica Venezolana respeto ante el documento emitido por la Conferencia Episcopal del país, en el cual se pronunciaba en contra de las políticas asumidas por el Estado.
«Como cuerpo representante del gobierno del presidente Chávez no podemos dejar de pronunciarnos en contra de los señalamientos de la CVE acerca de las instituciones políticas del Estado y de la vida política de nuestro país, y sobre todo del respeto que debe a las decisiones soberanas que en el pueblo se ha venido tanto en los últimos días», afirmó Jaua durante el Consejo de Ministros llevado a cabo en el Palacio de Mirafrores (sede de Gobierno).
El pasado lunes, los más altos representantes de la iglesia Católica Venezolana emitieron el documento de clausura de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en el cual se afirmaba que el Socialismo impulsado por el presidente venezolano Hugo Chávez, » se inspira en el régimen comunista cubano y se ha venido concretando a través de leyes y hechos que desconocen la voluntad popular y la Constitución vigente».
Jaua consideró que este pronunciamiento de la alta jerarquía eclesiástica obedece a una maniobra de la oposición venezolana para favorecerlos en las próximas elecciones parlamentarias a celebrarse el 26 de septiembre.
«Sabremos que se impondrá luminosa la conciencia del pueblo venezolano», expresó el vicepresidente al respecto.
Indicó que el pueblo venezolano ya no confía en la actitud tendenciosa de la institución religiosa, que tiene como objetivo «condicionar la opinión política de la población venezolana».
Aprovechó la ocasión para reiterar su respaldo al presidente Chávez en nombre del Consejo de Ministros, jefa de Gobierno y gobernadores presentes en la reunión.
Jaua enfatizó que era indignarte la posición de los jerarcas eclesiásticos que, por un lado apoyaron el Golpe de Estado en contra del mandatario venezolano el 11 de abril de 2002 y por otro piden dialogar y mantener la serenidad.
«Indigna que estos cardenales que aplaudieron a rabiar el golpe de Estado del 11 de abril, que santificaron con su presencia la disolución de los poderes públicos, hablen ahora de cultivar un diálogo sereno, que siempre lo ha tenido el presidente Chávez», sostuvo.
El vicepresidente Jaua aclaró que el Gobierno venezolano no estaba en conflicto con la iglesia católica y señaló que el presidente Chávez era un creyente y devoto católico.
«No estamos en conflicto contra la Iglesia Católica, lo que estamos haciendo está en el marco de los principios y valores del cristianismo. El Presidente de la República es un creyente y un militante del cristianismo y de la doctrina católica junto con la mayoría de nuestro pueblo. Queremos exigir respeto de los altos jerarcas de la Iglesia Católica venezolana», acotó.
Sumado a este pronunciamiento de la alta cúpula eclesiástica, recientemente el Cardenal venezolano, Jorge Urosa Savino, expresó que el Gobierno de su país estaba encaminándose a una dictadura.
Ante esto, el jefe de Estado venezolano, instó a la institución a «realizar algunas reflexiones» para «ir colocando cada asunto en su santo lugar».
«No seamos tan inocentes: la jerarquía Católica, como institución, ha jugado un papel esencialmente político, tratando de mantener, a lo largo de la historia, el estatus de dominación, incluso con la más criminal violencia», dijo el mandatario en las Líneas de Chávez del pasado domingo..
Sobre las declaraciones del cardenal, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela también se pronunció, a través de un comunicado emitido este domingo, en contra por considerar que poseían un contenido político» y se trata de «un desacato a la propia doctrina católica».